En Italia sí se pudo!

17/06/2011
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No a la privatización del agua
 
El pasado fin de semana más de veintiséis millones de italianos dijeron no a la privatización del servicio de acueducto, en un referendo que incluyó otros temas como la renuncia a la energía nuclear, la no privatización del transporte y la recolección de basuras y la obligación del Presidente de Gobierno de comparecer ante los tribunales, derogando el denominado “impedimento” para hacerlo.
 
El paralelo con lo ocurrido en Colombia es inevitable y ayuda a ver las causas profundas de la negativa del Referendo por el Derecho Humano al agua, hace poco más de un año, por la Cámara de Representantes.
 
Las iniciativas italiana y colombiana por la defensa del agua como bien común y público, surgieron casi al mismo tiempo en el Foro Social Mundial, 2005 y 2006. Allí se fraguó el Foro Italiano del Movimiento por el Agua y de allí nació la decisión de Ecofondo de adelantar la primera campaña de defensa del agua. De suyo en aquellos Foros Sociales Mundiales se fue consolidando una alianza entre Ecofondo y la organización italiana LEGAMBIENTE, que apoyó de manera decisiva y generosa al movimiento colombiano en varias etapas de su desarrollo y desde luego participó activamente en el movimiento italiano.
 
Al igual que en Italia, en Colombia la confluencia se fue ampliando y mientras el Foro Italiano del Movimiento por el Agua crecía, en Colombia se conformaba el Comité Nacional en Defensa del Agua y de la Vida – CNDAV – compuesto por numerosas organizaciones agrupadas en comités locales y se creó también un Comité Promotor del Referendo como lo exige la Ley 134 de 1994, sobre mecanismos de participación, el cual jugó un importante papel.
 
Las redes sociales, al igual que en Italia, recogieron numerosas firmas, en Colombia más de dos millones, recordémoslo.
 
La diferencia en cuanto a la suerte del referendo en Italia y en Colombia, tiene que ver con la manera como se tramita una iniciativa ciudadana respaldada con firmas en uno u otro Estado. Mientras en Italia, a pesar de no ser la democracia más perfecta, un mecanismo de democracia directa y participativa, como el referendo, tiene la vía libre, en Colombia está sometido a la tutela de un Congreso cuyas mayorías se abrogan el derecho de corregir la voluntad ciudadana y para ello modifican los textos originales firmados por la ciudadanía. “No somos simples notarios” decían con arrogancia varios congresistas.
 
Afortunadamente la Corte declaró inconstitucional el referendo que pretendía aprobar la segunda reelección del ex – presidente Uribe, entre otras razones por las modificaciones introducidas al texto original para corregir un error de redacción que impedía que aquella fuera inmediata. Con ello quedó claro que tales textos son intocables. Pero de allí la Cámara de Representantes no concluyó lo que era lógico: la convocatoria del referendo. Imposibilitada para modificarlo decidió negarlo, hace poco más de un año.
 
En Italia reunidas las firmas que exige la Ley, el referendo sólo es sometido al control de la Corte Constitucional de ese país, que en este caso desestimó un decreto del Gobierno Berlusconi, que pretendía obstaculizarlo aduciendo que violaba la legislación europea que permite la privatización del agua. El argumento fue desestimado y el referendo fue posible.
 
Vale entonces la pena preguntarse: ¿No deberíamos eliminar de la Constitución colombiana el paso de los referendos por el Congreso? ¿Por qué la democracia participativa debe subordinarse a la democracia representativa? Desde luego que una reforma de esta trascendencia será muy difícil, pues son las mismas mayorías que aducen su supuesto derecho de tutela sobre la voluntad ciudadana quienes deberían aprobarla. Esto remite entonces a la reflexión sobre los alcances reales de la democracia en la Colombia contemporánea.
 
El referéndum italiano fue atacado, como el nuestro, desde los gremios que agrupan a los mercaderes del agua y también por el Gobierno de “ilcavalieri”, al igual que lo hizo el de Uribe quien movilizó a las damas encargadas del Viceministerio del Agua y de la Superintendencia de Servicios Públicos. Los medios de comunicación que controla el jefe del Gobierno italiano y otros al servicio de las multinacionales del agua también cumplieron su papel. Esto hizo temer por la suerte del referendo al punto que el eminente jurista UgoMattei[1], autor de las preguntas del referendo, declaró a la AFP una vez conocida la aplastante votación a favor de la no privatización del agua que: “temíamos que a última hora nos robaran el referendo como ocurrió en Colombia”.
 
Seguramente en el exitoso resultado que ahora celebramos influyó la crisis económica y el desempleo que golpean al pueblo italiano. También el efecto de la efervescencia social en ambas orillas del Mediterráneo particularmente en España, donde la toma de las plazas y la exigencia de “democracia real, ya” comienzan a conmover a otros pueblos vecinos. Obviamente la torpeza del Jefe del Gobierno, empecinado en detener la voluntad popular, calificando las preguntas, de “demagógicas e inútiles” también ayudó.
 
Entre los factores positivos, que contribuyeron a la victoria, es importante destacar el apoyo de la Iglesia católica, uno de cuyos ministros el sacerdote Alex Zanotelli, líder del movimiento del “Pueblo del Agua” de Nápoles, jugó un destacado papel. El propio L´Observatore Romano saludó la victoria pues la privatización afecta “el bolsillo de las familias”. Recordemos que nuestro referendo recibió el espaldarazo de muchos párrocos y del Obispo de Zipaquirá.
 
Es posible que en Colombia se estén gestando las condiciones para retomar la iniciativa del referendo por el agua, al menos como programa de las luchas populares y ciudadanas, ante la gravedad de las inundaciones que han inutilizado numerosos acueductos incapaces de tratar las aguas enlodadas del Magdalena y otros ríos y que han afectado o detenido las operación de las plantas potabilizadoras como en Cúcuta y Yopal. Se suma a ello el reciente informe de la Contraloría General de la Nación según el cual los Planes Departamentales de Agua son un rotundo fracaso y están afectados por la corrupción que llevó a la pérdida de 16.000 millones de pesos en La Guajira, por ejemplo.
 
Teniendo en cuenta lo anterior varios de los promotores del referendo y numerosas personas y organizaciones del CNDAV, hemos lanzado una carta al pueblo colombiano, que podría ser el inicio de un resurgir del movimiento en su expresión nacional pues a nivel regional el mismo ha tenido mayor continuidad acompañando luchas como la defensa del páramo de Santurbán amenazado por un proyecto minero transnacional.
 
Finalmente vale la pena tener en cuenta la siguiente reflexión del mencionado UgoMattei que bien podría aplicarse a Colombia:
 
“En realidad, si ganamos los referendos, deberíamos organizar la gestión del agua de manera coherente con su naturaleza de bien común, es decir, encomendando su gestión a un sector público reestructurado y democrático, a partir de una lógica ecológica y de largo plazo. Tendremos que encontrar las inversiones para una intervención pública en el territorio que permita reconfigurar las infraestructuras y prevenir su degradación”[2].
 
- Rafael Colmenares es Ex vocero del Referendo por el Agua
Fuente: Semanario Virtual Caja de Herramientas Nº 259, Semana del 17 al 23 de Junio de 2011, Corporación Viva la Ciudadanía.


[1]UgoMattei es catedrático de las Universidades de Turín y California. Autor del libro “Agua y bienes comunes”.
[2] Véase “Italia: un voto constituyente” por Hugo Mattei en www.sinpermiso.info 14/06/2011
https://www.alainet.org/pt/node/150625
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