Sutil y sugestivamente hay que diferenciar la delgada como desestabilizadora línea que limita ambas ambiguas y alevosas acciones, ya que nos servirá simultánea y “separatistamente” para precisamente separar el polvo de la paja, distinguiendo diáfana y “divididamente” que un didáctico “divisionismo” en el país, había estado cínica y sinuosamente siendo subvencionando por la subversión.

Cooperación condicionada a la conspiración

Concisamente lo comentó con proverbial precisión el presidente cuando dijo que: no hay que confundir cooperación, con conspiración. Claro que acertadamente aludió a los arbitrarios americanos que abjurada, adinerada y apadrinadamente les asisten las alforjas a los analistas autonomistas para que salarial y “sabiamente” saboteen; tanto el Cambio como la unidad nacional.

Existe entonces un adoctrinado amancebamiento, entre los autonomistas analistas y los absolutistas imperialistas, quienes indecorosamente los mantienen maestra y metalizadamente a sus aprendices autonomistas, abonándoles suculentos sueldos para que subviertan sutil y sumisamente el proceso de Cambio impulsado por el gobierno del Movimiento al Socialismo.

Y claro, dentro esta lóbrega lógica no podía fatídicamente faltar la ficha del divisionista diplomático yanqui, ya que es con el con quien se completa este conciliábulo conspirador contra el Cambio.

Se trata nada más y nada menos que del “goebbeliano” Goldberg; master en mentir y mutilar, así lo delata descaradamente su semblanza separatista y su pérfido perfil de ser un deliberado desestabilizador y destructor de la ex Yugoslavia, y que ahora se vino a balcanizar Bolivia.

Es entonces en base a esos sus “thiks tanks” con quienes tácticamente Goldberg guerreará para la despótica destrucción de la patria, para ello dentro el elitista elenco de estudiosos para escindir el país, cuenta con una corte de comedidos conspiradores que comienza conformándola los peleles pensadores, como Roberto Barberi cuyas “fisura” filosófica figurativamente se refiere al retrógrado y “racional” resquebrajamiento de la unidad nacional.

Pero además que la parentela partidocrática de estos iluminados intelectuales había estado articulada analísticamente desde antes; ya que el abolengo autonomista y aristocrático alcanza a Carlos Hugo Molina, quienes a junto a un tercer y temerario primo, presumieron ser la prosapia predecesora del antiguo autonomista Andrés Ibáñez.

Y aunque ambos analistas fueron autoridades; tanto dentro el gobierno de Goni, como en el de Carlos Mesa, demostraron una doble incapacidad para interpretar que la ineludible e insurgente interpelación hacia el poder conservador constituido, no pasaba por la insuficiente e instrumentalizada implementación de la ley de Participación Popular, que imaginariamente se la inventó como el histórico hito inclusivo de las identidades indígenas, pero simplemente significó la cíclica y corrupta cooptación por vía del cohecho de los alcaldes, como autoridades alineadas al decadente despotismo del patológico poder de la Partidocracia.

Es así como también se puede entender que monopólica, manipulable y maquilladamente la municipalización del territorio nacional en 317 municipios, estaba discrecionalmente dirigida a distribuir los recursos provenientes “providencialmente” de la calamitosa y contraproducente capitalización, que había hipotecado insólita, infame e ínfimamente a favor de las opíparas oligarquías “originarias” y las tragaldabas trasnacionales nuestro gas, para que luego ellas nos devuelvan “dadivosa” y socarronamente las sórdidas sobras de nuestros propios recurso natural.

Juan Carlos Urenda, es otro de los “abonados autonomistas” que estuvo también comprometido con las conservaduristas consultorías, ya que durante el años 2001 en el gobierno de “Quico Quiroga” fue un connotado consultor del Banco Mundial, a través de la consultora “Suny Parc”, para la aprobación de las retocadas reformas a la C.P.E que inserviblemente se implementaron, como por ejemplo fue la ley de propiedad y crédito popular. Así que no venga a hora a sentirse aludidamente atacado, de ser por antonomasia, el autentico autor de las autonomías

Son estos algunos de “dolarizados” doctores a quienes dosificadamente se los domesticó para conspirar contra el Cambio.