Un Estado Plurinacional

22/08/2007
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A
La propuesta indígena de un Estado Plurinacional, una Bolivia con diferentes rostros y culturas que busca la inclusión de pueblos originarios a la estructura estatal, no empieza siquiera a ser entendida, de ese modo el debate degenera en considerar esta propuesta como dos Bolivias o varias, además desmembradora y una serie de mitos que la enmarcan temerariamente y por tanto equivocadamente rechazada.

María Teresa Zegada, Yuri Tórrez y Patricia Salinas, realizan una investigación entre el 2006 y 2007, que analiza las 80 propuestas sobre autonomías que con diferente enfoque y de diverso origen, se presentaron a la Asamblea Constituyente y cuyo análisis recoge el libro: “En nombre de las autonomías: Crisis estatal y procesos discursivos en Bolivia”, presentado en la reciente Feria del Libro, en la ciudad de La Paz.

La investigación realizada por Zegada, Torres y Salinas, contó con el apoyo del Programa de Investigación Estratégica en Bolivia (PIEB), y considera que el tema de las autonomías se enmarca en dos perspectivas: La perspectiva cívica-regional, cuyo eje es el cuestionamiento al Estado centralista, la profundización de la descentralización y el desarrollo y la modernización económica de las regiones. Y la indígena-campesina, orientada a la descolonización del Estado y la recuperación de territorios ancestrales y sistemas de organización propios.

Según el PIEB, ambas perspectivas coinciden en cuestionar la estructura centralista del Estado, que deviene desde 1825, “–la indígena campesina– lo hace por su naturaleza excluyente y colonizadora, y la otra –la cívica regional– por su carácter centralista y marginador. Sin embargo, cabe la aclaración, ninguna habla de desmembrar o dividir al país, sino al contrario, demandan mantener un Estado unitario pero descentralizado política y administrativamente”, señala el comentario.

Por lo tanto, -continúa- la idea de un país partido en dos a través de un igual número de proyectos autonómicos, queda superada no sólo por la existencia de múltiples visiones sino también por las coincidencias en la mayoría de ellas.

Desde luego, así como hay coincidencias también existen discrepancias, sostiene el libro. Estas últimas “están en las visiones que hay detrás de las propuestas y en las propuestas mismas: todos coinciden en que debemos avanzar hacia un proceso de descentralización, pero lo que aún no se sabe es cómo descentralizar el país”, explica la coordinadora de la investigación, la socióloga María Teresa Zegada, refiriéndose a una de las conclusiones del estudio.

Sin embargo, a pesar de este choque de intereses, en ambas vertientes –tanto en las propuestas indígenas como en las departamentales,- y muy a pesar de la fuerte incidencia de sus principios irrenunciables, resulta notable la presencia del “otro”, destaca la investigadora.

Después de todo, “la autonomía no es un problema de mera ingeniería constitucional… Para lograr un modelo concertado y común, que abarque la diversidad y heterogeneidad, hace falta partir de las fracturas y contradicciones que se expresan en el ámbito discursivo de la Constituyente… Por tanto, esta discusión no puede resolverse al margen del debate del Estado-nación que en estos momentos de crisis se convierte en el marco de referencia inmediato”, se afirma en la investigación.

Incluir a los excluidos, será una enmienda histórica que la deben impulsar desde luego los que como indígenas no estuvieron favorecidos con las políticas de otros gobiernos y que el actual, presidido por el primer presidente indígena, busca reparar este daño y saldar una deuda social con los pobladores originarios de estas tierras.

https://www.alainet.org/es/active/19240
Suscribirse a America Latina en Movimiento - RSS