El Plan decenal de educación: Una nueva impostura
28/06/2007
- Opinión
Dícese de impostura: engaño con apariencia de verdad, esa es la interpretación que se puede hacer del proceso de formulación del plan decenal de educación en Colombia:
La primera impostura la podemos ubicar no en el proceso del plan decenal, sino en su nacimiento, fue concebido como un plan con carácter indicativo, que "será evaluado, revisado permanentemente y considerado en los planes nacionales y territoriales de desarrollo" . [1] A pesar de la fuerza que parece tener la frase, en la realidad no tiene ningún efecto, puesto que sobre lo que indique el plan no existe ninguna vinculación a la política pública educativa, que sí, es definida por el Plan Nacional de Desarrollo y los planes locales elaborados por los gobiernos titulares en sus primeros seis meses, es decir, que cualquier avance en lo que sea que plantee el plan decenal depende fundamentalmente de la voluntad política del gobierno de turno.
La segunda impostura consiste en confundir la participación ciudadana con la apertura de medios masivos para la discusión, que es precisamente de lo que se jacta el actual proceso, que ha combinado llamadas telefónicas, foros virtuales, Chat, correos electrónicos, entre otros, que ha llevado al diario El Tiempo [2] a afirmar que "La convocatoria del Plan Decenal ha tenido una respuesta sin precedentes, incluso en Latinoamérica". Y aunque se ha contado con medios masivos, la participación en estos no es tan grande como se afirma y se ubica principalmente en un nivel de opinión, importante, pero insuficiente para poder hablar de participación ciudadana.
La tercera impostura tiene que ver con el deslumbramiento que producen las promesas y discursos del Ministerio de Educación y sus asesores: "han participado 15.000 ideas de instituciones y ciudadanos no organizados, se analizaron y escogieron 2.300"; la sospecha ¿por qué se le da tanta relevancia a la participación de los no organizados?, ¿Quiénes y bajo que criterios y con que jurados ganaron el "concurso" del plan decenal de educación? Y ¿Dónde están las organizaciones sociales?. Por otro lado se plantea que la idea es que la reunión donde se define el documento funcione como una asamblea constituyente, claro, sin presencia de partidos políticos, de organizaciones sociales, de las fuerzas de oposición pero con la orientación clara y precisa de los expertos contratados por el Ministerio de Educación y la amplia participación de instituciones y ciudadanos no organizados. La impostura es clara o ¿no?.
La cuarta impostura consiste en creer que un proceso liderado y controlado por el actual gobierno, este por fuera de las políticas educativas que ha impulsado y que se resumen en: 1) Recorte del presupuesto para la educación y la salud a través de la ley de transferencias que propone una reducción significativa de los recursos que se hacen a las entidades territoriales y que se calculan en el orden de los 96.8 billones de pesos, en el periodo 2002-2016 [3], 2) Inviabilidad de la educación pública superior a través de un " ...cambio normativo que introduce el Plan Nacional de Desarrollo [4] (y) obliga a las universidades del orden nacional a concurrir en el saneamiento de un pasivo que ha sido y es responsabilidad de la nación ." [5] 3) Articular de manera "eficiente" el sector educativo con el mercado laboral. Políticas que han sido fuertemente cuestionadas por amplios sectores de la sociedad y de sus organizaciones y que llevaron al paro nacional que movilizó, como en mucho tiempo no ocurría, a docentes, estudiantes, padres de familia, sindicatos y organizaciones sociales.
En síntesis el plan decenal, sea cual fuere su forma final, no cambiará la actual tendencia de la política pública educativa porque esta se definió en el Plan Nacional de Desarrollo, propuesto por el gobierno, el cual podrá, de acuerdo a su voluntad, tener en cuenta o no las indicaciones del Plan Decenal. Y seguramente tendrá en cuenta aquello que en el documento del plan decenal se ajuste a las políticas educativas propuestas en el Plan de Desarrollo Nacional, con lo cual podrá mostrar, finalmente, un proceso participativo con un mecanismo de seguimiento que podrá ser evaluado como exitoso – la gran impostura -.
Más allá del dramatismo que esta impostura pueda ocasionar al ánimo proactivo, una lección que se repite y se vuelve a evidenciar, es que las fuerzas de oposición a las políticas mencionadas siguen rezagadas; no logran consolidar acciones efectivas que incidan en las políticas públicas educativas y parecen quedar atrapadas en los pocos espacios que como oasis se presentan en este desierto, con la lejana esperanza de poder hacer "algo" que cambie la tendencia.
Sin embargo, las recientes movilizaciones en oposición a las políticas del gobierno de Uribe, junto con el gran desempeño de la secretaria de educación del distrito capital en la perspectiva de la educación como derecho (Bajo el gobierno del Polo Democrático), demuestran que se hace necesario y urgente disputarse y ganarse los espacios políticos de toma de decisiones y de gobierno, para poder realmente incidir en el cambio de la tendencia actual del sistema educativo.
Notas
[1] Ley general de educación articulo 72
[2] Principal diario del país, cuyos dueños son la familia Santos de la cual hacen parte el vicepresidente y el ministro de defensa del actual gobierno.
[3] RAMIREZ, Gloria Inés. ¿en que van las transferencias? EN Seminario Virtual No 65 Corporación Viva La Ciudadanía
[4] Articulo 38 del Plan Nacional de Desarrollo.
[5] MUNERA, Leopoldo. ¿ley de Leyes? Universidad Nacional, Documento de trabajo
La primera impostura la podemos ubicar no en el proceso del plan decenal, sino en su nacimiento, fue concebido como un plan con carácter indicativo, que "será evaluado, revisado permanentemente y considerado en los planes nacionales y territoriales de desarrollo" . [1] A pesar de la fuerza que parece tener la frase, en la realidad no tiene ningún efecto, puesto que sobre lo que indique el plan no existe ninguna vinculación a la política pública educativa, que sí, es definida por el Plan Nacional de Desarrollo y los planes locales elaborados por los gobiernos titulares en sus primeros seis meses, es decir, que cualquier avance en lo que sea que plantee el plan decenal depende fundamentalmente de la voluntad política del gobierno de turno.
La segunda impostura consiste en confundir la participación ciudadana con la apertura de medios masivos para la discusión, que es precisamente de lo que se jacta el actual proceso, que ha combinado llamadas telefónicas, foros virtuales, Chat, correos electrónicos, entre otros, que ha llevado al diario El Tiempo [2] a afirmar que "La convocatoria del Plan Decenal ha tenido una respuesta sin precedentes, incluso en Latinoamérica". Y aunque se ha contado con medios masivos, la participación en estos no es tan grande como se afirma y se ubica principalmente en un nivel de opinión, importante, pero insuficiente para poder hablar de participación ciudadana.
La tercera impostura tiene que ver con el deslumbramiento que producen las promesas y discursos del Ministerio de Educación y sus asesores: "han participado 15.000 ideas de instituciones y ciudadanos no organizados, se analizaron y escogieron 2.300"; la sospecha ¿por qué se le da tanta relevancia a la participación de los no organizados?, ¿Quiénes y bajo que criterios y con que jurados ganaron el "concurso" del plan decenal de educación? Y ¿Dónde están las organizaciones sociales?. Por otro lado se plantea que la idea es que la reunión donde se define el documento funcione como una asamblea constituyente, claro, sin presencia de partidos políticos, de organizaciones sociales, de las fuerzas de oposición pero con la orientación clara y precisa de los expertos contratados por el Ministerio de Educación y la amplia participación de instituciones y ciudadanos no organizados. La impostura es clara o ¿no?.
La cuarta impostura consiste en creer que un proceso liderado y controlado por el actual gobierno, este por fuera de las políticas educativas que ha impulsado y que se resumen en: 1) Recorte del presupuesto para la educación y la salud a través de la ley de transferencias que propone una reducción significativa de los recursos que se hacen a las entidades territoriales y que se calculan en el orden de los 96.8 billones de pesos, en el periodo 2002-2016 [3], 2) Inviabilidad de la educación pública superior a través de un " ...cambio normativo que introduce el Plan Nacional de Desarrollo [4] (y) obliga a las universidades del orden nacional a concurrir en el saneamiento de un pasivo que ha sido y es responsabilidad de la nación ." [5] 3) Articular de manera "eficiente" el sector educativo con el mercado laboral. Políticas que han sido fuertemente cuestionadas por amplios sectores de la sociedad y de sus organizaciones y que llevaron al paro nacional que movilizó, como en mucho tiempo no ocurría, a docentes, estudiantes, padres de familia, sindicatos y organizaciones sociales.
En síntesis el plan decenal, sea cual fuere su forma final, no cambiará la actual tendencia de la política pública educativa porque esta se definió en el Plan Nacional de Desarrollo, propuesto por el gobierno, el cual podrá, de acuerdo a su voluntad, tener en cuenta o no las indicaciones del Plan Decenal. Y seguramente tendrá en cuenta aquello que en el documento del plan decenal se ajuste a las políticas educativas propuestas en el Plan de Desarrollo Nacional, con lo cual podrá mostrar, finalmente, un proceso participativo con un mecanismo de seguimiento que podrá ser evaluado como exitoso – la gran impostura -.
Más allá del dramatismo que esta impostura pueda ocasionar al ánimo proactivo, una lección que se repite y se vuelve a evidenciar, es que las fuerzas de oposición a las políticas mencionadas siguen rezagadas; no logran consolidar acciones efectivas que incidan en las políticas públicas educativas y parecen quedar atrapadas en los pocos espacios que como oasis se presentan en este desierto, con la lejana esperanza de poder hacer "algo" que cambie la tendencia.
Sin embargo, las recientes movilizaciones en oposición a las políticas del gobierno de Uribe, junto con el gran desempeño de la secretaria de educación del distrito capital en la perspectiva de la educación como derecho (Bajo el gobierno del Polo Democrático), demuestran que se hace necesario y urgente disputarse y ganarse los espacios políticos de toma de decisiones y de gobierno, para poder realmente incidir en el cambio de la tendencia actual del sistema educativo.
Notas
[1] Ley general de educación articulo 72
[2] Principal diario del país, cuyos dueños son la familia Santos de la cual hacen parte el vicepresidente y el ministro de defensa del actual gobierno.
[3] RAMIREZ, Gloria Inés. ¿en que van las transferencias? EN Seminario Virtual No 65 Corporación Viva La Ciudadanía
[4] Articulo 38 del Plan Nacional de Desarrollo.
[5] MUNERA, Leopoldo. ¿ley de Leyes? Universidad Nacional, Documento de trabajo
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