El excremento del diablo

31/08/2004
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  • Opinión
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El pasado referéndum presidencial y la posterior controversia en torno a sí hubo fraude o no, parece que hubiese logrado el milagro de hacer desaparecer el verdadero motivo que ha originado la profunda crisis política que ha vivido el país en los últimos años, el cual no es otro que nuestro petróleo, o más bien, el interés de las grandes potencias de meterle la mano. La crisis venezolana es consecuencia de la manipulación petrolera La crisis que vivimos los venezolanos no es consecuencia directa de nuestras confrontaciones políticas naturales, sino resultado de un clima de conflictividad artificial provocado por la burocracia que desgobierna a Estados Unidos para propiciar un caos que sirva de pretexto para una intervención que les permita dominar nuestras reservas e industria petrolera. Cuanta razón tenía Pérez Alfonzo, el venezolano fundador de la OPEP cuando afirmaba que el petróleo es el excremento del diablo. Para poder explicar esto cabalmente, se presenta un cuadro diseñado sobre la base de las cifras que de reservas probadas, producción y consumo de petróleo que he extraído del informe sobre la actual situación petrolera mundial elaborado por la empresa petrolera British Petroleum, así como algunas consideraciones que considero importantes. Este informe de la BP se puede consultar en el sitio WEB: http://www.bp.com/centres/energy/index.asp Dichas consideraciones se limitarán a lo puntual de la actual situación, pero un análisis con detenimiento de las cifras de BP permitirá al lector, sin duda alguna, comprender muchos de los acontecimientos pasados, presentes y, seguramente, los por venir en el ámbito mundial. Por ejemplo, podrá entender cómo la disminución drástica de las reservas del Mar del Norte de Gran Bretaña, hacen que ese país sea incondicional de las políticas guerreristas norteamericanas; la situación de dependencia total de Japón de los crudos del exterior, así como su estancamiento crónico en su consumo desde 1993, que de alguna manera debe afectar su producción industrial; el crecimiento sostenido de la demanda de China; el agotamiento de los que una vez fueron grandes yacimientos mexicanos presumiblemente gracias a las políticas neoliberales depredadoras; la dependencia casi total de Europa del petróleo importado lo que explica la apertura de esa región hacia las repúblicas ex soviéticas; el sorpresivo incremento de las reservas iraquíes en un período en que ese país sufría un embargo brutal; por mencionar sólo las más relevantes. CUADRO COMPARATIVO DE RESERVAS PROBADAS, PRODUCCIÓN Y CONSUMO DE ALGUNOS PAÍSES IMPORTANTES PARA EL PRESENTE ANÁLISIS Cifras en miles de barriles de petróleo

 

 

 

 

 

Duración

 

 

Duración

 

Reservas

Probadas

Producción

diaria

Reservas

Consumo

diario

Reservas

País/Región

1993

2003

1993

2003

en años

1993

2003

en años

Japón

0

0

0

0

 

5,441

5,451

 

Europa Occidental*

16,300

17,500

5,500

6,590

7.3

14,171

15,152

3.2

Estados Unidos

30,200

30,700

8,583

7,454

11.3

17,236

20,071

4.2

China

29,500

23,700

2,898

3,396

19.1

2,913

5,982

10.9

América del Sur

14,700

24,200

2,240

3,754

17.7

3,374

4,098

16.2

México

50,800

16,000

3,132

3,789

11.6

1,638

1,864

23.5

Venezuela

64,400

78,000

2,592

3,200

66.8

430

526

406.3

Irak

92,900

115,000

456

1,344

234.4

n/d

n/d

 - -

Total Mundial**

1.023.600***

1,147,700

66,006

76,777

41.0

66,687

78,112

40.3

* Sin países exUnión Soviética
** Incluye los países listados más el resto de los países
***No incluye las reservas de la Federación Rusa
El interés norteamericano El primer dato que quiero destacar es el de las reservas probadas norteamericana de petróleo, que apenas ascienden a 30.700 millones de barriles. Esto significa que, con un consumo actual de 20.071.000 barriles diarios no alcanzarían ni para 5 años, y que a la rata actual de explotación de 7.454.000 barriles diarios, apenas alcanzaría para 11 años de producción. Estas cifras son particularmente significativas para una nación cuya vida económica está basada en el petróleo. En efecto, con una población que apenas alcanza el 5% de la población mundial, Estados Unidos consume 20.071.000 de barriles de petróleo diarios, el 26,1% del consumo mundial. Y lo que es más significativo, este consumo ha ido en constante aumento, pasando de 17.236.000 de barriles en el año de 1993 a los veinte millones antes señalados. Un aumento del consumo de un 16% en sólo 10 años. ¡Un crecimiento en su consumo de un 1.6% interanual! Esta situación, que para cualquier país normal significaría solamente el tener que depender del crudo del exterior, para Estados Unidos, cuya dirigencia política ha sido enajenada por delirios de grandeza y de dominación, y que los expresan en frases tan ridículas como la del “destino manifiesto”, esta situación es inaceptable. Bajo su filosofía del poder necesitan controlar, necesariamente y directamente, sus fuentes de suministro de petróleo. No tenerlas, sencillamente desespera a su burocracia dominante. Y aquí conviene destacar un punto muy importante de esas cifras. Al examinarlas se deduce que Estados Unidos ha fijado un piso mínimo para sus reservas de unos 30.000 millones de barriles y con el fin de mantenerlo ajusta su producción, la cual pasó de 8.583.000 de barriles de petróleo diarios en 1993, a 7.454.000 en el año 2003. Una disminución de 1.129.000 barriles diarios en sólo 10 años. Si a dicha cifra le sumamos el aumento del consumo experimentado por ese país en esos mismos 10 años, que fue de 2.835.000 barriles diarios, tenemos que Estados Unidos ha contribuido a incrementar el déficit petrolero mundial con un total de 3.964.000 barriles diarios. Pero ellos se han cuidado muy bien de ocultar este hecho, y, fariseicamente, en vez de aumentar su producción, presentan ante el mundo a la OPEP como la verdadera causante de la crisis mundial de petróleo y de sus altos precios. Lamentablemente, así lo perciben todos los norteamericanos. La situación es tan grave que para mantener el nivel de reservas actual en el mundo, tendría que descubrirse cada dos años y medio, yacimientos que contengan tanto petróleo como todas las reservas de crudo comercial venezolanas. Algo imposible que suceda, por más que se anuncien descubrimientos de Colombia, México, etc. No compensan el consumo creciente. Nuestro deber: Pensar primero en Venezuela En este punto es pertinente hacer una reflexión. ¿Por qué Venezuela tiene que sacar dólares de donde no tiene para un costosísimo plan de exploración con miras a incrementar la producción petrolera, si los mismos Estados Unidos rebajan su propia producción para conservar sus reservas? ¿Es que nos vieron la cara de pendejos? Creo que esos miles de dólares tendrían mejor uso en la inversión productiva, e incluso, en la inversión en los procesos industriales transformadores del petróleo, que son, en opinión de muchos, incluso del mismo Walter Martínez, el verdadero negocio petrolero y de donde se obtienen las mayores ganancias. En este aspecto me parece que la medida tomada en el segundo gobierno de Caldera fue inteligente, al subastar bloques para exploración, y quien quiera petróleo que participe y corra con los altos gastos de exploración y explotación. Claro, con un royalty sustancial para la nación, preferiblemente en crudo. De esa manera nos ahorraríamos los altos costos de exploración, dejaríamos casi intactas nuestras reservas actuales y tendríamos más crudo nuestro para procesarlo. Es decir, pura ganancia. Y la otra reflexión que surge, es ¿Por qué Venezuela no aplica la misma política norteamericana de proteger sus reservas, ya no como en el caso de ellos que buscan la dominación mundial, sino pensando en nuestros hijos y nietos, que también tienen derecho a su usufructo, estableciendo límites de explotación que garanticen una duración de las reservas, digamos de unos 60 años? Si así fuese, la producción tope actual sería de unos 3.500.000 de barriles diarios. De todas formas, si se aumentan las reservas, se aumenta la producción. ¿Cuál sería el problema? Intervención y asesinatos motivados por el petróleo Pero volvamos al tema central. Esa realidad petrolera, y sólo ella, explica la invasión de Estados Unidos a Irak y Afganistán, despreciando el papel de las Naciones Unidas, y que fue acompañada con el cobarde asesinato de miles de sus habitantes, incluyendo mujeres, niños y ancianos ultimados a mansalva por sus armas de destrucción semi-masivas; y desconociendo todas las normas y tratados acerca de los derechos humanos, mediante los ajusticiamientos sumarios, las torturas y la vejación a miles de miembros o sospechosos de la resistencia iraquí. Asimismo, esa realidad y sólo ella, explica también el porqué Estados Unidos adelantó la organización y financiamiento en Venezuela de una dirigencia opositora terrorista, vendepatria y fascista que se prestó a dar un golpe de estado, un paro subversivo y una pantomima de insurrección guarimbera, con el único objetivo de crear un estado de conmoción tal que sirviera para que la burocracia dominante en Estados Unidos lo mostrara ante el pueblo estadounidense y le sirviese de excusa para intervenir en nuestro país, y así apropiarse de nuestra industria y nuestras reservas petroleras. No es casualidad que los lacayos locales del imperio ya hablaban de sus planes de, llegados al poder, retirar a Venezuela de la OPEP, como está México, y aumentar la producción diaria de petróleo a 10.000.000 de barriles, sin importarles que en sólo 20 años nos quedemos sin petróleo ( Basándonos para ese cálculo en las cifras del informe de BP que muestran que tenemos solamente 78.000 millones de barriles de petróleo comercial en nuestras reservas) con tal de llenarse sus bolsillos de dólares por pago de servicios prestados. Correríamos así el mismo destino de México y del Mar del Norte, lugares en los cuales se depredaron inmisericordemente las cuantiosas reservas de crudo que existían, tal como lo podrá apreciar el lector en los cuadros del informe de BP. Está realidad es la que explica también la acción de los dirigentes de la oposición de pretender crear y agudizar artificialmente un clima de confrontación desde el mismo día del referéndum, denunciando un supuesto fraude, cumpliendo así las órdenes de la burocracia dominante en Estados Unidos, que ya sabía y muy de antemano, el triunfo de Chávez en el referéndum y que busca de esa manera mantener el alto grado de conflictividad. No es que no haya podido haber fraude, pero la forma en que se manejó esa denuncia, invitando a la gente a la calle y a la insurrección, parecía más excusa para provocar un estallido social, que una razón para protestar. Incluso, según un hojillavidente, las pancartas que denunciaban el fraude el 16 en la mañana, parecían muy elaboradas para ser hechas en pocas horas. Esa estrategia norteamericana es la que explica también la posición de Gaviria, la provocación de su títere Moscoso, la información sesgada de CNN, el fallido intento de torpedear a la resolución de la OEA, el guabineo para reconocer el triunfo de Chávez por parte del Departamento de Estado, entre otras las marramucias. Afortunadamente en nuestro país no pasan de pocas decenas las cabezas visibles que actúan cumpliendo las órdenes imperiales, lo que explica el fracaso de sus intentos desestabilizadores. Por cierto, no quisiera estar en el puesto de esos miserables gusanos y de sus familiares si aquí se presentase una situación como la de Irak. Allá, por la misma dictadura de Hussein, los lacayos de USA eran clandestinos. Aquí actúan, estúpidamente, a pecho descubierto, sin saber lo que se juegan. Lo expuesto nos convence que todas esas argumentaciones que manejan ciertos sectores oficiales acerca de una dirección opositora que ha perdido la cordura, que actúan irresponsablemente o que están disociados son erróneas. La dirección de la CD actúa a plena conciencia por mandato de la CIA. La mejor prueba de esto es la sincronía entre las acciones locales con las ocurridas en el exterior. Por supuesto que sería totalmente irresponsable afirmar que todos los que votaron por el Sí son lacayos del imperio y quieren vender a su país. Eso no es así. La inmensa mayoría de los venezolanos que acompañaron a la oposición son verdaderos patriotas, que no conocen las verdaderas motivaciones. Solamente su dirigencia es la que a conciencia, es fascista, terrorista y vendepatria. Una nueva realidad que precisa de una verdadera revolución En conclusión podemos afirmar a partir del referéndum del 15 de agosto se pudo apreciar el profundo cambio experimentado dentro de nuestra sociedad. La aplastante derrota del Sí lo evidencia. Sólo 3 de cada 10 venezolanos inscritos en el REP se sintieron motivados para acompañar a la oposición. Y es aplastante y determinante, porque en esa elección no se trataba de votar por un partido o por un candidato, se votaba por restituir o no el establishment anterior. Todos los estamentos del sistema anterior participaron activamente. Fedecámaras, la CTV, la Jerarquía Católica, la casi totalidad de los medios impresos, radiales y audiovisuales, las comunidades universidades en su mayoría, la meritocracia pública y petrolera y los partidos políticos de oposición pusieron toda la carne en el asador. ¡Y perdieron! Perdieron su vigencia y liderazgo Hay una nueva Venezuela. De eso creo que no se ha dado cuenta mucha gente. Ni el gobierno que el propio 16 de agosto corrió a pedir diálogos con la mismísima Fedecámaras, impactado por la aplastante derrota sufrida en los sectores medios de las principales ciudades y seguramente bajo el consejo de remanentes de un sistema agónico incrustados en su seno, desilusionando a muchos de sus partidarios. Esa nueva Venezuela necesita una verdadera revolución que establezca nuevas super-estructuras políticas y de funcionamiento en consonancia con esas nuevas realidades sociales. No hay otra. Pero también ese referéndum demostró que en lo externo la situación no ha cambiado. El objetivo estratégico norteamericano de ponerle la mano a nuestros recursos sigue vigente, y el nido de víboras locales (medios, políticos, opinadores, etc.) que responde a esos intereses sigue intacto y más temprano que tarde comenzarán de nuevo con su política de desestabilización. Anticiparse y prepararse para esa eventualidad es tarea fundamental de los sectores nacionalistas. Desde formar sólidos movimientos populares, hasta conseguir una estructura militar cónsona con la tarea de defender nuestros recursos, por ejemplo, con una infantería que no debería bajar de unos 500.000 efectivos y un poder de fuego fuerte y avanzada tecnológica.
https://www.alainet.org/es/articulo/110469
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