Una propuesta sencilla para acabar con la mega inflación y con la creciente desigualdad social

08/05/2018
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Ciertamente, para que las medidas que se tomen para enfrentar esta crisis, primero hay que comprender nuestras realidades. Si no se tiene un diagnóstico preciso, todas las medidas estarán condenadas al fracaso.

 

En mi opinión estas son algunas de las características principales de nuestra realidad y de la mega inflación:

 

PRIMERO: La causa de ella no es el aumento del precio del dólar dirigido por la página “dólar today”, como han venido afirmando los miembros del equipo económico del gobierno. Lo demuestra el hecho de que los precios aumentasen cuatro y cinco veces desde hace un mes cuando el precio del dólar que mostraba dicho sitio web no había aumentado más allá de un 20%. Por supuesto que al Departamento de Estado darse cuenta de esta incongruencia que dejaba al descubierto a los verdaderos responsables, corrigió esa situación.

 

SEGUNDO: El aumento desmesurado de los precios en realidad es producto de la acción de los sectores privados internos. Para entender esto hay que recordar que el sector industrial está dominado por las grandes transnacionales, lo que determina un control tanto de las empresas proveedores de materias primas e insumos y servicios, como de los circuitos de distribución. De hecho, la mayoría de las cámaras que integran Fedecámaras están dominadas por dichas transnacionales y las empresas que dependen de ellas. Es una cúpula empresarial al servicio del Departamento de Estado. El que tenga dudas de esto que revise la composición de Fedecámaras.

 

Tenemos así pues que el manejo de los precios y el desobedecimiento de las distintas normas del ejecutivo, como por ejemplo el colocar los precios en los productos está dirigido directamente por el Departamento de Estado.

 

El no entender esto llevó al gobierno a cometer el error de creer que el “mal llamado diálogo” en República Dominicana era con el empresariado nacional cuando en realidad era con el Departamento de Estado. Esto ha hecho en buena medida que hayan fracasado las medidas tomadas para enfrentar la mega inflación.

 

TERCERO: En nuestro país se ha presentado un fenómeno desconocido en nuestra historia: el de la emigración, que según analistas y encuestadores ha experimentado un crecimiento explosivo en los últimos tres años, al punto que se estima entre tres y cuatro millones de personas que han salido de nuestro país hacia otras tierras.

 

Ello ha ocasionado un tremendo impacto tanto en lo social como en lo económico, porque a diferencia de los otros países de Latinoamérica en los cuales se ha producido en las últimas décadas en los cuales son las capas más pobres las que han emigrado, acá son los técnicos y profesionales los que constituyen el grueso de ese éxodo, lo que ha significado una sangría de conocimientos y capacidades tan necesarios para impulsar nuestro desarrollo.

 

Pero también su efecto ha sido en lo económico, ya que muchos de ellos envían remesas de divisas a sus familiares en el país, en donde el alto grado de conocimientos implica niveles altos de salarios que se traducen en que los montos enviados sean importantes, por lo que los receptores de esas divisas, aprovechando la descontrol del valor de cambio de nuestra moneda, han alcanzado altos niveles de gastos, que contrastan brutalmente con los de la mayoría de la población.

 

Por ejemplo, una familia que reciba digamos 300 dólares mensuales, al cambiarlos al valor del mercado negro recibe 150 millones de bolívares. Es decir, en un mes recibe el equivalente a cien veces el salario mínimo integral mensual.

 

Lo anterior explica cómo, no importa cuánto crezca la inflación y cuanto se devalúe el bolívar, a esos sectores no les afecta para nada.

 

Se ha formado así una nueva capa social con un altísimo nivel de compra, que está aumentando en tamaño y poder. Bástese ver que en opinión de Datanalisis el 20% de la población habrá emigrado. Es la primera vez en la historia que en un sistema socialista se acentúa la desigualdad social en vez de disminuirse.

 

¿Cuál es el tamaño de ese sector? ¿A cuánto alcanzan esas remesas? No hay cifras que permitan dar una respuesta. Pero la misma cotidianidad nos indica que es bastante importante.

 

También esto explica como a pesar de la mega inflación y la crisis, los sectores industriales y comerciales se mantienen con un mercado demandante de sus bienes y servicios que a ojo de buen cubero y si se suman a los receptores de divisas y a las clases capitalistas, podemos calcular en unos diez millones de personas. El doble de un país como costa Rica o del tamaño de Paraguay. Más que suficiente.

 

CUARTO. Vista así las cosas nos encontramos que la mayor parte de las medidas y estructuras económicas que poseemos están desfasadas o son inútiles. Por ejemplo el IVA, que en el pasado se pensó como una forma de estimular la producción y reducir el impacto de algunos bienes y productos en la población de menores recursos y que hoy no sirve para nada.

 

Por supuesto que hay otros aspectos que se deben considerar, pero a mi entender estos son los determinantes en los actuales momentos.

 

Ahora bien, dado que esta mega inflación no obedece a las causas históricas conocidas, sino que es producto de una acción criminal inducida por el matrimonio entre el imperio y sus lacayos, su solución no puede limitarse a las fórmulas conocidas, sino que se debe ser creativo.

 

Una solución sencilla y efectiva

 

Para mí una forma efectiva sería el aumento del IVA en cantidad y extensión y la utilización de un monto similar a lo recaudado en bonos directos a la población más desfavorecida.

 

Por ejemplo y a título pedagógico, si fijamos un IVA en 100% y ese monto se distribuye, los más pobres pudieran disponer de mayor dinero para adquirir bienes y servicios que hoy aparecen inalcanzables. Si un litro de Mazeite vale hoy 600.000 bolívares, el IVA de 100% sería 600.000 Bs. y ese mismo litro de aceite pudiera ser adquirido también por las clases populares.

 

Esto tendría efectos muy beneficiosos en la economía ya que estimularía una demanda que, con una correcta estrategia, “halaría” la producción.

 

Además no se necesitarse de leyes impositivas especiales, ya que la tasa del IVA se coloca a potestad del ejecutivo. Esa discrecionalidad en la tasa permitiría iniciar con un porcentaje menor, digamos un 20%, para minimizar el impacto e irlo incrementando en la medida que la inflación no ceda. Bajo este modelo, mientras más suba la inflación más sube el IVA y más dinero fluye hacia los sectores pobres.

 

Otro beneficio es que permite al Gobierno dirigir mayor cantidad del gasto público a saldar lo que Chávez llamó la deuda social mediante la reorientación del mismo hacia obras de infraestructura y mantenimiento y dejando lo fundamental de la adquisición de alimentos y medicinas a un monto similar a lo recaudado por el IVA.

 

Además, es muy fácil de implementar. Basta solo una sencilla modificación en el software de las máquinas de los puntos de venta para que el IVA se calcule automáticamente y se entere directamente en el Tesoro Nacional.

 

Y si algún vivo quiere utilizar las transferencias de fondos para evitar el IVA, pues a las mismas se le debe aplicar el mismo procedimiento. Con lo cual se pecharía a tantas transferencias producto de la compra veta de divisas.

 

Lo que si debe eliminar son esas excepciones al IVA que lo que hacen es estimular la especulación. Vi el grotesco caso de una factura que no cobró IVA de una clínica privada que cobró Bs. 180 millones de bolívares por cuatro días de hospitalización, sin cirugía ni estadía en cuidados intensivos, incluyendo 75 millones de bolívares en honorarios médicos.

 

Lo dicho, este sistema “socialista” actual en realidad está diseñado para favorecer a los ricos.

https://www.alainet.org/es/articulo/192743
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