Foro brasileño por la reforma agraria:
"Repartir la tierra y multiplicar el pan"
12/06/2000
- Opinión
En el Brasil existen más de 3 millones de propiedades rurales catastradas,
que ocupan un área de 331 millones de hectáreas. De este total, los
minifundios representan el 62,2% de las propiedades que ocupan el 7,9% del
área total. Mientras que los latifundios equivalen a una concentración del
2,8% y ocupan el 56,7% del área total. A esta situación se suma la
improductividad de la tierra que alcanza a una media nacional del 62,4%,
según datos del Incra (Instituto Nacional de Colonización y Reforma
Agraria), lo que significa que más de 35 mil latifundios repartidos en 166
millones de hectáreas están desaprovechados.
Enmienda constitucional
Frente a esta desproporcionada realidad el "Foro Nacional por la Reforma
Agraria y Justicia en el Campo" presentó una propuesta de enmienda
constitucional que busca establecer un límite máximo a la propiedad de la
tierra en el Brasil.
El texto de la enmienda que se incluiría al inciso V de la Constitución
Federal, propone la condición que el "área total de un inmueble no debe ser
de más de 35 módulos fiscales (*), único o en conjunto en todo el territorio
nacional, bajo el dominio o cualquier título, de una misma persona física o
jurídica". Y un párrafo único al artículo 186 que plantea que "el requisito
fijado en el inciso V será auto aplicable, siendo que la incorporación al
patrimonio público del inmueble rural con un área superior al límite
establecido en ese inciso será libre de indemnización, al titular, del
respectivo valor de la tierra correspondiente a la parcela del área
excedente a los treinta y cinco módulos fiscales". Estas medidas darían la
garantía de una repartición más justa de la tierra y se evitaría la
concentración en pocas manos.
La Campaña
Para esto, el Foro Nacional por la Reforma Agraria y Justicia en el Campo,
lanzó la Campaña Nacional por la Enmienda Constitucional que establece un
límite máximo a la propiedad de la tierra en el Brasil "Límite de Justicia:
Un millón para repartir la tierra y multiplicar el pan" con el fin de
recoger un millón de firmas en respaldo a la petición de enmienda
constitucional.
La campaña fue lanzada en Brasilia, en el Espacio Cultural de la Cámara de
los Diputados, con la presencia de los representantes de los miembros del
Foro. El documento del proyecto de enmienda, fue entregado al presidente de
la Cámara, Michel Temer, quien lo consideró "muy importante". También fue
entregado en el Palacio de Planalto y en el Tribunal Supremo Federal,
mediante una audiencia con su presidente, Carlos Veloso, quien motivado por
la campaña, propuso un foro de debates con juristas sobre la función social
de la propiedad.
De esta manera la campaña inició su recorrido por todo el país, buscando
firmas de apoyo, tomando en cuenta que el proyecto de enmienda ya tiene las
171 firmas necesarias para su presentación formal en el Congreso. De
cualquier manera este millón de apoyos serían una presión para que el
Congreso lo tome muy en cuenta.
El gobierno de FHC
Si bien el presidente Fernando Henrique Cardoso (FHC), se vanagloria de su
política de reforma agraria y su oposición al latifundio, la actual
situación del país demuestra lo contrario. La política agraria se redujo y
casi desapareció, tanto así que entre 1995 y 1999 se produjo un éxodo rural
de más de 4 millones de personas, al tiempo que el gobierno habla de haber
asentado a más o menos 1,8 millones (ver ALAI 314, 23/05/2000). Se calcula
que al ritmo de asentamientos que lleva el gobierno se demoraría no menos de
50 años para asentar a todos los trabajadores rurales sin tierra del Brasil.
El programa más reciente del gobierno, llamado "Nuevo mundo rural", prioriza
la descentralización de las acciones de reforma agraria: del gobierno
central a los Estados y municipios. Mas esta medida tiene sus limitaciones
como las que ellos no tienen competencia, ni recursos, peor aún estructuras
creadas, que permitan la ejecución de una verdadera reforma agraria.
Este programa gubernamental pretende entregar a los terratenientes la
responsabilidad de la redistribución de la tierra por medio de la
implantación de los programas Cédula de la Tierra y Banco de la Tierra.
Estos programas, que cuentan con el apoyo del Banco Mundial, están
orientados a sustituir el proceso de expropiación de la tierra conforme lo
determina la Constitución, estableciendo un mercado de tierras que
permitiría que los latifundistas vendan sus peores tierras a precios más
altos.
Como consecuencia inmediata de estas acciones, la estructura del Incra sería
desmantelada y perdería su capacidad de cumplir su mandato consitucional.
Si se genera un mercado de la tierra en el cual el Estado ya no garantice la
función social de la tierra, serán los latifundistas los que controlarán la
situación. De modo que se anularía la principal conquista social incluida
en la Constitución Federal y en el Estatuto de la Tierra: la exigencia del
cumplimiento de la función social de la propiedad de la tierra.
Foro por la Reforma Agraria
El tema de la reforma agraria en el Brasil nunca ha sido tratada como una
prioridad por los gobiernos. De cara a esta realidad, en 1995 se conformó
el Foro Nacional por la Reforma Agraria y la Justicia en el Campo, con el
propósito de articular las acciones de las entidades de la sociedad civil y
organizaciones no gubernamentales que trabajan por la reforma agraria.
La actividad del Foro se orienta a lograr que la reforma agraria no sea
vista solamente como un asunto de la gente del campo, sino que sea entendida
como un problema nacional, en tanto es un factor de generación de empleo y
de renta, de disminución de éxodo de campesinos a las ciudades, de
distribución de la tierra y de la renta, o sea un asunto de desarrollo
sustentable. Según datos mundiales, Brasil es uno de los dos países del
mundo donde las personas de las ciudades quieren volver al campo. En las
ciudades, el desempleo y el deterioro de la calidad de vida hace que los
centros urbanos sean cada vez más insustentables. En este contexto la
reforma agraria es un elemento central del nuevo rumbo en el desarrollo del
Brasil.
(*) Un módulo fiscal es la denominación técnica que el gobierno da al tamaño
mínimo que debe tener una propiedad rural de acuerdo a la región del país.
El tamaño lo determina el INCRA sobre la base estudios técnicos.
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