Neoliberalismo en Venezuela
- Opinión
En nuestro artículo anterior definimos el concepto de neoliberalismo y asimismo, presentamos interrogantes que surgían en diversos sectores del país acerca del carácter de las medidas sociales tomadas por el gobierno de Chávez, si son neoliberales, populistas o revolucionarias.
En realidad, eso que se ha dado en llamar neoliberalismo no es ningún cuerpo doctrinario sino una amalgama de argumentos traídos por los pelos para tratar de implementar un nuevo sistema de dominación imperial que busca, tanto fragmentar las sociedades de los países pobres, como impedir su desarrollo económico soberano. Por lo tanto, saber si un gobierno es neoliberal o no, es bien sencillo, basta analizar el efecto de sus medidas económicas y sociales.
¿El gobierno de Chávez es o no neoliberal?
Un primer acercamiento a los cinco años de gobierno de Chávez parece indicar que estamos en presencia de un gobierno de neto corte neoliberal, ya que ha implementado medidas tales como:
Desviar los fondos depositados en las instituciones financieras del Estado al utilizarlos como inversión. De acuerdo a cifras de Sudeban a julio de 2004, el Banco Industrial ha captado de los ahorristas 1.708.308.000.000 Bs., pero sólo ha otorgado créditos por 218.193.000.000 Bs., colocando 996.102.000.000 Bs. como inversiones financieras Igual sucede con Banfoandes, que ha captado de los ahorristas 491.429.000.000 Bs., pero sólo ha otorgado créditos por 109.318.000.000 Bs., colocando 399.849.000.000 Bs. como inversiones financieras. Y Bandes no escapa a esa política. De ahí que ese alboroto de una masificación de créditos productivos sea un mero show mediático. Las políticas de negar recursos a la inversión con el elevado índice de desempleo, con una fuerza laboral que se incrementa cada año en más de 400.000 personas, y de secar los ahorros de una región para colocarlos en la capital de la República, como en el caso de Banfoandes, es verdaderamente criminal.
Encarecimiento del dinero, manteniendo en el sistema financiero unas tasas de interés a niveles de usura desenfrenada, con el fin de deprimir la inversión.
Estimular descaradamente vicios como el juego, con la proliferación de bingos, casinos, centros hípicos, etc., con el claro propósito de resquebrajar los principios éticos de la sociedad. Igual propósito se busca con la eliminación de las prohibiciones de cuñas de licores en la TV.
Crear las condiciones para una guerra civil que justifique una intervención extranjera, permitiendo que los medios de comunicación social alimenten sentimientos de odio entre los venezolanos, al trasladar maliciosamente al aspecto social, los mismos argumentos neoliberales esgrimidos en el campo económico, que según el comentado autor David G. Smith son los de buscar “un mercado autorregulado, no restringido por los monopolios ni por la intervención política”.
Argumentan que esa misma política aplicada en lo social hará que los medios se autorregulen, y que no habrá necesidad de ningún tipo de restricción. Autorregulación que por supuesto no sucede, porque más bien, los dueños de los medios, conocedores de la impunidad que esa política conlleva, se aprovechan para colocar a su servicio las televisoras, radios y periódicos, vomitando cualquier cantidad de falacias, envenenando a buena parte del pueblo, y generando profundos sentimientos de odio. Falacias que no son desmentidas y que quedan como verdad para el televidente.
Y esa impunidad no sólo es permitida sino que también alentada por algunos funcionarios del Estado, seguramente influenciados por esos argumentos. Así vemos como el mismo Fiscal General, Dr. Isaías Rodríguez, el 12 de abril del 92 en el diario El Globo expresó que la decisión de las televisoras privadas de dividir las pantallas en medio de las cadenas presidenciales era “salomónica”, “me parece que fue una salida inteligente esa forma creativa”. Por cierto que en esa misma edición el Fiscal sostenía su desacuerdo con lo expresado por el defensor del pueblo en el sentido de declarar el paro insurreccional de PDVSA de ilegal y que constituía un delito de lesa patria. Rodríguez explicó tajantemente que “si una decisión de esta naturaleza se hace”, la fiscalía “no la ejecutará.”
Si algo demuestra lo estúpido de los argumentos neoliberales de “Laissez Faire” aplicados a escala social, es lo ocurrido con los medios. Porque no es como se afirma, que con el referéndum fueron derrotados. Al contrario, triunfaron, sólo que lo hicieron en aquella parte de la población a la que tienen acceso continuo, fundamentalmente en la clase media. ¿Quién lee El Nazional y El Universal, o ve Globoterror o los espacios de opinión? Si tuviésemos el porcentaje de clase media de Chile cuando Allende del 53%, y no el del 20%, hace tiempo que se hubiese instaurado el fascismo.
No deseamos que se coarte la libertad de expresión, pero si que se impida la utilización de los medios como vehículos desintegradores de la sociedad, que pasa necesariamente por convertir propiedad su propiedad en democrática y profesional. Coincidimos con la propuesta de Vladimir Villegas de realizar un amplio debate nacional sobre el papel de los medios como controladores sociales.
Construir artificialmente la figura de “pueblo” para las reducidas comunidades indígenas de nuestro país, manipulando sentidas reivindicaciones sociales, con el fin de lubricar futuros procesos secesionistas, intentando así impedir la unidad latinoamericana e introduciendo elementos de discordia entre los diferentes grupos étnicos, que ha traído un enfriamiento con países vecinos, potencialmente aliados en las luchas por la soberanía y en los que este problema es muy sensible.
Introducir en la Constitución, figuras desintegradoras de la sociedad como la de desobediencia civil y la de asambleas de ciudadanos, buscando así que sean las minorías organizadas y agresivas las que decidan, tal como sucede en los sindicatos y de colegios profesionales con AD, secuestrando las voluntades de las comunidades organizadas, que deben ser expresadas finalmente mediante el sufragio directo y secreto, sin ningún tipo de presión. Las asambleas deben ser sólo deliberativas.
Inventar la figura del ALBA, que en el fondo persigue lo mismo del ALCA, con el objetivo de encajonar el debate de la integración latinoamericana entre dos figuras aparentemente diferentes, pero esencialmente iguales, similar al truco del policía bueno (ALBA) y el policía malo (ALCA)
Permitir la penetración del capital extranjero dentro de áreas estratégicamente claves de nuestra economía, Ej.: Electricidad de Caracas.
Permitir la existencia de gigantescos latifundios, eliminando de la Ley de Reforma Agraria la limitante de 5.000 hectáreas, con el fin de traspasar a grandes transnacionales los sembradíos de Uverito, los ricos terrenos del sur del lago y del Estado Bolívar, entre otros.
Atacar con políticas ineficientes el gravísimo problema del desempleo, instrumentando acciones meramente populistas para resolverlo, tipo plan de emergencia, pero esta vez con becas en vez de sentarlos en una plaza como se hizo en 1958, sin crear la cantidad de empleos formales estables necesarios, tal como es el caso de la llamada misión Vuelvan Caras, que por cierto no ha logrado alcanzar, ni remotamente, las metas previstas originalmente de reducción del paro.
Construir una “economía de puerto”, potenciando puertos y aeropuertos, construyendo exclusivamente vías férreas hacia y desde esos sitios con los grandes centros poblados, para garantizar a los productos importados el acceso a grandes mercados, convirtiendo la promesa electoral de potenciar el eje Orinoco - Apure en realmente la construcción del eje neocolonial Santa Teresa - Puerto Cabello, despreciando y enviando al desván el tan cacareado desarrollo endógeno.
Estímular el establecimiento de grandes cadenas de comercialización de alimentos, medicinas, franquicias, etc., que optimizan el rendimiento del capital de los grandes grupos y que constituyen un golpe mortal al modesto capital nacional, destruyendo centenares de miles de puestos de trabajo.
Concentrar a la población en las ciudades más grandes, con obras faraónicas como sistemas de Metros, buscando crear un mecanismo de efecto-demostración que sirva de imán para que grandes contingentes de habitantes se trasladen a dichos centros urbanos, y que logre un costo marginal atractivo para la inversión extranjera en áreas como telecomunicaciones, financiera, servicios; etc.
Destrucción de la planta industrial de la pequeña y mediana industria nacional, a fin de ofrecer a la inversión extranjera un “mercado libre de competencia.”
Apertura incondicional del sistema bancario al capital extranjero.
Ahondar la brecha entre pobres y ricos, ayudando a que los grupos más ricos del país sean cada vez más ricos, como es el caso por ejemplo de los Cisneros y de los Mendoza de Polar, que, según el reconocido sitio www.Forbes.com, tenían 2.100 y 3.100 millones de dólares al arribar Chávez al poder en 1998 y ahora sus fortunas ascienden a 4.660 y 4.100 millones de dólares respectivamente.
Intentos de establecer una política irracional de explotación petrolera que acabe con nuestras reservas de crudo en pocas décadas
Los encargados de aplicar estas medidas actúan al descampado ante la ausencia de críticas por parte de una oposición que está conducida por una dirigencia que también apoya las medidas neoliberales y que las aplicaría de acceder al gobierno. Asimismo buscan incorporar al gobierno a connotados neoliberales, como Claudio Fermín, reconocido abanderado de esas posiciones.
Pero por otra parte, al efectuar el análisis integral de la acción del gobierno nos encontramos con una gran contradicción. Al lado de estas medidas, que lesionan nuestra soberanía y facilitan nuestra neo-colonización, el gobierno de Chávez ha tomado un conjunto de medidas que se pueden catalogar como francamente anti-neoliberales. Tales son los casos de aquellas destinadas a:
Ingresar en el Mercosur y buscar caminos hacia la integración
Promover la creación de una empresa petrolera latinoamericana
Promover la creación de un servicio televisivo regional.
Establecer un control de cambios que impide la salida indiscriminada de divisas.
Planificar la creación de medios de comunicación alternativos, tanto en el ámbito nacional como continental.
Eliminar el IVA de bienes de capital destinados a la industria del plástico.
Promoción de ruedas de negocios bilaterales con los demás países de la región.
Apertura hacia mercados no tradicionales y fuera del ámbito de dominación norteamericana, como China, India, etc.
Eliminar el IVA para los productos manufacturados en el país destinados a equipar a los hogares.
Mantener la propiedad estatal sobre la extracción de las materias primas básicas.
Mantener la propiedad estatal y repotenciar los servicios de energía.
Esbozos de la configuración de una línea aérea nacional estatal.
Esbozos de constituir astilleros.
No disminución de la Fuerza Armada y creación de un cuerpo de reservistas.
Una acción contradictoria
La lista de estas medidas es más extensa. Este accionar disociado del gobierno lo que evidencia, en mi criterio, es la existencia de profundas contradicciones en el seno del mismo, entre sectores neoliberales y sectores nacionalistas.
Una muestra palpable de esta confrontación fue el llamado a diálogo que hizo el gobierno apenas terminó el referéndum, que llevó a que el presidente se reuniera en el palacio de Miraflores con la Asociación Bancaria Nacional (que incluye poderosos bancos de capital extranjero) para diseñar “estrategias oficiales” en el sector bancario. Es inconcebible que en el propio palacio de gobierno se diseñen políticas nacionales con la participación activa del capital financiero transnacional, cuando eso debería ser prerrogativa exclusiva de nosotros los venezolanos. Es un irrespeto total a nuestra soberanía. Eso fue un triunfo indiscutible del sector neoliberal dentro del gobierno.
Sin embargo no fue completo. A pesar de sus esfuerzos para efectuar reuniones similares con Fedecámaras para definir “estrategias”, los sectores nacionalistas dentro del gobierno impidieron esa aberración, y el diálogo se comenzó a realizar directamente con los empresarios venezolanos. O por lo menos eso creemos, realmente no sabemos si asisten directivos de las transnacionales.
FEDECÁMARAS no es la misma
Y digo que es una aberración, porque Fedecámaras dejó hace mucho tiempo de ser esa asociación de empresarios venezolanos que cuando se fundó perseguía objetivos de desarrollo económico, tal como lo podemos apreciar en sus propuestas originales:
“Establecer un sistema de crédito para el fomento de la producción agropecuaria, a largo plazo, de fácil extensión a bajo costo y sin demasiadas tramitaciones...
Proveer al Banco Agrícola y Pecuario de fondos para este efecto, es una necesidad urgente e inaplazable.
Que se concedan créditos amplios y suficientes a la producción industrial, suministrándole al Banco Industrial de Venezuela, los fondos para tal efecto.
Que la Federación....estudie la organización de un Banco de la Producción Nacional (subrayado nuestro), con un capital suficiente para el desempeño de su función.
Que se estudie la formación de un Banco Nacional Hipotecario”
Tomado del libro de Samuel Moncada: “Los huevos de la serpiente”, Alianza Gráfica Editorial, Caracas, Marzo 1985, Pág. 150.
Hoy Fedecámaras es dominada en lo fundamental por el capital transnacional que cuenta con una presencia determinante en importantes cámaras, y sus apoderados locales ocupan altos cargos de dirección. Se puede afirmar que las acciones desestabilizadoras emprendidas por Fedecámaras han sido orquestadas por el capital extranjero. Claro que cuentan con el apoyo de muchos empresarios nacionales cuyas firmas sobreviven como proveedores o distribuidores de dichas transnacionales.
A continuación les presentaré una muy reducida, pero significativa lista de empresas que una vez fueron de capital nacional y que fueron absorbidas por el capital extranjero:
Ron Pampero, Cementos La Vega, Pastas Ronco Milani y Fiorentina, CANTV, Aceites Vatel, El Rey y Branca, Ron Añejo Cacique, Helados Tío Rico, Maxys, Cada, Arroz Santa Ana, Aeropostal, Manteca Los Tres Cochinitos, SIDOR, Seguros Caracas, Banco de Venezuela, Corpbanca, Banco Caracas, Banco Provincial, Banco de Lara, Seguros La Seguridad, Indulac, VIASA, Electricidad de Caracas, La Torre del Oro, Industrias Savoy, Protinal, Agua Mineral Minalba, etc, etc, etc.
Si a lo anterior le sumamos el control total o casi total que tienen las empresas extranjeras en la mayoría de los segmentos importantes de la economía nacional a través de sus propias marcas como IBM, HP, GM, Ford, American Air Lines, American Express, Visa, Sony, Philips, Samsung, Nike, Adidas, Nokia, Toyota, Hilton, Pepsicola, Cocacola, etc., etc., etc., además de la participación del capital extranjero en empresas de servicios como agencias de publicidad, bufetes de abogados, empresas consultoras y cadena de franquicias, se llega a la conclusión que hoy Venezuela es un verdadero enclave del capital internacional, y que no goza de mayor soberanía económica. Por cierto, todas esas empresas que están operativas pertenecen a Fedecámaras.
Posiciones obsoletas
Esta actuación gubernamental ambigua y contradictoria ha sido posible por dos factores: 1) la inexistencia de un plan económico elaborado y discutido por el país nacional; y 2) la ausencia de propuestas de una oposición conducida por una dirigencia terrorista, fascista y vende patria, que también apoya el neoliberalismo y que sustenta su posición en las tesis entreguistas de Betancourt, elaboradas hace más de 60 años y sin ninguna vigencia, y que quedan expresadas, aunque parezca mentira, en la frase de Fidel de que “no hay que tentar al demonio”, es decir, no hay que irritar a Estados Unidos. En nuestro caso, con el asunto de la dominación neoliberal.
Esa posición era entendible hace 50 años, pero mantener ahora esa tesis en Suramérica es una estupidez del tamaño de una catedral. Es no comprender los profundos cambios cuantitativos y cualitativos que ha experimentado la región. Solamente en el aspecto demográfico han sido impresionantes. (Ver cuadro al final) Por ejemplo en Suramérica, los diez países de origen latino que la integran sumaban 110 millones de habitantes en el año 1952, la mayoría analfabetas y campesinos, cuando Estados Unidos tenía 152 millones. Hoy la situación es muy diferente. Esos mismos países tienen hoy más de 358 millones de habitantes, la mayoría urbana y con decenas de millones de universitarios y profesionales, en tanto Estados Unidos tiene unos 287 millones.
Crear un organismo político para el desarrollo latinoamericano
Estas realidades imponen que exista una nueva expresión política. La existente, la tristemente célebre OEA, ha quedado superada y más bien constituye una traba gigantesca a las necesidades de desarrollo de nuestros países, dado el dominio en ella de Estados Unidos. A mí en lo personal me irritó que, en una sesión trasmitida por televisión desde su sede en Washington, la presidenta dirigiera el debate ¡EN INGLÉS!, en un organismo mayoritariamente latino. A eso hemos llegado.
La OEA fue diseñada, como muy bien lo expresó Fidel en su época, como el departamento de colonias de Estados Unidos, en defensa de un mal llamado sistema interamericano, y no como organismo impulsor del desarrollo y la prosperidad en la región. Es que sólo hay que leer los objetivos que anunció el nuevo Secretario General para darse cuenta de ello.
Esa estructura de la OEA al servicio del Departamento de Estado explica el porque, a pesar de los numerosos esfuerzos hechos por nuestros países en los últimos cuarenta años, creando organismos como el SELA, el Pacto Andino, el parlamento andino, el parlamento latinoamericano, los grupos de países de los tres, el Mercosur, la Caricom, etc., y tantas otras iniciativas, no hemos podido lograr casi nada en los procesos de integración.
Es que, como lo sabe hasta un estudiante de primer semestre de Estudios Políticos, para que objetivos como esos se alcancen, es necesario contar con una estructura jurídico-política adecuada, al servicio de los objetivos planteados. Como la OEA no cumple con ese papel, a los países latinos que deseen la integración no les queda otro camino que construir esa nueva plataforma política.
Si no se hace así, ¿De qué integración estamos hablando? ¿Cuales serán los mecanismos para poder establecer las reglas del juego y para dirimir las necesarias controversias que convenios tipo ALCA conllevan? Evidentemente, ninguno, o, en todo caso, el criterio norteamericano. En estas asociaciones chimbas Estados Unidos será juez y parte.
Eso es inaceptable, y pienso que el ejemplo de la Comunidad Europea debe ser estudiado y adaptado. Por ejemplo, aprovechando la circunstancia de que en países como Argentina, Brasil, Paraguay, Venezuela y seguramente Uruguay, las fuerzas políticas nacionalistas detentan el poder, es una oportunidad de oro para pensar en constituir una Comunidad de Países Latinoamericanos, que ya alcanza los millones de habitantes, que construya las instancias jurídicas (convenios, acuerdos y reglamentos), Económicas (aranceles, moneda común) y políticas (parlamento propio, por ejemplo) para establecer bases ciertas y sólidas para la integración. Por supuesto que esto implicaría la salida de nuestros países de la OEA y suspender esas medidas tontas que no llevan a ninguna parte, como es el caso de ese ridículo pasaporte andino.
Esta semilla de países, en la medida en que comience a obtener resultados concretos y positivos, servirán de ejemplo para que otros países de la región se integren, tal como ha sucedido con la Comunidad Europa. También es previsible que otras sub-regiones como los países del Caribe o los de Centroamérica constituyan organizaciones similares que puedan llevar a mediano plazo a la integración total de la región, pero ahora en un nivel de soberanía y desarrollo.
Una organización de países de tales características seguramente tendrá mayor peso a la hora de sus relaciones con otros bloques mundiales. Esa si es una revolución que todo latinoamericano espera.
Y, aunque suene extraño, es la mejor vía para Estados Unidos. Si el lector analiza las cifras poblacionales del cuadro que colocamos al final, verá una Europa que con su integración hacia el Este marcha hacia un mercado de más de 800 millones de habitantes, en el cual Estados Unidos no tendrá el papel preponderante del pasado, y si quiere mantener su nivel debe mirar hacia América Latina, y unirse con sus casi 600 millones de habitantes. Pero esto es imposible bajo una relación de tutelaje y dominación. Es necesario un ambiente de igualdad y soberanía, que bajo figuras como las del ALCA o la del ALBA es imposible de conseguir.
Seis puntos necesarios para el desarrollo
Por supuesto que la integración no es la panacea. Hacen falta acciones concretas dentro de nuestro propio país. En nuestra opinión entre ellas deberían encontrarse las siguientes:
1) Una estrategia de desarrollo con medidas económicas y sociales acertadas, con la participación amplia y pública de todos los sectores del país;
2) Que sean derrotados los elementos neoliberales dentro del gobierno,
3) Que se construya una oposición dirigida por líderes nacionalistas y capaces,
4) Que se logre la consolidación de una fuerza empresarial venezolanista, que desplace o convierta a ese grupo de empresarios de maletín, acostumbrados a explotar a la clase trabajadora, a evadir impuestos, a no competir, a operar en mercados monopolizados, a medrar del Estado y a vivir de negocios “estables” (verdaderas becas) con las grandes transnacionales
5) Que se estructure un sistema democrático del capital que impida que los empresarios se empinen sobre el resto de la sociedad, que elimine los odiosos privilegios actuales que produce el dinero y que modifique las normas sucesorales que han permitido que las grandes fortunas pasen de generación en generación casi intactas, manteniendo de esa forma a verdaderas castas familiares dominantes del panorama económico. y
6) Por sobre toda las cosas, que se construya una verdadera “unidad de nación”, sin la cual es imposible alcanzar ningún objetivo que conduzca al desarrollo.
El verdadero problema
Pero hay que tener conciencia que el verdadero motivo de que existan y se acepten soluciones erróneas para la organización de la sociedad, es que todas las propuestas hechas hasta la fecha están basadas en la premisa de que el hombre es bueno por naturaleza y que hay una causa, especie de piedra filosofal, que lo impide.
En la antigüedad era el diablo, para Marx era la alienación por el capital, para los liberales era la falta de libertad, para los anarquistas son las reglas de la sociedad, etc., etc. Lo que tienen en común todos esos planteamientos es que son construidos con una lógica formal, y dado que el hombre utiliza el raciocinio para tratar de entenderse, raciocinio que está basado en la asociación de ideas, ha creído sucesivamente a lo largo de la historia esos planteamientos.
Para el hombre medieval era lógico que la causa de sus numerosas desgracias, pestes, inundaciones, terremotos, etc., fuese culpa de las brujas, y si estas se quemaban, se resolvía el problema. Así muchos inocentes pagaron con su vida la existencia de esas creencias. Igual sucede ahora con los argumentos neoliberales. Para muchos con aplicar el “Laissez Faire” en todos los órdenes de la vida humana, la mayor parte de los problemas se solucionaran, porque entrará en acción el mecanismo de la autorregulación consciente. Es una estupidez negada por la ciencia, pero es lógica, como lógico el argumento de que si un perro tiene cuatro patas y una silla también, un perro es una silla. Es lógico, pero también es anticientífico.
Lo malo de estas respuestas simples es que a veces hicieron que en el pasado surgieran siniestros personajes que, como Stalin, Torquemada, y muchos más, sintiéndose poseedores de “la verdad” y para llevarlas a la práctica, implantaron, verdaderos reinados de terror, desde la inquisición hasta la “dictadura del proletariado”, incapaces de entender que si no funcionaban, no era por el saboteo de “enemigos ocultos”, por que la gente era bruta, o por “quinta columnas”, sino porque sencillamente eran erradas. En Venezuela vivimos algo de eso el 27 de febrero de 1989 cuando se reprimió con una ferocidad increíble la resistencia al paquete neoliberal. En realidad, la única forma de evitar estas experiencias negativas en el futuro es con mayor democracia. Sólo la libre discusión de las ideas constituye la vía correcta.
Esperamos sinceramente, que la demanda que introdujo el actual Ministro de Finanzas del gobierno de Chávez, Tobías Nóbrega, en “contra economista Orlando Ochoa, quien calificó su gestión como inconveniente para el país.”(Venpres 16-09-2004) no sea el inicio de una política fundamentalista que se base en una cacería de brujas en contra de la libertad de pensamiento, tal como hemos referido en el párrafo anterior que ha sucedido en otras etapas de la historia.
Claro que es muy bonito pensar que somos naturalmente buenos. Pero el desarrollo de las ciencias que estudian el comportamiento humano y social descarta estas teorías. Por supuesto que siempre hay algo de verdad en la mayoría de esos planteamientos, pero afortunadamente, nuestra personalidad es más que una simple estructura de respuestas mecánicas. Además, creo que es una verdadera afrenta al Creador sostener que hizo a la raza humana tan elemental y primitiva.
Nuestra vida es mucho más compleja y no se puede resolver con simples recetas mecánicas, como acertadamente lo expresa el titulo de la novela “Los renglones torcidos de Dios” del escritor Torcuato Luca de Tena, necesitando que se afronte con un espíritu científico de búsqueda.
Como no hay hasta ahora una respuesta científica e integral, aceptada como válida, sobre la naturaleza del hombre y la sociedad, lo sensato es actuar en la conducción de los asuntos de la nación como lo haría un buen padre de familia, como reza el Código Civil, buscando y aplicando medidas lógicas y desechar esa manía de estar utilizando a nuestro pueblo como “conejillo de indias” de cuanta idea loca se les ocurre a desvariados “pensadores” de los países ricos.
Para finalizar me voy a permitir transcribir un pensamiento magistral, expresado en la cita que de Charles Darwin hace el pensador venezolano José Gil Fortoul y que aparece registrada en el libro “Positivismo y evolucionismo en Venezuela” de Angel J. Cappelletti, editado por Monte Avila:
“Me he esforzado invariablemente en mantener libre mi inteligencia hasta el extremo de abandonar toda hipótesis, por más amada que me sea (y no puedo resistir al hábito de formular hipótesis sobre todo asunto), tan pronto como los hechos aparecen opuestos a mi hipótesis” (página 41).
POBLACIÓN POR PAIS Y REGIÓN (en miles de habitantes) |
|||
PAÍS |
1950 |
2002 |
2010 |
Argentina |
17.105 |
38.331 |
41.405 |
Bolivia |
2.766 |
8.445 |
9.499 |
Brasil |
53.443 |
179.914 |
195.580 |
Chile |
6.091 |
15.499 |
16.727 |
Colombia |
11.592 |
41.008 |
46.109 |
Ecuador |
3.307 |
13.447 |
15.518 |
Paraguay |
1.476 |
5.884 |
7.162 |
Perú |
7.633 |
27.950 |
31.471 |
Uruguay |
2.194 |
3.387 |
3.600 |
Venezuela |
5.009 |
24.288 |
27.134 |
Total América del Sur |
110.616 |
358.153 |
394.205 |
|
|
|
|
Resto de América sin USA |
55.278 |
180.527 |
201.783 |
|
|
|
|
Estados Unidos |
152.271 |
287.676 |
309.163 |
|
|
|
|
Suma de las Américas |
318.165 |
826.356 |
905.151 |
|
|
|
|
EUROPA |
|
|
|
Europa Occidental |
304.424 |
392.237 |
397.514 |
Europa Oriental |
87.637 |
120.864 |
120.255 |
ExUnión soviética |
179.571 |
290.154 |
292.372 |
Total Europa |
571.632 |
803.255 |
810.141 |
Fuente: Página Web del Censo de los Estados Unidos |
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