Honduras

Cada vez que se cita al ex presidente Suazo Córdova, sangran los desaparecidos

Carlos Zelaya Herrera

22/01/2013

Opinión

^-A ⁺A

Hoy por la mañana al escuchar en la radio la propuesta de ley de la diputada liberal, Waldina Paz de Kurhwan, para que el Congreso Nacional otorgue un salario vitalicio de 50 mil lempiras al ex presidente Roberto Suazo Córdova, solo se me vinieron a la mente la lucha y el dolor de los hijos y parientes de 180 desaparecidos en la década de 1980 en Honduras.

Casi todos estos compatriotas y algunos extranjeros que cayeron víctimas de esta vorágine, fueron desaparecidos por el batallón 3-16, escuadrón de la muerte y la contra nicaragüense durante los gobiernos de Roberto Suazo Córdova y José Simón Azcona del Hoyo

El argumento de esta "madre de la patria", es que el ex gobernante padece el síndrome de Alzheimer y necesita apoyo económico. Tras el paso de la información el director de Radio Globo comentó que tiene en su poder una copia del testamento de Suazo Córdova en el que declara poseer una finca de unas 600 hectáreas de extensión en un sector del valle de Comayagua colindante con la base militar de Palmerola y la nueva carretera CA-5.

Además de viviendas y propiedades en la ciudad de La Paz, su tierra de origen.

Al lado de la ofensa un nuevo agravio para las familias de víctimas de abusos a los derechos humanos de su triste gobierno, el primero después de la Asamblea Nacional Constituyente que dio vida a esta carta magna "pétrea" que nos impone el imperio yanqui y su modelo neoliberal.

También vinieron a mi mente los días de terror y los graves abusos, violaciones y desafueros de los militares encabezados por el general Gustavo Àlvarez Martínez en contra campesinos, profesores, estudiantes y obreros.

Los desalojos violentos, el accionar silente e impune de los escuadrones de la muerte. La creación de juntas directivas paralelas en las organizaciones beligerantes del movimiento popular, con el fin de neutralizar su accionar y la demanda social.

Suazo Córdova, envilecido por el militarismo y su servilismo ante el gobierno estadounidense, prestó el territorio nacional para permitir la estadía de la contra cuya presencia negó por varios meses.

Permitió la apertura del Centro Regional de Entrenamiento Militar (CREM), para ahondar el patrón represivo sembrado en la mente y el corazón de los milicos en la Escuela de las Américas para unificar los planes represivos en Guatemala, El Salvador y Honduras.

También no se puede obviar su colaboración con el ejército salvadoreño en la represión del pueblo del hermano país, particularmente el caso del río Sumpùl, donde la milicia nacional se parapetó del lado de la frontera hondureña para impedir el paso de centenares de campesinos salvadoreños, en su mayor parte niños, mujeres y ancianos, que huían de la mano criminal de los hombres de uniforme de su país.

Sin el afán de despotricar contra una diputada y periodista a la que conozco en persona y sé de sus prácticas laborales, son los actos de los políticos los que mejor hablan por los diputados del Congreso Nacional, y más que sus palabras y este es un acto de vergüenza que reabre una herida que no cierra, que no cesa de provocar dolor, reclamo e impotencia.

Repudio y condena ante esta iniciativa infame; estamos con las víctimas y familias de las violaciones de los derechos humanos en nuestra sufrida Honduras.

Es necesario sacar a flote la hoja de servicios, la verdadera, no la de las páginas sociales y ni las oficiales, de Suazo Córdova, para que tengamos una real comprensión de lo que este político impune hizo con la patria, el pueblo y los intereses económicos de país.

Carlos Zelaya Herrera

Periodista

Miembro Representante en Honduras de Profesionales Latinoamericanos/as Contra el Abuso de Poder (PLcAP)

https://www.alainet.org/es/active/61096