Contrastes de la realidad

Militares del “humanismo cristiano” torturan niño en el Bajo Aguán

20/09/2011
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Militares y policías sometieron a torturas y simulacros de ejecución a dos niños pertenecientes al asentamiento campesino de “Rigores”, en el Bajo Aguán, departamento de Colón.
 
El asentamiento fue parcialmente destruido la tarde y noche de ayer por unos 200 uniformados que llegaron en dos helicópteros, que realizaron vuelos rasantes; y en dos camiones que derribaron al menos 10 humildes viviendas, rociando, además, una sustancia amarilla mal oliente en alimentos y sometieron a tratos crueles e inhumanos a gran cantidad de hombres y mujeres miembros de esa comunidad.
 
Todavía se desconoce el paradero del menor Leonel Cartagena (15 años), quien fue capturado y sometido a torturas junto a Cruz.
 
Esta mañana, según Rodolfo Cruz, padre de Bernabé, el asentamiento fue nuevamente allanado por policías y militares que procedieron a destruir más humildes viviendas.
Otro rostro de esta realidad despreciable, es el mal gasto de los pocos recursos con que cuenta este país, donde la figura del tráfico de influencias, a pesar de estar tipificada en el Código Procesal Penal, es poco o nada aplicado por los órganos de justicia.
Sucede que en el viaje del Presidente Porfirio Lobo Sosa a la sede de la ONU, donde discursará sobre el tema de derechos humanos, acompaña a la delegación una secretaria del área administrativa que, en este caso en especial, se le asignaron 5,500 dólares de viáticos, equivalentes a 105 mil lempiras, al cambio actual de la moneda, sin funciones que cumplir porque no lleva consigo computadora, cámara fotográfica o videocámara.
Este es un caso “insignificante” si consideramos la amplia delegación que acompaña al mandatario y el rango burocrático que ostentan, amparados bajo la sombrilla de desmanes que permite un sistema de gobierno presidencialista, autoritario y poco transparente como el hondureño.
 
Qué no hacen la clase política y la oligarquía con el dinero y el Presupuesto de este país. Ayer la junta directiva de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), conformada por el gobierno y el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP), anunciaron la compra directa de 50 megavatios de potencia eléctrica, inversiones en la red eléctrica e instalación de subestaciones, a un costo de 450 millones de dólares.
 
Mientras tanto, la Policía y el Ejército con gran alarde y despliegue de fuerzas, secuestran, torturan a niños campesinos del asentamiento Rigores, en el Bajo Aguán, a los que rocían combustible, introducen el cañón de los fusiles en la boca y colocan la capucha para asfixiarlos.
 
Ese es el relato de la víctima, Bernabé Cruz, de 16 años, que fue torturado por los militares cuando se encontraba en un sector de la carretera a Tocoa, Colón.
 
- Carlos Zelaya Herrera es Periodista en Resistencia y Miembro de Profesionales Latinoamericanos Contra el Abuso de Poder
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