El liberalismo respira entrecortado

26/03/2010
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VIENEN POR TODO, es el título de un correo electrónico que ha circulado profusamente por estos días, al parecer originado en Cali por Fernando Duque militante del Polo Democrático. El mensaje es un llamado desesperado a la unidad de la oposición. Algunos apartes son: “¿Qué hacer? Ridículas, por decir lo menos, estúpidas e irresponsables con el país, son todas las declaraciones que han dado los precandidatos presidenciales de la oposición. Excepto Pardo, todos han dicho que van solos a la primera vuelta. ¡Qué locos! La bandeja servida para el tirano. ¡Qué colombianos tan colombianos! Qué falta de racionalidad, de lógica, de responsabilidad y de compromiso con una causa. No se le quieren medir al pacto contra la mafia. No quieren acompañar a la Corte Suprema y a la endeble Constitución que aún resiste. Quieren brindarle a la narcodemocracia que lleva 8 años, otros ocho y otros ocho. Quieren más fosas comunes, más falsos positivos y más Agro Ingreso Seguro. Fue la plata de Agro Ingreso Seguro la que hizo que el Partido de la U se disparara. Fue la plata de los amigos de Uribe en la cárcel la que hizo que el PIN sacara 8 senadores.
 
Y aún así, sabiéndolo así, ¿estos egos se van a lanzar a la primera vuelta a estrellarse contra el muro para que Colombia siga siendo la infamia del mundo y el charco de sangre en que se ahoga? Prefieren sus egos que unirse y arrebatarle el poder a la gran burguesía y a la mafia para que el mundo al fin nos deje de mirar de reojo y con recelo.
 
Pardo, Petro y Antanas: la grandeza no es lo que han logrado. Pues es pírrico el milloncito de cada uno al lado de los 2,8 de la U o los 2,2 de los conservadores. Y para nada van a servir esos 3 milloncitos contados de a uno en la primera. Para nada es para nada, óigase bien, porque la noche de la primera vuelta a las 8 pm., cuando vean que a la segunda vuelta pasaron Santos y Noemí, sus egos (que demuestran la demagogia de sus palabras) no podrán dormir en muchos meses, porque sabrán que tuvieron en sus manos la posibilidad de sacar a Colombia de la horrible noche y no lo hicieron.”No le falta razón al mensajero angustiado. Aunque nos quedamos sin saber porqué el promotor del correo excluye a Sergio Fajardo de cualquier posibilidad de convergencia de cara a la primera vuelta.
 
Al candidato liberal se le reconoce su disposición inequívoca para cristalizar acuerdos con otras fuerzas, aún antes de la primera vuelta. En tal sentido recibió las competencias necesarias por parte del Congreso Nacional del Liberalismo realizado en el mes de diciembre pasado. Pero la opción no depende de la simple voluntad; las particularidades también juegan. En los últimos tres meses ningún aspirante presidencial contó con la suficiente fortaleza como para liderar acuerdos programáticos y estratégicos previos a las elecciones de Congreso. Pardo se vio en la encrucijada de tener que escoger entre Vargas Lleras y Petro, ambas decisiones con indudables costos y beneficios políticos, además del lío de no arrancar hacia arriba en las encuestas. Dejó la puerta abierta pero no escogió, no arriesgó ni se dejó provocar. El candidato de Cambio Radical permitió que el Gobierno Nacional desmantelara su partido, preso de tomar distancia pero sin irse muy lejos. Su sectarismo frente a Petro para no enemistarse con Uribe, le restó potencia para convocar. El candidato del Polo se demoró en recomponer a su partido debilitado tras su designación y no pudo zafarse de la decisión del último Congreso Nacional del Polo en el sentido de no posibilitar alianzas previas a la primera vuelta presidencial. Los ex alcaldes de Bogotá y de Medellín desde un comienzo manifestaron su disposición de no juntarse con otros sectores, como tampoco entre ellos mismos. Craso error.
 
Pesaron más las circunstancias coyunturales o de la organización partidista, que el reconocimiento de que en la Colombia de hoy lo que está en juego es la democracia y la institucionalidad. No las bases militares, ni el TLC, ni eliminar a las FARC, ni la antipolitica. Ni siquiera hubo voluntad para intentar construir un acuerdo programático mínimo y fundamental, soporte de cualquier alianza. Claro que no falta quien pueda pensar que también pesó mucho más para no concretar acuerdos, poder acceder a los beneficios económicos del Estado a través de la reposición de votos en la primera vuelta presidencial. Lo cual no deja de tener una faceta humana, muy respetable dados los costos inmensos de las campañas políticas en Colombia.
 
Con relación al Partido Liberal, en marzo se dieron tres nuevas realidades que no es posible desconocer y que pueden explicar la actitud de Pardo de considerar que el tiempo para las alianzas y los acuerdos, actualmente, está vencido, tal como quedó demostrado con su respuesta negativa y rapidísima, a la supuesta invitación de Vargas Lleras, a comienzos de la presente semana, de realizar una encuesta nacional para determinar quién apoya a quien en las elecciones de mayo próximo. Los tres hechos fueron: la caída del referendo reeleccionista, una encuesta que puso al Partido Liberal por encima de la U en cuanto a favorabilidad y los resultados electorales del 14 de marzo.
 
La decisión de la Corte Constitucional sobre el referendo reeleccionista forzó una campaña corta, pero intensa con otra particularidad: ningún candidato ganará en la primera vuelta de mayo y en general ninguno arranca con una ventaja abismal sobre los demás. Todos tienen alientos y posibilidades, con una limitación: en lugar de dos cupos para jugar en mayo, tan sólo hay uno, porque todo mundo asegura que Juan Manuel Santos con la carga del uribismo puro en su maleta, no tendrá inconveniente para ganar el cupo a la segunda vuelta. La incertidumbre es cuál será el contendor. Dada la debilidad individual de los candidatos de la oposición, cabe la posibilidad de que otro uribista – no reeleccionista- se cuele en las elecciones de mayo. Por ello el grito en el cielo de quien puso a circular el correo electrónico citado en un comienzo.
 
Rafael Pardo dirá que el Partido Liberal superó la prueba del 14 de marzo - al sostener el número de senadores e incrementar la cuota de representantes a la Cámara- y que Noemí Sanín como candidata del Partido Conservador será la aspirante de una colectividad dividida por que el furibismo que respaldó a Arias en la consulta azul, preferirá votar por Juan Manuel Santos, heredero señalado por el guiño presidencial, además de que la estrategia de Santos será la de sonsacar a los líderes conservadores como lo acaba de demostrar con el barranquillero Carlos Rodado Noriega. A la hora de forjar los triunfos de mañana, poco importan las lealtades conservadoras de ayer: principio del oportunismo santista.
 
Pero las matemáticas electorales son engañosas cuando los aspirantes no logran destilar la química necesaria para acaparar la votación potencial de sus partidos. Pardo está siendo víctima de lo que muestran las encuestas: será un buen Presidente, pero no es un candidato que empatice con la gente. Lo cierto es que hay más liberalismo que partido y que candidato. Pardo no ha logrado sintonizar su campaña con el apego liberal existente en el país. Las encuestas, hasta ahora, son incontrastables, aunque no siempre son la última palabra. Hemos tenido múltiples experiencias de candidatos que ganan las encuestas y pierden las elecciones o al contrario, pierden las encuestas y ganan las elecciones. Pardo tiene que arriesgar mucho más con propuestas y alternativas. Y con estrategias. No se pueden descartar las alianzas si quiere llegar por lo menos al 10% de la intensión de voto. Lo mismo de Mockus para abajo. Está en juego la posibilidad de que para la segunda vuelta los colombianos podamos optar entre dos alternativas distintas. Ojalá entre dos opciones de sociedad diferentes. No entre los mismos con las mismas. De lo contrario, los candidatos no uribistas y todos los que estamos detrás haciendo fuerza, vamos a quedar como le acaba de responder Pardo a Vargas Lleras: ¡Cada quien como el loro, en su estaca! ¡Flamante gracia!
 
- Jorge Mejía Martínez es Economista y analista político
Semanario Virtual Caja de Herramientas Nº 200, Corporación Viva la Ciudadanía, Bogotá, marzo 27 de 2010.www.viva.org.co
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