Dicen que la política es el arte de encontrar el bien común, el bien más universal de un país. Por otro lado sabemos que el Congreso, es el espacio privilegiado para hacer política, y sin embargo no despierta mucha confianza entre la población “es una de las instituciones que menos confianza despiertan, según el INEI” (La República, 2 de Diciembre del 2016). La población cree que el Congreso no busca el bien común, sino intereses particulares o de algunos partidos que lo conforman. Y lo demuestra claramente la interpelación a la que ha sido sometido el ministro de Educación, por el fujimorismo y aprismo. Jaime Saavedra, Ministro de Educación del anterior gobierno, Jaime Saavedra había sido nuevamente nombrado por PPK para que siguiera con la buena labor que había comenzado. PPK había buscado el bien de la educación del país, por encima de colocar a alguien de su agrupación.

El CADE en pleno se puso en pie para aplaudirlo, y frente a esto tenemos a un Congreso donde la mayoría, Fujimorista y Aprista se pone en pié para censurarlo. Si aceptamos al interpretación de Alfredo Torres(Presidente de Ipsos Perú) “ Como se sabe, el desempeño de Saavedra ha sido valorado positivamente entre los sectores más informados de la población…Entre los sectores más informados de la ciudadanía es evidente que la censura carece de justificación” y concluye “ …la inminente censura al ministro de Educación refleja la desconexión existente entre las élites más educadas y la gran masa menos educada del país” (El Comercio, Domingo 11 de Diciembre del 2016) nos encontramos con una mayoría del Congreso ubicada entre “ La gran masa menos educada del país”. Pero a esta apreciación se unen periodistas de todas las tendencias “…la interpelación ha sido un acto de barbarie política. No el hecho de que fuese interpelado, sino la calaña de diatribas y difamaciones vertidas” Jaime de Althaus” (Citado por Augusto Alvarez Rodrich, La República 10 de Diciembre 2016) … “si el Congreso fuera un salón de clases, la mayoría de sus alumnos serían unos mentirosos, paporreteros, malcriados, ramplones, deshonestos…..( Raúl Tola, La República, 10 de Diciembre del 2016) “ La manera vergonzosa en que se produjo lo que pudo ser una legítima interpelación al ministro de Educación Jaime Saavedra, y el subsiguiente e injustificado pedido de censura en su contra, trae consigo un preocupante balance negativo para casi toda la clase política…..el paupérrimo nivel de intervenciones de los representantes de Fuerza Popular en el hemiciclo provocó pedidos para que sus congresistas tomen la prueba PISA” (Erick Sablich, El Comercio 10 de Diciembre del 2016)

Ya era claro que la interpelación estaba motivada por la ley universitaria que pretende regular el manejo de las Universidades, ya que desde que se dio “La Ley de Promoción de inversión en la educación” de 1998 por la que se podría invertir en educación como empresas privadas con fines de lucro y poco control, por parte del Estado, ha llegado a haber 144 universidades en el país. Solo en el segundo período de Alan García se crearon 49 de las cuales 33 privadas. Estos centros habían llegado a ser grandes negocios con grandes ganancias y baja calidad que llevaron a Cesar Acuña a estar entre los más acaudalados del Perú.

Ni la corrupción por unas computadoras, que había realizado un funcionario del ministerio hacia años, ni el retraso en las obras para los Juegos Panamericanos, sino estos intereses económicos de las universidades de los fujimoristas y apristas y el demostrarle al ejecutivo “ Me llena de orgullo la fuerza de nuestro partido” Keico, “Ahora ya saben con quién se meten” Cecilia Chacón o “recién leo que está temblando” frases sacadas de mensajes de texto entre los líderes fujimoristas, después de la interpelación, que demuestran su poder frente al Ejecutivo, son las verdaderas razones. ¿Dónde está la política como búsqueda del bien común? ¿Dónde está un Congreso como espacio privilegiado para hacer política y buscar ese bien en la educación de todos los peruanos? Nos espera un gobierno de PPK muy difícil y muy político. El país no es una empresa, hay que gobernarlo políticamente, y esto significa acuerdos, algunas concesiones, consensos y mucho diálogo. El respaldo que PPK no encuentra en el Congreso lo tendrá que buscar en la calle, que fue la que le hizo ganar la segunda vuelta. Ojalá en ese tira y afloja nuestra meta sea el bien común y no los intereses económicos y la demostración de fuerza y poder frente al Ejecutivo y otras fuerzas políticas.

Jaén 11 de diciembre del 2016

Paco Muguiro Ibarra S.J.