La decisión más difícil
27/11/2009
- Opinión
“El acto de desobediencia, como acto de libertad, es el comienzo de la razón”
Erich Fromm
Por todos lados le llueve al gobierno del Presidente Calderón. No obstante, para palear la coyuntura, acudió al uso del canal de las estrellas y, concretamente, al conductor madrileño (porque nació en Madrid) López Dóriga, como si expresar sus ideas en ese foro fuera suficiente para abatir los graves problemas del país. En la entrevista el presidente Calderón afirmó entre otras cosas, que será prioridad de sus tres últimos años abatir la miseria; exhortó al sector empresarial y a los políticos a sumarse a esa “noble lucha”. Dijo que los pasados meses han sido de lo más difícil que le ha tocado vivir como presidente porque la aprobación del paquete económico 2010 determinó decisiones que han afectado a la mayoría de la población del país.
No obstante, la decisión más difícil del presidente le significará en 2010 uno de los años más difíciles al pueblo de México. La decisión más difícil del presidente se transformó en la condición más difícil para el pueblo de México, sobre todo para los más desprotegidos. No sólo por el incremento absurdo de los impuestos, sino porque en la práctica, ninguno de los burócratas de élite del gobierno -en sus tres niveles- resentirá los efectos económicos perniciosos de la crisis, claro, mientras conserven sus empleos y escandalosas prestaciones. Muchos de ellos ni así.
Por nuestra parte creemos que si la clase gobernante en turno tiene de verdad interés y voluntad de enderezar la mala ruta por la que sus gobiernos conducen al país, los estados y los municipios, entonces, deberían tomar “verdaderas decisiones difíciles” y no sólo expresar verborrea demagógica. Para que se note la diferencia deberían hacer a un lado la tentación y, en algunos casos, el vicio patrimonialista, el abuso del poder; deberían, asimismo, dejar de burocratizar las iniciativas y las decisiones de gobierno; deberían reorientar la agenda del servicio público hacia la rendición de cuentas.
Por salud del “Estado mexicano”, del país, los ciudadanos demandamos saber, sin más pretextos ni demoras, quiénes son los responsables específicos de tomar decisiones públicas que nos afectan a todos y de ejercer el gasto público. Obvio, con nombres y apellidos, es necesario que se haga público el listado, padrón o directorio nacional de los responsables públicos de la aprobación de nuevos impuestos, de los incrementos en los gastos superfluos, de aquellos que disponen sobre la adjudicación de licitaciones públicas; los ciudadanos demandamos que nos digan todo acerca de los problemas o asuntos atendidos por cada uno de ellos; las decisiones que están tomando para resolverlos; cuánto dinero tienen asignado para hacerlo y cuánto verdaderamente gastan, pero, sobre todo, demandamos resultados versus presupuesto que manejan. Así de simple y llano. ¿Será posible que tomen esas decisiones difíciles, o esperaran a que el pueblo se los demande vía “fuente ovejuna”?
- Francisco Velasco Zapata es Politólogo. Miembro del Consejo Nacional de Operación de Parlamento Ciudadano de México.
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