Tiempo y Time con Francisco

17/12/2013
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“Por haber trasladado el pontificado del palacio a las calles, comprometer a la mayor religión del mundo a enfrentar sus necesidades más profundas y equilibrar el juicio con la misericordia, el Papa Francisco es la Persona del Año 2013 de TIME” .  Así explica  la revista la distinción. Un papa católico, un argentino, una persona, de la cual se destaca centralmente  “que hizo un uso magistral de las herramientas (mediáticas) del siglo XXI para la perfomance de un trabajo que proviene del siglo I” . Vale, para Time, lo que se  muestra, se actúa, se  difunde, se  presenta y se representa en el espacio público
 
El subtitulo es todo un desafío de interpretación e intereses: The people’s Pope dice la revista. Las traducciones abundan  entre El papa de todos, o el papa de la gente o el papa del pueblo. Veremos como se traduce en nuestro país donde el “estar con el papa amigo” ya es una realidad de oficialistas y opositores,  del Estado y la sociedad civil.
 
La elección es significativa
 
Muestra el reconocimiento que existe a nivel mundial de la institución católica y del papel  político y espiritual que ejerce el papa Francisco. Muestra también  lo que se espera en círculos del poder en EEUU. En un momento de  falta de liderazgos mundiales, su figura concita la atención de millones de personas y por eso la revista lo reconoce  como “conciencia del mundo”. Destaca  que busca menos control doctrinal y más  seguimiento de Jesús, más gestos de humildad y menos lujo, abraza a los pobres, a los quebrados espiritualmente y a los que están solos y angustiados y de este modo, también, hace olvidar  los escándalos de abuso de poder de las últimas décadas. Y agrega: “Y sin embargo, en menos de un año, ha hecho algo notable: no cambió las palabras, pero cambió la música.”
 
Vivimos en un mundo globalizado y capitalista que desea desregular empobreciendo. El papa Francisco puede ser una conciencia de misericordia y compasión que no se olvida de los pobres. Claro que cuando está contra la guerra de Siria y denuncia la prepotencia militar de EEUU y sus aliados,  ni el Time ni los grandes medios  en Argentina reproducen sus dichos en diarios, TV o radios. Los grandes grupos de poder económico y las empresas periodísticas ligados a ellos creen más en el Papa y el papado como conciencia tranquilizadora del mundo que en quien debe sumarse  para “derribar a los poderosos de su trono y ensalzar a los humildes”. 
 
La revista recuerda –frente a cierta efervescencia infantilista - que los sondeos en EEUU no muestran que haya más católicos en los templos o que se incorporen a grupos o que los católicos que creen por su propia cuenta se hagan eco de la institución.  Tema complejo para la institución eclesial a nivel mundial y en nuestro país: se fortalece por el reconocimiento social y político al papado y al estado del Vaticano al cual refuerza con poder simbólico esta  elección del Time,  al mismo tiempo que preocupa  e inquieta  la perdida de feligresía, sacerdotes y religiosas especialmente en America Latina y el Caribe por la falta de reformas internas. Es mas fácil estar con los estados que dar respuestas y sentidos a individuos. 
 
El vocero del Vaticano como ya lo hizo anteriormente Bergoglio en su biografía, dijo que “el Santo Padre no busca ser famoso ni recibir honores. Pero si la elección como Persona del Año ayuda para la difusión del evangelio- mensaje del amor de Dios para todos- él está contento”.  
 
Atención a la argentinidad pues no somos únicos, es el tercer papa elegido como persona del año. En 1962 Juan XXIII fue el primero y en el año 1994 le tocó a Juan Pablo II. Los eligieron por lo que hicieron luego de años en el cargo, Bergoglio  fue elegido por sus  gestos y promesas. Bienvenidos a la sociedad mediática, pero atención,  los tiempos de popularidad mediática – y de desmagización que luego le siguen- no son los mismos tiempos para construir y consolidar pertenencias, identidades y sentidos de fraternidad universal en el largo plazo.
 
Buenos Aires, diciembre 13 de 2013
 
Fortunato Mallimaci /UBA-CONICET
 
https://www.alainet.org/es/articulo/81760?language=es
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