Francisco y los tiempos de América Latina

20/03/2014
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Artículo publicado en la Revista América Latina en Movimiento No. 492:  Francisco y los signos de los tiempos 10/06/2014
“Por haber trasladado el pontificado del palacio a las calles, comprometer a la mayor religión del mundo a enfrentar sus necesidades más profundas y equilibrar el juicio con la misericordia, el Papa Francisco es la Persona del Año 2013 de TIME”. 
 
 
Persona del año 2013
 
La distinción de Time, muestra el reconocimiento que existe a nivel mundial de la institución católica y del papel político y espiritual que ejerce el Papa Francisco.  Muestra también lo que se espera en círculos del poder en EEUU.  En un momento de falta de liderazgos mundiales, su figura concita la atención de millones de personas y por eso la revista lo reconoce como “conciencia del mundo”.  Destaca que busca menos control doctrinal y más seguimiento de Jesús, más gestos de humildad y menos lujo, abraza a los pobres, a los quebrados espiritualmente y a los que están solos y angustiados y de este modo, también, hace olvidar los escándalos de abuso de poder de las últimas décadas.  Y agrega: “Y sin embargo, en menos de un año, ha hecho algo notable: no cambió las palabras, pero cambió la música”.  Para Time, lo que se muestra, se actúa, se difunde, se presenta y se representa en el espacio público.
 
Vivimos en un mundo globalizado y capitalista que desea desregular empobreciendo.  El Papa Francisco puede ser una conciencia de misericordia y compasión que no se olvida de los pobres.  Claro que cuando está contra la guerra de Siria y denuncia la prepotencia militar de EEUU y sus aliados, ni el Time ni los grandes medios reproducen sus dichos en diarios, TV o radios.  Los grandes grupos de poder económico y las empresas periodísticas ligadas a ellos creen más en el Papa y el papado como conciencia tranquilizadora del mundo, que en alguien que se atreva a “derribar a los poderosos de su trono y ensalzar a los humildes”, como diría el Evangelio.
 
La revista recuerda –frente a cierta efervescencia infantilista– que los sondeos en EEUU no muestran que haya más católicos en los templos o que se incorporen a grupos o que los católicos que creen por su propia cuenta se hagan eco de la institución.  Tema complejo para la institución eclesial a nivel mundial y en América Latina en particular: se fortalece por el reconocimiento social y político al papado y al estado del Vaticano al cual refuerza con poder simbólico esta elección del Time, al mismo tiempo que preocupa e inquieta la pérdida de feligresía, sacerdotes y religiosas especialmente, en América Latina y el Caribe por la falta de reformas internas.  Es más fácil estar con los estados que dar respuestas y sentidos a las personas.
 
Francisco no es el único, es el tercer Papa elegido como persona del año.  En 1962 Juan XXIII fue el primero y en el año 1994 le tocó a Juan Pablo II.  Los eligieron por lo que hicieron luego de años en el cargo, Bergoglio fue elegido por sus gestos y promesas.  Bienvenidos a la sociedad mediática, pero atención, los tiempos de popularidad mediática –y de desmagización que luego le siguen– no son los mismos tiempos para construir y consolidar pertenencias, identidades y sentidos de fraternidad universal en el largo plazo.
 
Cambio de formas
 
El Papa Francisco usa un lenguaje directo, a veces crudo, en sus intervenciones públicas, estas formas lo hacen cercano y accesible como persona.  Además asume riesgos en su gestión, como el saneamiento de las finanzas vaticanas cuya opacidad clamaba al cielo.  Si bien subraya su actitud pastoral en el acercamiento a variados temas, económicos, sociales, a los conflictos internacionales, la denuncia de la corrupción generalizada y el manejo deshonesto de las finanzas, o su clamor por una actitud misericordiosa frente a los pobres y a los que sufren, el conjunto de sus actitudes lo muestran como un hombre político, que sabe dónde pisa y cuándo interviene, y en esos momentos demuestra igualmente su sensibilidad social.  Lo pastoral y lo político no pueden estar desligados de esta opción por los pobres ¿hasta dónde?, el Evangelio es radical, como lo fue el pobrecillo de Asís.
 
Un punto clave en las innovaciones del Papa Francisco es la preparación del Sínodo sobre la familia.  Estos temas son más agudos en cuanto la jerarquía, frecuentemente ha sido inflexible en estos asuntos, lo cual ha distanciado a la feligresía y ha generado una forma de creencia “por cuenta propia” que soslaya el conservadurismo eclesiástico institucional y autonomiza la adhesión creyente.  La metodología participativa que se ha escogido para el Sínodo ha sido una señal de búsqueda de inclusión del laicado en la dilucidación de asuntos que le competen directamente.  En cambio a pesar del rechazo papal a “juzgar” a los homosexuales, no parece que vaya a propiciar cambios sustanciales en temas álgidos como las uniones civiles y el aborto.  Pero, por el reto abierto con la consulta sobre la familia, el Sínodo ha quedado constreñido a recuperar lo humano de la sexualidad, revisar lo histórico de la doctrina sobre “la familia” y a redescubrir lo evangélico de sus expresiones culturales e históricas para la vida de la iglesia.  Larga, ardua y profunda tarea, al mismo tiempo que indispensable.  ¿Esta será la impronta que marcará al Sínodo?, ¿Y el pontificado de Francisco? El desafío está abierto.
 
Hace poco B.Barranco decía: La “revolución pastoral” de Francisco es a final de cuentas una provocación a la capacidad de la Iglesia de dialogar con mayor franqueza y profundidad con la cultura contemporánea.  Sin embargo, tiene una importante limitación: son cambios que vienen de arriba hacia abajo; si las propuestas de Francisco, ampliamente difundidas por los medios, no se operan en el terreno de las Iglesias locales de nada servirán.  (El País, 27/01/2014)
 
Al haber asumido el nombre de Francisco, el papa Bergoglio se ha colocado ante el reto revolucionario según el modelo del pobrecillo de Asís, quien con la fuerza de su grito evangélico removió los cimientos de la Iglesia Católica… el desafío está vigente.
 
Buenos Aires-Lima, enero del 2014.
 
Fortunato Mallimaci, Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas -CONICET- de la Universidad de Buenos Aires, Argentina.
Imelda Vega-Centeno, Comisión de Estudios de Historia de las Iglesias en América Latina y el Caribe –CEHILA-, Perú
https://www.alainet.org/es/active/72308?language=es
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