La alternativa existe: Comuna El Maizal

08/05/2020
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
comunas_venezuela.jpg
-A +A

La Comuna El Maizal es una organización de origen campesino que surgió en 2009, a raíz del inicio del rescate de tierras que impulsó el gobierno del entonces presidente Hugo Chávez para incentivar producción agrícola en la zona y la gestión de la misma por parte de los y las campesinas.

 

Tiene unas 2000 hectáreas de superficie y está situada entre los municipios Simón Planas (estado Lara) y Araure (estado Portuguesa). Agrupa a 22 consejos comunales campesinos –10 en Portuguesa y 12 en Lara– que totalizan más de 7.500 hombres y mujeres. No obstante, su rango de acción es mucho más amplio puesto que ofrecen sus servicios en el municipio Simón Planas, particularmente el pueblo de Sarare, en donde habitan más de 35mil personas.

 

La experiencia de El Maizal se ha convertido en un importante referente de economía popular y organización social en el país, dado que ha llevado adelante una interesante propuesta comunitaria y autogestionaria.

 

Mi experiencia con la Comuna

 

En una salida de campo con unos compañer@s antropolog@s fuimos a la Comuna el Maizal, estuvimos conociendo su experiencia como una comunidad organizada en base a una propuesta de desarrollo social, económico y político desde una perspectiva comunal y socialista. La experiencia para mí fue impresionante; la verdad, quedé boca abierta con lo que vi y escuché de los y las representantes de esta organización. Me hicieron entender que se están construyendo formas alternativas para vivir y coexistir en las sociedades occidentalizadas criollas, puesto que bien sabemos que existen en las sociedades indígenas.

 

Al comienzo de la salida, nos mostraron primero los espacios de la cría de bovinos para su consecuente producción. Posteriormente, las áreas de cultivo. En cada uno de estos espacios cada representante nos contaba la historia del desarrollo de este rubro y cómo lo producido era destinado únicamente para el consumo de la comuna o para la adquisición de capital para la inversión y solvencia de problemáticas que suscitaban en la población que estos acobijaban.

 

En este sentido, tienen una intensa producción agrícola (principalmente de maíz, hortalizas y leguminosas) y pecuaria (bovinos, caprinos, porcinos, búfalos y lácteos), en un país donde prevalece fundamentalmente la economía rentista de importación y comercio. Lo que implica en primera instancia, un quiebre a la dinámica económica tradicional de Venezuela, aunque ésta por los momentos, no trascienda al ámbito local.

 

Tiene además una empresa de gas comunal y ha logrado autogestionar el transporte necesario para poder producir y satisfacer las necesidades de más de 86 consejos comunales. Siendo el tema del gas un rubro que ha tenido problemáticas serias que afectan a las familias, de unos años para acá.

 

Por otro lado, declaraban con énfasis cómo se les ponía la pendiente bastante cuesta arriba por la situación del país, por la burocracia y sobre todo por el saboteo de los entes públicos; de las mafias subordinados a los terratenientes o a los dirigentes políticos gubernamentales quienes no les interesa la situación del país sino el enriquecimiento de su bolsillo personal; quienes, por un motivo u otro, no les conviene el progreso de esta comuna ni de esta manera de pensar y organizarse.

 

Comentaban que muchos representantes de las comunas eran atacados, los terrenos saboteados o usurpados, eran malinformados a través de los medios y tachados de antipatriotas o antirevolucionarios, etc.

 

Recientemente, sufrieron de un saboteo en los predios de la empresa Argimiro Gabaldón, en donde se alimentan los rebaños, los cuales fueron incendiados intencionalmente perdiendo todo espacio y otros bienes materiales utilizados para la producción.

 

Finalmente, nos llevaron a lo que se catalogaría como su santuario, un espacio con una gran carga simbólica e identitaria, en donde se reúnen todos los representantes de las comunas –cientos de personas– para discutir y tomar decisiones competentes a la comuna. Un campo de verde césped con un caney (churuara) grandísima, la estatua de Chávez y la bandera de Venezuela. Es este espacio, se generó la oportunidad idónea para contarnos un poco más sobre la idiosincrasia de la comuna y las dinámicas que se desarrollan en torno a esta.

 

Lo que más me gustó fue que su discurso era informado y bien situado, no estaban hablando por hablar, ni panfletariando, estaban muy claros y claras de donde estaban y lo que tenían que hacer, las implicaciones de esto a nivel nacional y las batallas que iban a tener que enfrentar.

 

Confrontaciones

 

En 2017 se convoca a una Asamblea Nacional Constituyente como herramienta para superar un escenario de violencia de calle y la amenaza de un guerra civil, en el municipio Simón Planas se postula y gana como Constituyente Territorial el líder comunitario Ángel Prado (con más de 13 mil votos de los 21 mil posibles).

 

Luego en 2018, Delcy Rodríguez como presidenta de la ANC, autoriza algunas candidaturas para la alcaldía, pero no la de Ángel Prado y aunque este sumó la mayoría de votos escrutados en las elecciones, la alcaldía fue otorgada al segundo candidato con más votos que fue el representante del PSUV Jean Ortiz (Ángel sacó 9.287 votos que representa el 57.45% de los voto válidos).

 

La confrontación con la alcaldía se agudizó debido sobre todo al no reconocimiento de la victoria electoral de Ángel Prado, elegido asambleariamente como el representante comunal para optar por el puesto de alcalde del Municipio Simón Planas, en el estado Lara.

 

Nada con el Estado

 

A pesar de esta decepción ocasionada por parte de las autoridades públicas, muy calmadamente sentenciaron –permítanme parafrasear un poco:

 

“Nos quitaron el puesto, pero a nosotros no nos importa eso. Si, queríamos la Alcaldía porque a través de ella podíamos tributar a la Comuna, sin embargo, no es a eso a lo que aspiramos, no nos interesa los cargos políticos estadales, no queremos nada del Estado, nosotros seguiremos trabajando desde las bases”.

 

Y es lo que están haciendo. Personalmente, la satisfacción y emoción después de decir esas palabras fue hermoso para mí.

 

Nos comentaron que todas las decisiones se toman en comunidad, se reúnen periódicamente para discutir y crear agendas de trabajo. Nos contaron que a través del dinero que han recolectado por medio de sus producciones han creado escuelas para los niños; aspiran prontamente inaugurar centros de salud y en el futuro hasta una universidad para la formación agroindustrial para la continuación de sus proyectos económicos.

 

Alguien preguntó, ¿Reciben ayuda del gobierno y de las instituciones privadas? A lo que contestaron, casi nunca, al principio sí tuvieron mucho apoyo del Estado, cuando incentivaron su fundación, antes de que se corrompiera (palabras suyas).

 

Y siguen avanzando

 

Desde este año han realizado grandes avances, como, por ejemplo, una textilera, la procesadora de harina Ana Soto, entre otras cositas. Esto nos demuestra organizarse y desarrollarse desde las bases es posible, es difícil por todos los embates que representa la sociedad capitalista, el Estado- Moderno y demás, pero no imposible.

 

Pronto estaré escribiendo más sobre esto. Es importante la difusión de estas realidades y prácticas que no apuntan a otra cosa que cambiar el mundo.

 

 -Ivel Urbina es antropóloga, investigadora en el Museo Antropológico “Francisco Tamayo Yépez”, Venezuela

ivel35amas@hotmail.com

 

https://www.alainet.org/es/articulo/206428?language=es
Suscribirse a America Latina en Movimiento - RSS