El miedo del americano español criollo mestizo ante el censo nacional del 2017

24/10/2017
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Han transcurrido decenas de años del último censo nacional de la década del 90 y, hoy se anuncia la realización del censo nacional el 22 de octubre del 2017, que ha despertado una serie de reacciones que se lee en distintos medios de comunicación unos con claridad y otros con oscurantismo propio del medioevo. De conformidad a la explicación sociológica de la estructura social peruana son los actores de la sociedad, la burguesía, la pequeña burguesía, el proletariado y el campesinado, sin embargo, esta identificación clasista no cuenta con objetividad en la cotidianidad de la convivencia social, pues, está vigente la estructura social ancestral del Tawaintisuyu.

 

Estructura social negada por los españoles americanos criollo-mestizos y mulatos que se hicieron herederos de la estructura social colonial del virreinato. Los pueblos y naciones kechuas, aymaras y amazonenses del Perú-Tawaintisuyano son quienes expresan su identidad étnico-pluricultural, con su territorio ocupado que es el Tawaintisuyu, reconocido como el territorio peruano y sobre todo, nuestra personalidad etnohistórica civilizatoria, expresado por la cultura civilizatoria de Mochika, Chimú, Nazka, Parakas, Chachapoyas, Karal, Wari, Pakaykasa, Chivateros, Pukina, Lupaka y muchas otras que la historia oficial y oficiosa lo ha negado o bien lo ha deformado en cuanto a su valor civilizatorio, que consolido la gran civilización comunitaria de ayllus del Tawaintisuyu.

 

La realidad objetiva de hoy día es que el Perú-Tawantinsuyano es una sociedad plurinacional, pluricultural y plurilingüe como lo fue la sociedad no clasista del siglo XIII-XVI, el milenario Estado administrado por los Inkas. El genocidio emprendido a través de la Santa Inquisición o el Tribunal de la Fe de los españoles ha eliminado a muchas expresiones étnico-culturales, como los Moches, Lupakas, Waris, Pukinas, Kollas y muchas otras que solo los frailes saben y deben dar a conocer.

 

Los censos de población realizados durante la colonia, fueron para trasladar a los llamados “indios” a los centros de explotación minera, a los obrajes, a las encomiendas y centros urbanos para la servidumbre del español. Diezmada la población plurinacional de la época del virreinato, continúa en la república, donde el mal llamado indio sigue siendo exterminado por los gobiernos y su milicia sanguinaria, como se testimonia en la época del gamonalismo de 1920-30 del siglo pasado. Hoy el exterminio de los primeros habitantes forjadores de los florecimientos culturales regionales, son eliminados muy sutilmente a través de medidas legislativas inhumanas, la explotación minera que contamina el medio ambiente y que los hoy llamados “indígenas” se enfrentan a las trasnacionales que se han adueñado del destino del Perú profundo de los tawaintisuyanos de lengua kechua, aymara, shipibo, asháninkas, wanbisas y otros de la Amazonía tawaintisuyana.

 

Nuestra identidad étnico-cultural ha sido siempre distorsionada desde el siglo XVI, se nos adjetivisó como “indios”, luego como indígenas, campesinos, obreros negándonos nuestra pertenencia territorial de los cuatro suyus identificados por nuestras lenguas madres, que por el proceso de aculturación se ha ido imponiendo el castellano y la citadinización de los migrantes de la sierra a los centros urbanos costeños, que ante el desprecio y la discriminación se niegan y asumen la condición de “cholos” y muy pocos como “mestizos”. Todo esto porque la llamada “educación nacional” a priorizado la cultura occidental y cristiana, continuando con la estúpida propuesta chapetona de “civilizar Salvajes”. Muchos de nuestros conciudanos han caído en la trampa de la peruanización planteada por Mariátegui y Haya de la Torre, quienes también contribuyeron a negar la verdadera identidad pluricultural, la pertenencia territorial y la personalidad etnohistórica del que debemos ser orgullosos, porque los testimonios de nuestra historia ancestral están vigentes, pero en manos de extranjeros y no en las nuestras como debería ser.

 

La realidad del colonialismo interno republicano del estado-Nación en formación de los mestizos ha fracasado porque pensaron homogenizar a todos como peruanos, sin entender que la sociedad estaba conformada por muchas expresiones étnico-culturales ancestrales, como los kechua hablantes, aymara hablantes, los shipibo hablantes y todos los pueblos amazónicos, como también nuestros hermanos tawaintisuyanos que perdieron la lengua madre y que son castellano hablantes que no perdieron su identidad pluricultural a pesar de haber sido víctimas de la aculturación vía la religión y la castellanización que ha viabilizado el colonialismo mental.

 

Ahora bien, el censo programado para el 22 del presente mes y año no debe asustarnos, muy por el contrario debe ser el día de nuestra afirmación étnico-pluricultural civilizatorio, que nos permita ser lo que siempre hemos sido: TAWAINTISUYANOS Y NO SUDAMERICANOS, NI LATINOS. El mestizo heredero de los colonizadores españoles y de los migrantes asiáticos, japoneses, africanos, anglosajones y europeos que por el hecho de haber nacido en el Perú oligárquico se sienten con derecho a ejercer cargos gubernamentales, como las que ya experimentamos hasta el día de hoy.

 

El censo nacional para nosotros será un espacio político importante, porque sabremos cuantos somos los legítimos dueños del destino histórico, político y jurídico del Perú-Tawaintisuyano del siglo XXI que es nuestro. Nuestro orgullo esta en ser kechua hablantes constructores del Majestuoso Machupikchu, que la ciencia y la tecnología de punta de los modernistas NO pueden construir otro igual, este es un testimonio de lo que somos como pueblos y naciones y no como simples clases sociales o adjetivados como indios, indígenas, cholos, campesinos y obreros, cuando en esencia somos tawaintisuyanos de lenguas maternas como el kechua, el aymara y las lenguas amazónicas básicamente.

 

Ahora, participemos con ORGULLO DE SER KECHUAS, AYMARAS, AMAZONENSES, para que entiendan los mestizos de origen europeo, japonés, chino, africano, anglosajón que son una minoría y que no tienen derecho a decidir el destino de nuestros pueblos y naciones, porque somos herederos de la gran civilización comunitaria de ayllus del Tawaintisuyu, que está presente en nuestro ser social comunitario. Nuestro futuro está en nuestras manos y el censo nos apertura el camino de nuestra definitiva descolonización y des-aculturación de los cánones de la opresión que en la hora actual administra nuestro país, el norteamericano peruanizado Pedro Pablo Kuczynski, quien no expresa nuestros derechos ni nuestro destino histórico, político y jurídico.

 

El Perú-tawaintisuyano de pie y con orgullo ancestral va al censo nacional, a expresar su orgullo y su derecho a ser protagonista de su destino político y gobernar el país que es suyu y no de los migrantes extracontinentales.

 

¡Kausachun kechua, aymara runakuna, hatun pak`ariyninchispak!

 

¡Wauk`enchiskuna sacha rupak llaqtamanta hallin kausayman t`askirinankupak!

 

¡Puno llaqtanchismanta pacha, kay rimariyninchis puririchun k`alan llaqtanchiskunaman!.

 

Hanan kollasuyu, 20 de octubre del 2017.

 

Aureliano Turpo Choquehuanca, PhD.

Tawaintisuyano de Lengua kechua

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/188818
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