Sentados en la plaza  Murillo dos adultos mayores  conversan  sobre  los  recientes sucesos políticos, cuando uno de ellos comenta:

-Toda la prensa  se está ocupando de las denuncias de corrupción y a este paso no sabemos en qué quedará este lío. Hay mucha corrupción.

Tras una breve reflexión el aludido responde:

-Sinceramente Juan,  con mis 72 años  siento que hoy la corrupción es mucho menos que antes. Ahora es  la excepción a la regla.

-¿Y antes Esteban  cómo era? repuso  irónico  Juan.

-Antes era la regla a la excepción y  tú sabes de  eso, porque fuiste diputado suplente y has visto de cerca el problema.

-¿O sea porque antes había más corruptos, hoy   tenemos que tolerarlos?

No tolerarlos, pero poner el problema en una balanza para no caer en la trampa del cinismo.

-¿A qué te refieres?

Que hay que darle al problema su real dimensión. En el FONDIOC hubo graves irregularidades, pero  en el caso CAMC  creo que la estrategia es generar dudas con muy pocas evidencias. Por eso seguramente dicen  “acusa que algo queda”.   Con este caso el pelón Valverde sabía lo que hacía. Lanzó la acusación tres semanas antes del referéndum,  calculando que el tiempo no daría para que el Gobierno se defienda con una investigación  seria que muestre la verdad.  Valverde no es aprendiz de político. Sabe  de inteligencia en cuestiones políticas y  levantó polvo justamente para que quede sólo  polvo en aire. Tal vez  nosotros sigamos haciéndonos viejos y las pruebas nunca lleguen, pero el referéndum  ya habrá pasado.  Así  es la cosa Juan.  Hoy  los  grupos políticos  hacen  cualquier cosa con tal de  hacerse del  poder. Lo hicieron en Argentina en las últimas elecciones y lo están haciendo en este momento en Brasil contra Lula, nada menos que con Lula, un obrero que  devolvió la decencia a millones de brasileños que no tenían ni pan, ni techo.

-¿Esteban, cuando hablas de la regla y la excepción creo que quieres justificar lo injustificable porque corrupción es  corrupción aquí o en la China?

-A ver, haremos un poquito de historia.  Cuando Samuel era ministro o el MNR estaba en el poder, ¿dime si no era un boludo el funcionario público que siendo ministro, viceministro o director no aprovechaba el cargo para meter la mano en la bolsa? ¿Dime?

-Pero  Juan es irresponsable que  te pongas a generalizar…

-Existían en esos tiempos  funcionarios decentes, pero esos eran la excepción. Hoy es a la inversa porque la  corrupción es la excepción. Existen problemas y no voy a santificar a nadie, pero  creo que  hay las ganas de   rectificar lo que puede estar mal. En esto hay que ser más objetivos y   decir al pan pan y al vino vino.

-Te veo  muy  masista Esteban…

 -Masista o antimasista es hora de decir la verdad.  Juan… en  5 o diez años los dos  entregaremos la  jeta a Judas  ¿o no? Estaremos 3 metros bajo tierra y  no sabemos si   Bolivia  seguirá ganando  un poco de dignidad para la gente o volverá a ser asaltada por los  políticos de  siempre, como ocurrió durante tantos años.

A mí no me interesa el MAS como tal,  sino lo que hace en función de gobierno. A mí me interesa un gobierno que  pueda  defender a Bolivia. Este gobierno  se conduele con la situación de la gente que está muy abajo.  Cuando hablamos de corrupción tenemos que  ser serios Juan  y poner las pruebas sobre la mesa.  Corrupción  hubo  con Banzer en el caso Chito Valle o el sobreprecio del avión Beechcraft con Kieffer. El  MNR   con el laboratorio de  Huanchaca  y Goni  con  su  afán de sacar el gas por Chile.  El MIR no  se libra porque tuvo el sobreprecio de  vacunas con Marinkovic.   Creo que es hora de diferenciar entre la corrupción de carne y hueso y lo que ahora ocurre. A los del Fondioc ya los están procesando y  con CAMC  no existen pruebas, sino presunciones.

-¿Pero entonces por qué la lucha tan encarnizada y las acusaciones tan elevadas de tono?

-Juan siento que  la  pelea de fondo es por el poder. ¿Quién controla en los próximos años los  recursos naturales y la  riqueza que tiene Bolivia? En realidad los beneficios que da el gas, el litio, el hierro de El Mutún, el agua dulce  y los bosques que tenemos. Estamos  hablando de millones,  millones  y millones  que  -si se logra  completar este ciclo de desarrollo-  de verdad se podría sacar a Bolivia del grupo de los países pobres.

-¿Tanto así…?

-Es que hay  mucho, pero mucho  en disputa, porque  no estamos hablando de  1000 o 2000  millones de dólares, sino de mucho más. Cantidades que no te imaginas. El asunto es saber a qué bolsillos se destinarán esos recursos. Por eso pienso  que  en el referéndum se  juega mucho. Lo demás sólo son…, mejor no lo digo.