Bizarro mundo

27/06/2011
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“…durante los próximos dos decenios al menos, incluso si el crecimiento norteamericano pudiera ser interrumpido provisoriamente por la crisis financiera, por la recesión o por conflictos, lo esencial de los acontecimientos culturales, políticos, militares, estéticos, morales y sociales del planeta acentuarán aún más la supremacía de los Estados Unidos.
Jacques Attali: Une breve histoire de l´avenir. P.167
 
La narrativa lineal de lo que acontece día a día (o lo que nos hacen creer que acontece) tiene ya codificado el significado de lo que vemos, de lo que percibimos por cualquier medio. Esto quiere decir que difícilmente podemos darnos cuenta de acontecimientos que no entran en esos códigos. De allí nacen unos criterios de realidad con los que funciona la gente, con los que se piensa, con los que valoramos a las personas y a las cosas. Este esquema vale también para entender un poco las curiosidades de ese mundo lineal, achatado, predecible... básicamente banal.
 
¿Entiende usted que un Ministro de la Defensa esté preocupado por ser Doctor? Eso es realmente una rareza. Pero más intrigante todavía es que este personaje (de Alemania específicamente) sea sorprendido en un clásico ejercicio de plagio, es decir, el susodicho resultó un copión. Sigue siendo muy raro que por este desliz académico el ciudadano Ministro vea truncada su brillante carrera política al tener que renunciar a su cargo en medio de un escándalo.
 
¿Entiende usted que un Ministro de Finanzas, una Ministra de Exteriores y un Director de la famosísima Escuela de Londres sean echados de sus cargos por aceptar regalos o invitaciones turísticas algo extravagantes? Pues eso ha ocurrido en Japón, en Francia e Inglaterra bajo el escarnio público y la abundante retórica de la moral y las buenas costumbres.
 
¿Puede usted entender que el diseñador inglés John Galliano--la estrella de Dior--haya caído en desgracia porque se le fue la lengua en medio de una borrachera y empezó a despotricar de los judíos? Es muy raro que la firma francesa se haya atrevido a realizar su gala de moda de otoño sin diseñador nunca visto.
 
¿Puede usted entender cómo es que un pirata cibernético ha puesto en jaque los sistemas informáticos del Ministerio de Finanzas de Francia? Esta humillación tecnológica resulta insoportable para el orgullo nacional.
 
Pero la diversión y la extravagancia no terminan allí, la NASA a hecho un ritual de despedida al envejecido “Discovery” que después de 26 años de servicios ha realizado su último viaje lunar. Habría que saber en que “chivera” descansarán sus restos.
 
¿Ha percibido usted los “dedos voladores” de la pianista china Yuja Wang tocando la Sinfonía para Piano de Rachmaninov? Después de este espectáculo, y un leve cálculo de las horas de entrenamiento, de talento y sensibilidad concentrados en una sola persona, usted está obligado a concluir que hay gente venida de otros mundos. No es sólo la ya meritoria capacidad de ejecución de la que se considera una de las más complejas piezas para piano del mundo, sino el tierno encanto con el que esta jovencita humilla a los pobres mortales de este planeta. ¡No hay derecho!
 
Lo que estoy insinuando con estas aparentes frivolidades es la dificultad del aparato lector con el que se perciben normalmente estos fenómenos, es decir, la asignación previa de un significado que no pasará de ser anecdótico y, sobre todo, la sensación de una realidad externa que se ubica en esa región nebulosa reservada a la sección de “Aunque usted no lo crea”. Los discursos y narrativas de la cotidianidad transcurren por los rieles de la mediática, el sentido común instalado garantiza la “normalidad” de esas recepciones, las anomias y desviaciones tienen allí también su lugar. Al final todo parece encajar en los descifradores culturales que están operando en la mente de cada ciudadano; son potentes dispositivos que resultan muy baratos a la lógica dominante, pues son provistos desde la etapa fetal hasta el cementerio sin que nadie se entere.
 
El tema no es qué opina usted de esos asuntos, la cuestión es cómo funcionan en los miles de millones de “trajes ambulantes”.
 
https://www.alainet.org/es/articulo/150808?language=en
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