Pensar la integración

31/03/2010
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Cuando se habla de integración en América Latina es necesario plantear varias preguntas. Entre las más importantes: ¿cómo se puede llevar a la práctica un conjunto de intenciones que manifiestan los mandatarios en las cumbres, citas regionales y subregionales? La fórmula parecería sencilla, debido a que hay patrones socioculturales comunes, nos atraviesa el mismo lenguaje y similares problemáticas. No obstante, desde la creación de la Comunidad Andina Naciones el objetivo de la integración se ha mostrado muy distante, siendo una de las salidas la creación de nuevos organismos y la vieja discusión si la integración debe ser con o sin Estados Unidos.
 
La integración es posible en la medida que haya cuatro elementos: a) voluntad política cuando los intereses de la región estén sobre los protagonismos personales y tendencias ideológicas, b) un proyecto a mediano y largo plazo en el buen uso y aprovechamiento de los recursos, telecomunicaciones y obras públicas, entre los más importantes, c) la resolución definitiva de algunos conflictos territoriales que terminan convirtiéndose en eslóganes políticos en tiempos de campaña, d) un plan inteligente en materia de geopolítica para convivir en un mundo multipolar.
 
Los cinco últimos años, la integración ha tenido varias lecturas. Por una parte, la conformación de la UNASUR como una salida efectiva, pero que todavía no reconoce al líder que pudiera empujar y fortalecer el proyecto y, por otra parte, las disputas personales entre presidentes que defienden modelos económicos diferentes, pero que dentro de sus territorios tienen una alta aceptación y han sido reelectos. Razones suficientes para que la integración se corra, una vez más, de las oportunidades históricas.
 
En este contexto, es necesario pensar la integración desde la voluntad de los mandatarios de renunciar a los protagonismos y construir una agenda programática que priorice los intereses de la región, que deberán estar representados por un líder que sepa sintonizar con sus similares, armonizar intereses y saber moverse bajo las nuevas lógicas de un mundo multipolar.
 

- César Ulloa Tapia, periodista ecuatoriano, es consultor en comunicación.

https://www.alainet.org/es/articulo/140379

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