Uruguay en elecciones

¡Todo el año es carnaval!

20/01/1999
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Este pequeño país de poco más de tres millones de habitantes tiene -empero- variadas e inusuales desmesuras. No sólo fuimos los uruguayos dos veces campeones mundiales y dos veces campeones olímpicos de fútbol, no sólo fue uruguaya la primera radioemisora que transmitió de continuo las 24 horas del día, sino que además tenemos el Carnaval más largo del mundo (los 28 días de cada febrero y a veces hasta los primeros días de marzo). Sin embargo, estos récords tradicionales han sido opacados por las consecuencias de nuestra última reforma constitucional: ¡ahora tenemos el proceso electoral más largo del mundo! En efecto, a partir de la ratificación plebiscitaria de la nueva Carta Magna, el año electoral se inicia en el mes de marzo con las elecciones internas de los partidos políticos; se continúa en el de octubre con las elecciones parlamentarias y presidenciales en primera vuelta; prosigue en noviembre con el balotaje presidencial, y culmina en mayo del año siguiente con las elecciones municipales. Para poder presentarse como candidato a la presidencia por su partido, el aspirante deberá lograr más del 50 por ciento de los votos de los "convencionales" surgidos de las elecciones internas, lo que resulta más que fácil para algunos y muy difícil para otros. Para el Partido del Nuevo Espacio liderado por Rafael Michelini, sólo se trata de reafirmar su candidatura formalmente, ya que el senador centrista es el único candidato que se presenta a la instancia. El Partido del Encuentro Progresista-Frente Amplio ofrece dos opciones a sus votantes: la mayoritaria, del doctor en medicina Tabaré Vásquez (apoyada por todas las organizaciones políticas componentes de la alianza menos una), y la del economista Danilo Astori (apoyada únicamente por su agrupación política, Asamblea Uruguay). Este último sabe muy bien que no tiene posibilidades de convertirse en el candidato único de la alianza opositora, sin embargo, utilizará las elecciones internas para intentar revertir su creciente pérdida de prestigio y poder de decisión en los organismos directrices tras su "viraje hacia el centro" de los últimos tiempos. Piensa Astori que los votantes del Encuentro Progresista le serán más adictos que sus militantes y por ello desea marcar presencia. Los partidos gobernantes Distinto es el panorama en los dos Partidos gobernantes, que hoy parecen etimológicamente más "partidos" que siempre. En el Partido Colorado hay dos candidaturas reales y dos de "despecho". Por un lado está el delfín del presidente Sanguinetti, Luis Hierro López, ex Senador y ex Ministro del Interior, candidato oficial del sanguinetista Foro Batllista, mayoritario en la interna colorada, más aún luego de su alianza con el ultra derechista Pablo Millor. Su "candidato despechado" es el ex Director de la compañía eléctrica estatal y ex Intendente del departamento de Río Negro, Mario Carminatti, quien abandonó la agrupación presidencial por no haber sido tenido en cuenta al momento de digitar las candidaturas. Por otro lado está el ya cinco veces candidato perdedor a la presidencia, Jorge Batlle, mentor del presidente Sanguinetti en su momento, y su principal enemigo interno hoy. Con Batlle, el que se enojó fue su ex candidato a la vicepresidencia, el ex Senador y ex Embajador en Paraguay Walter Bouza, quien se tira ahora "con lista propia". También cuenta Batlle con su sector de ultra-derecha, el escindido de la Cruzada 94 de Pablo Millor, Luis García Pintos. Completando este panorama, el Partido Colorado posee también su candidato "izquierdista", el ex Director de los ferrocarriles del Estado, Víctor Vaillant. Comprometido con causas nobles como la defensa de los Derechos Humanos y la lucha contra la corrupción, Vaillant siempre ha sido minoría, un cordero en el partido de los lobos. Simplemente "marcará votos" para luego negociar con el ganador. En el Partido Blanco o Nacional, las cosas no son muy distintas. Tras estar muy bajo en las encuestas luego de los diversos casos de corrupción ocurridos durante su gobierno, el ex Presidente Lacalle ha comenzado a subir posiciones, mientras su principal oponente Luis Alberto Volonté las ha comenzado a bajar. El "despechado" de Lacalle es su anterior delfín, Juan Andrés Ramírez, quien pese a haber sido su Ministro del Interior, recién se enteró de los actos de corrupción prohijados por su mentor cuando estos tomaron luz pública. Ahora se presenta como denunciante impoluto de las "metidas de mano" de sus compañeros. El "despechado" de Volonté es el ex Ministro de Relaciones Exteriores, Alvaro Ramos, quien tras haber sido su candidato a Vicepresidente, se tira también ahora con lista propia. Para finalizar, el candidato liberal o "izquierdista" del Partido Nacional es el diputado independiente Alem García, quien al igual que el colorado Vaillant, sólo buscará marcar votos. Todos estos candidatos aquí nombrados han comenzado sus campañas en el pasado mes de noviembre con actos, caravanas, pegatinas, volanteadas, y reclames en la radio y la televisión. Millones de dólares se están invirtiendo en lo que parece ser más un negocio muy lucrativo que un servicio a la comunidad. Por eso los uruguayos, y principalmente los montevideanos, hablan del "Carnaval Electoral". Un carnaval que no durará un mes, sino dieciocho... ¡Otra desmesura uruguaya para el Libro Guiness de los Récords!
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