Mirando al Sur

21/12/2011
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Estábamos demasiado acostumbrados a mirar al norte y al este. La seducción del progreso y la tecnología disfrazó la dependencia política, las relaciones carnales, las decisiones económicas, las ambiciones de ingresar al primer mundo, la enajenación de nuestra cultura y nuestra tierra. Ha comenzado un tiempo nuevo. Estamos finalmente mirando al sur. A Chile, Bolivia, Paraguay, Uruguay, Brasil. Y desde arriba, desde Venezuela también miran al sur. Pese a todas las descalificaciones, el menosprecio, la carencia del poder de las armas. El sur va siendo importante para nosotros. Como nunca lo había sido. Los vínculos se van atando en medio de las críticas o quizás el temor de los poderosos que han basado su prepotencia en la fuerza de las armas y el dinero. Unos vínculos invisibles y débiles porque muchos son todavía promesas o realizaciones incipientes. Pero incluso, y esto enerva a los poderosos, el proyecto se abre a la realización concreta de un gaseoducto internacional, mirando al sur, que reafirmará los compromisos y fortalecerá a cada uno de los gobiernos en sus frenadas ambiciones de disminución del desempleo, la pobreza y la dependencia. Es un proyecto distinto. Un proyecto de crecimiento y de paz. Un programa de integración. Nos asusta que alrededor nuestro, en el mundo, siga creciendo otro proyecto. De dominio y aniquilación por las armas. De paranoia defensiva contra el terrorismo. De contaminación del medio ambiente y apropiación de riquezas naturales. De exacerbación de las diferencias ideológicas para lograr el avance sobre las riquezas, las culturas, el petróleo y el agua potable. Un proyecto de muerte y exterminio para supervivencia de los más grandes. Un proyecto que apoyan, aun dentro de los países empeñados en esta perspectiva de integración, los opositores sin tregua a los gobiernos elegidos tratando de boicotear todos sus emprendimientos así estén dirigido a ese gran proyecto de integración que ninguno fue capaz de afrontar con la fuerza y determinación de los de hoy. Ciertamente hay que mirar hacia adentro para remediar en cada espacio una cantidad de carencias e imperfecciones y hace falta valentía y sentido crítico para señalarlas y comprometerse en las soluciones. Pero hoy el horizonte está abierto hacia el sur y quien pierda esta orientación por más que esté clavado y seguro en su rincón nativo, quedará enroscado en un presente estéril. La consigna es entonces, creo " SEGUIR MIRANDO AL SUR", para fijar nuestra propia orientación. - José Guillermo Mariani (Pbro)

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