El cultivo del arroz y las siete plagas de Egipto

13/12/2002
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Agoniza el Cultivo del Arroz entre la Demagogia del Gobierno, la Falta de Semillas, la Antitécnica, los Costos de los Insumos, los Ruinosos Precios del Grano, la Carga Tributaria y los Tratados Internacionales (Pacto Andino y ALCA). El incremento en los costos del cultivo (insumos) termina año con un alza del 19 por ciento aproximadamente, lo cual contrasta con una baja en el precio del arroz de 66 mil a 64 mil pesos la carga en el último semestre. La nueva carga tributaria compuesta por el impuesto al patrimonio (1.2%), el incremento en la renta y la propuesta del IVA que está a consideración del Congreso de la República, que pretende gravar los insumos (abonos, insecticidas, fungicidas, herbicidas), además las semillas, agua, preparación de suelos, fumigadas (aérea y terrestre), asistencia técnica y todos los bienes y servicios del agro, la cual sumada con el incremento en los insumos, nos representa cifras adicionales para nuestros costos de cultivo del orden de 450 mil pesos por hectárea para el año que comienza. Es curioso que el Ministro de Agricultura no se haya manifestado al respecto, quedando nuestro cultivo al borde de la desaparición; pues a todo lo anterior hay que sumarle que nos quedamos sin semillas con que trabajar, el Fedearroz 50 después de ocho años, ya cumplió su ciclo, y las nuevas variedades no son apetecidas por la industria molinera. El punto de equilibrio para sacar los costos de producción, ya pasa de 120 bultos por hectárea, lo cual es casi imposible de lograr en las dos terceras partes del año, teniendo el agricultor que recurrir a socas y resocas, las cuales a corto plazo infectarán nuestras tierras de plagas, malezas y hongos en los distritos de riego donde no tenemos posibilidades de rotación de cultivos, por culpa de las malas políticas agropecuarias que permitieron en los años 90 la apertura económica y la desaparición de todos los cultivos de rotación. A todo lo anterior, le debemos sumar dos amenazas con los Tratados Internacionales: Primero, el Pacto Andino, el cual por decreto presidencial permitirá la importación de arroz en cantidad de más de 100 mil toneladas en el primer semestre del año entrante, a partir del mes de febrero; y segundo, el ALCA, el cual nos llevará a arancel cero todos los productos del agro en forma gradual a partir del año 2005, desapareciendo lo poco que queda del agro colombiano. A nuestros pobres agricultores parece que les cayeron las siete plagas de Egipto. Todavía no nos habíamos repuesto de la desaparición forzosa del Cimarrón 3 capas, al bajar su precio en el mes de abril en siete mil pesos la carga, como lo había anunciado la Industria molinera desde el año anterior, previa reunión con los agricultores, donde afirmaron que era por el grano yesado, que daba más cristal que el Fedearroz 50 y que además era de mala familia (Pirata). Hoy nos están repitiendo la misma dosis sin previo aviso con la variedad Colombia 21, la cual a partir del 9 de diciembre bajó su precio también en siete mil pesos la carga. ¿Será esta la Navidad anticipada?. Del Colombia 21 dicen los molineros, que es peor que el Cimarrón 3 capas al dar rendimientos de molinería hasta de cinco bultos de entero por uno de cristal y que también tiene granos yesados con lo cual justifican el TUMBIS. La única diferencia es que el Colombia 21 sí es de alta cuna, de buena familia y su madre biológica es la Federación Nacional de Arroceros, la cual esperamos que salga en defensa de su honor mancillado y ojalá los agricultores no tengamos que quejarnos ante "el mono de la pila", porque entre Usosaldaña y Asoprado hay sembradas más de tres mil hectáreas de esta variedad, que a precios de 57 mil pesos la carga de Paddy verde, se pierde el valor del arrendamiento de la tierra si son propietarios, y 250 mil pesos más por hectárea, lo cual es una verdadera catástrofe social y económica para la región. Esperamos que la Industria molinera de una manera honesta, consecuente y democrática, rectifique esta medida para no crear un problema social, en estos momentos en que la producción de los meses de diciembre, enero y febrero no llega a 110 bultos por hectárea. Por lo anterior, solicitamos que la Federación de Arroceros, la Industria molinera y las Juntas Directivas de los distritos de riego, convoquen a una reunión para lograr un acuerdo, en la misma forma como se hizo con el Cimarrón 3 capas en el mes de Noviembre de 2001. Esta reunión lógicamente debe ser motivada por la Federación, los Distritos de Riego y los agricultores afectados, con el propósito de sostener el precio por cuatro meses más mientras se recolectan las áreas sembradas. La Asociación Nacional por la Salvación Agropecuaria, antes del 15 de abril, fecha límite en la cual se deben presentar los términos por parte del gobierno para la negociación del ALCA, convocará a un Congreso, y al día siguiente a una gran movilización de todo el agro colombiano, por las calles de Bogotá hasta la Plaza de Bolívar, para pedir al doctor Alvaro Uribe que el agro colombiano sea excluido de esa negociación. Angel Maria Caballero, Presidente Ibagué, 13 de Diciembre de 2002
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