Por la defensa de la producción agropecuaria y contra el ALCA
- Opinión
Las políticas antiagrarias que han predominado en el país, especialmente a partir de 1990, desde cuando Estados Unidos, el FMI y las demás agencias internacionales de crédito impusieron la globalización neoliberal, se intensificarán con la entrada en vigor de los acuerdos del Área de Libre Comercio de las Américas, ALCA, que traerá más y mayores dificultades y penurias para la producción nacional. En el campo, el ALCA multiplicará las quiebras, los embargos y remates de parcelas y fincas y nuestra economía agraria tendrá que limitarse sólo a lo que Estados Unidos no esté en capacidad de producir, o sea, lo que ellos llaman cultivos tropicales. Campesinos, indígenas, asalariados agrícolas y no pocos empresarios rurales verán cómo siguen aumentando los impuestos, las tarifas de servicios públicos, los peajes y sobretasas que les encarecen la producción, mientras nada se hace para aliviar las urgentes necesidades del campo. Al contrario, se continuará con el debilitamiento y cierre de las instituciones oficiales que en algo los ayudaban en sus problemas, como ha ocurrido con el Idema y la Caja Agraria y se pretende hacer con el Incora, el INAT y el ICA. Con el ALCA se intensificará la apertura de nuestro mercado. En continuación de políticas y programas que les dan a los extranjeros lo que les niegan a los nacionales, serán más numerosas las importaciones de maíz, trigo, cebada, arroz, plátano, papa, panela, aguacates, zapotes, hortalizas, pollo, carnes, huevos, leche y muchos otras especies vegetales y animales, importaciones que son una de las principales causas del desesperante desempleo que hoy vive nuestro pueblo. Esta crisis agraria nacional tiene a miles y miles de compatriotas al borde de perder hasta sus tierras, por no poder pagar sus deudas bancarias, mientras los gobiernos hacen demagogia con planes de refinanciación que les dan más ganancias a los banqueros y que apenas aplazan el momento del remate de los endeudados, prolongando sus dificultades; o amarran a los parceleros de por vida, sometiéndolos a las cadenas y "alianzas" productivas, en las que el pequeño productor produce para la gran empresa, transnacional en muchos casos, según sus normas, exigencias, precios y plazos. Por todo lo anterior, las organizaciones que hacen parte de la Asociación Nacional por la Salvación Agropecuaria hemos acordado impulsar la Gran Jornada Nacional Agropecuaria del próximo 16 de septiembre, defendiendo los siguientes puntos: 1.- Contra el ingreso de Colombia al Área de Libre Comercio de las Américas, ALCA, y el resguardo y fortalecimiento del mercado interno frente a las arremetidas de las grandes multinacionales. 2.- Contra las importaciones agropecuarias, exigiendo que el Estado elimine de manera inmediata las políticas que facilitan las importaciones de aquellos productos del agro que puedan producirse en el país. 3.- Por la condonación de las deudas de campesinos, indígenas y empresarios; la suspensión de los procesos judiciales en curso y el suministro de créditos abundantes, oportunos y baratos para los productores rurales. 4.- Por la defensa del medio ambiente y nuestro patrimonio genético y la explotación racional de los recursos naturales. 5.- Que el gobierno fije precios de sustentación remunerativos, que hagan viable la economía del sector. 6.- Contra las alzas de los precios de los insumos, los impuestos y las tarifas de servicios públicos. 7.- Que el Estado respalde el agro con redes de comercialización, asistencia técnica, investigación, mantenimiento y construcción de distritos de riego y fortalecimiento de las instituciones de apoyo al sector. 8.- Por la atención a las exigencias democráticas de las comunidades indígenas y afrocolombianas. 9.- Contra las maniobras de las multinacionales y de los países desarrollados para deprimir los precios del café y de los demás productos del agro. 10.- Cumplimiento de los acuerdos que los diferentes gobiernos o entidades del Estado han suscrito con los productores rurales en los diferentes paros y movilizaciones adelantados para exigir soluciones a los problemas del campo. Aplicación de la Ley 40 de 1990, que protege la producción artesanal panelera y prohíbe a los ingenios azucareros derretir azúcar o producir panela. La Asociación Nacional por la Salvación Agropecuaria, respalda una salida política para el actual conflicto armado que hoy desangra a Colombia, al tiempo que rechaza las diversas formas del terrorismo como el secuestro, el atentado personal, la extorsión, el genocidio, los desplazamientos forzados y las desapariciones, cualesquiera sean los contendientes armados que las utilicen. ¡Todo el campo a la Gran Jornada Nacional de Protesta Agropecuaria, el 16 de septiembre de 2002! Asociación Nacional por la Salvación Agropecuaria Ángel María Caballero Presidente Aurelio Suárez Montoya Secretario Ejecutivo Ibagué, julio 6 de 2002
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