Guadalupe y Martinica vistas por sí mismas
- Opinión
Nueve intelectuales de Guadalupe han firmado un manifiesto que refleja bien a las claras cuales son las verdaderas y profundas motivaciones que han desencadenado en estas dos islas los recientes actos de violencia aún sin apagar.
Guadalupe y Martinica forman parte de las Antillas Menores e integran junto a Guyana,
Ambas fueron colonizadas por los franceses a partir de 1635 y 1674 respectivamente Desde entonces su economía se basó en la producción de azúcar lo que determinó la importación desde el Africa de ingentes cantidades de esclavos que conformaron su actual base étnica. Aunque la esclavitud fue abolida durante
Desde entonces la base de sus economías es el turismo y sus niveles de vida se hallan profundamente afectados no solo por las grandes disparidades internas sino también por su extrema dependencia de las importaciones no solo de alimentos sino de la mayor parte de los productos de consumo cotidiano. Esta situación ha venido manteniendo a la mayoría de su población dentro de un persistente marco colonial manipulado por una insondable cadena de operadores y de intermediarios, dominada por apenas el 1% de la población de origen blanco los llamados bekés.
Esta breve reseña tiene por objeto introducir lo que creo es la visión más autóctona y fidedigna de las verdaderas motivaciones que, desde hace algo más de un mes han desencadenado hechos de verdadera violencia en esa región insular y que según se teme podría extenderse a algunos otros territorios franceses de ultramar tales como Guyana y
El
Mientras tanto los políticos franceses tratan histéricamente de apagar el incendio con armas y dinero tan efímero este como la transitoria paz que pretenden restablecer en un ambiente saturado de algo más que de imperiosas necesidades físicas insatisfechas. Con tal objeto el gobierno francés ha comprometido ya €580 millones destinados a solventar aumentos en los salarios y a controlar los precios mientras que contemporáneamente ha enviado ya a Guadalupe mil efectivos de la gendarmería móvil, una fuerza especializada en la recuperación y el mantenimiento del orden público y otros 990 policías y similares cantidades a Martinica.
Dos factores, armas y dinero, destinados a combatir las consecuencias y no las causas que han desencadenado esa ya cruenta reacción popular. que siguen respondiendo a los principios básicos de una filosofía que se obstina en mantener la “imbatible equidad de los mercados” y que no resigna ninguno de sus objetivos pese a la conocida e inocultable crisis internacional que ha generado.
Lo que contrariamente destaca el mencionado manifiesto es que las soluciones definitivas solo podrán alcanzarse cuando se reconozca “la enorme necesidad de enfrentar radicalmente al capitalismo contemporáneo que no es simplemente una perversión sino la histérica plenitud de un dogma” Y prosigue, lo más urgente es: “sentar inmediatamente las bases de una sociedad no-económica en que la idea del continuo crecimiento del desarrollo sea desechada y reemplazada por la del florecimiento, en la que el empleo, el salario, el consumo y la producción sean lugares de creación y de perfeccionamiento humano”
De modo que resulta evidente que la crisis que agita las aguas en estas islas caribeñas es doblemente política: porque es “identitaria” y nace en el oscuro pasado explotador y esclavista y porque se halla inmersa en el ya insoportable sistema económico que se empeña en seguir ahogando las más genuinas aspiraciones humanas y sepultando sus sueños. No por casualidad el grupo de organizaciones que lidera en ellas la rebelión y el descontento se llama “Colectivo contra la explotación” más conocido por sus siglas “LKP” o por “Liannak” en idioma creole.
Y como prosigue el manifiesto “proyectemos nuestro imaginario hacia las grandes necesidades humanas” para que la vida en común no se limite a reclamar una canasta de alimentos sino que se construya en plenitud sobre la idea de lo humano. “Imaginemos juntos un marco político de plenas responsabilidades en que las nuevas sociedades martinicana, guadalupense, guyanesa y reunionesa, asuman su participación soberana en las luchas planetarias contra el capitalismo y por un mundo ecológicamente nuevo”
El pensamiento de este grupo humano que ha sido capaz de interpretar de este modo los signos de los tiempos, analizando con precisión y rigor el espiritual sustrato colectivo en que subyacen los verdaderos problemas contemporáneos merece ser tenido en cuenta.
- El Grano de Arena, INFO 489, Lunes 1º de marzo de 2009, http://attac-info.blogspot.com
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