Piruetas pinochetistas de Sebastián Piñera

12/09/2013
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Con motivo de conmemorarse el aniversario 40 de un sanguinario golpe de estado que sacó del poder al socialista Salvador Allende en 1973, el primero en Abiayala/América que para esa fecha había llegado por voto popular a regir los destinos de Chile en 1970, el presidente actual de esa nación Sebastián Piñera, en una entrevista concedida al periódico La Nación de Argentina, el pasado 6 de septiembre de este año 2013,  hizo fuertes críticas al comportamiento de jueces y periodistas, durante el derrocamiento que llevó al poder al genocida general Augusto Pinochet, así como también durante los diez y siete años que duró este crudo régimen del terror, que luego de ser comprobado en su eficiencia como trillizo de las no menos criminales experiencias golpistas de Brasil (1964) y Guatemala (1954), se convirtió en el detonantes formal del tenebroso Plan Cóndor, la segunda multinacional del terrorismo de estado durante el siglo XX.
 
 
Dijo Sebastián Piñera en esa entrevista que, " ni la justicia ni la prensa cumplieron con su deber de denunciar las desapariciones y violaciones de los derechos humanos ocurridas durante los 17 años de la dictadura encabezada por el general Augusto Pinochet [...] El Poder Judicial no estuvo a la altura de sus obligaciones y desafíos. Pudo haber hecho mucho más, porque por mandato constitucional le correspondía cautelar los derechos de las personas y proteger las vidas […] Los medios de comunicación podían haber investigado la realidad en materia de derechos humanos con mucho más rigor, y no quedarse con la versión oficial del gobierno militar".
 
Tres días después en otra entrevista al medio gringo Telemundo que trasmite en lengua hispana para USA,  trocado en una suerte de Júpiter o Changó tonante de la moral y las buenas costumbres políticas, Sebastián Piñera diría incluso de Salvador Allende,  el presidente derrocado,  lo siguiente: “el gobierno de Allende quebrantó la legalidad y el Estado de derecho […] el resquebrajamiento de la democracia y las malas políticas públicas fueron generando un creciente caos político, económico y social”. Quien esté documentado del caso, se preguntará asombrado, ¿cómo es posible que Sebastián Piñera, como si jamás tuviera velas en ese entierro, ni tampoco tuvo nada que ganar en ese hecho doloroso para la nación chilena y la familia Allende,  se tire semejantes perlas para cerdos?
 
Pero desmenuzando en pasado y presente, los contextos de las entrevistas y los entrevistadores que alegan hacer periodismo sin hacer contra preguntas, las cosas se van aclarando desde una dialéctica de sincronía y diacronía de los hechos; frente a ello basta con realizar unas cuantas preguntas: ¿Qué representa La Nación de Argentina? ¿Quién es su propietario? ¿Cuál fue su comportamiento durante el golpe de estado? ¿Cómo eran por ejemplo antes del golpe, los estados financieros no sólo de la Nación, sino del mismo Sebastián Piñera? ¿Quiénes son los dueños de Telemundo y cuál ha sido su enfoque editorial? ¿Difieren en algo Telemundo y la Nación de Argentina?
 
Con relación a las dos primeras preguntas, la respuesta es que La Nación de Argentina tiene relación financiera con el diario El Mundo defensor de la monarquía parásita de España y con esa suerte de neofranquismo bipartidista que hoy define la realidad política ibérica, a través de la multinacional Prisa.  También tiene grandes cantidades de capital de la familia Clarín de Argentina, quien recibió de la dictadura de Videla y Massera,  surgida años más tarde como capítulo del Plan Cóndor, el monopolio del papel periódico, amén de la jugosa contratación de publicidad oficial: como quien dice, El Mundo, La Nación y Clarín de Argentina- no confundir con el Clarín de Chile- tienen fraternas y amorosas relaciones carnales, de dictadura a dictaduras.
 
Por lo tanto el Plan Cóndor, que no sólo tuvo un capítulo para asesinar a miles y miles de personas que no pensaban lo mismo que los gobiernos dictatoriales y sus beneficiarios, tuvo también un equipo multinacional de sicarios de la verdad disfrazados de periodistas, que estaban unidos fuertemente desde entonces, al USA departamento de estado y a las multinacionales monopólicas u oligopólicas, que desde el petróleo y el cobre- que le costó la vida a Allende – hasta agroindustria, las telecomunicaciones y suministro de armamentos. Clarín actualmente, está ligado al grupo Fox News, gran impulsor de las guerras de Irak, Afganistán, Libia y Siria actualmente, a través del Pentágono – su brazo armado- y el USA departamento de estado, su centro ideológico y político del nuevo fascismo global.
 
 Gabriel García Márquez en un antológico reportaje de 1974 titulado, “Chile, el golpe y los gringos (crónica de una tragedia organizada)”, señala como toda esta multinacional del crimen desde sus inicios, tuvo como actores macabros al USA gobierno, multinacionales que lucraban de unas telecomunicaciones privatizadas como ITT, que hizo todo lo posible por evitar la llegada de Allende al poder, y las élites militares y periodísticas de Chile, representadas en el Goebbels de suramérica, Agustín Edwards, dueño del periódico El Mercurio de Chile, quienes se reunieron para estudiar los posibles escenarios para tumbar un gobierno de izquierda en Chile, en 1969, a través de la famosa Operación Contingency Plan.
 
 Sin embargo, señala García Márquez, ya desde 1965 había comenzado el espionaje chileno con la operación Camelot, que tuvo por objeto conocer el estado de opinión de la población chilena ante un gobierno de izquierda.  Uno de los generales asistentes a la cena conspiradora en 1969 cuando Allende sonaba como favorito, dijo ante la pregunta de qué harían las fuerzas militares de Chile sí la izquierda llegaba al poder: “Nos tomaremos el palacio de la Moneda en media hora, aunque tengamos que incendiarlo”…
 
Y eso casi exactamente fue lo que sucedió, con el valor agregado de la canallada y el lacayaje: hasta los pilotos que bombardearon el Palacio de La Moneda, fueron aviadores gringos importados por la oligarquía, que aprovechó el pretexto de los ejercicios militares Unitas,  para las nuevas colonias gringas durante la época del patio trasero. Según Naomi Klein, el golpe de estado contra Allende, fue la materialización experimental de un macabro experimento parido en Harvard, entre este centro universitario y la CIA,  conocida como la teoría del shock en donde la preñez y parto le correspondió al premio noble de economía Milton Friedeman, siendo el primer escenario prefabricado para el debut de los famosos Chicago Boys.
 
El estudio “The Media in Latin América” (Mac Graw Hill 2008) en su capítulo “Medios de comunicación en Chile bajo el signo de la concentración, autoría de Gustavo González Rodríguez, dice lo siguiente sobre el señor Agustín Edwards: “Desde el mismo 11 de septiembre de 1973, fecha del cruento golpe contra el gobierno de Salvador Allende, la dictadura le despejó el camino al futuro duopolio de El Mercurio y Copesa con la clausura de todos los diarios identificados con la Unidad Popular […] Por parte baja, el Estado perdió 27 millones de dólares a favor de El Mercurio, mientras las operaciones en torno a Copesa permitieron que este grupo fuera adquirido finalmente por conglomerados empresariales enriquecidos bajo la dictadura y afines a la UDI, que pagaron apenas unos siete millones de dólares”.
 
Sobre Sebastián Piñera, que tuvo uno de sus grandes negocios como asesor del dictador Hugo Banzer en la época dorada de los dictadores del Plan Cóndor, cuyos hermanos y primos según el periodista e investigador Arnaldo Pérez Guerra, fueron beneficiados con burocracia y facilidades para hacerse multimillonarios, dice el estudio de Gustavo González citado en el párrafo anterior: […]“En la televisión de señal abierta, el grupo Claxon era también el propietario del canal Chilevisión, hasta que en 2005 fue adquirido por el millonario chileno Sebastián Piñera, dueño asimismo, entre otras, de la aerolínea Lan-Chile.”
 
Estos antecedentes permiten refutar y llamar mentiroso a Sebastián Piñera con todo y su banda presidencial;  permiten explicar porque durante el evento de conmemoración de Allende y la masacre del pueblo chileno, evitó referirse al gobierno de Pinochet como dictadura y buscó justificar un golpe de estado.
 
La escogencia de Telemundo y La Nación para soltar esas perlas, no es en vano, esos supuestos medios de comunicación, son en realidad medios de propaganda adscritos a la SIP, que es una coordinadora mediática para justificar golpes de estado y privatización de naciones, estados y países. Telemundo está ligado además al poderoso cabildeo de los grupos de presión sionista y de los cubanos de Miami, que son herederos también de otro conspicuo dictador y violador de derechos humanos como Fulgencio Batista.
 
Antes que un ejercicio de reconciliación, el acto de Sebastián Piñera es un vulgar ejercicio para meter en el mismo saco a víctimas y víctimarios, para tratar de decir que Pinochet era un hombre duro, pero eso sí, preñado de buenas intenciones como los golpistas de abril de 2002 en Venezuela. Un intento burdo por demostrar que los hechos de Chile fueron producto,  de una espontánea combustión interna de partidos políticos con diferencias irreconciliables,  debido a los malos manejos de la economía de Allende.
 
La verdad, según Naomi Klein y los estudiosos del periodo dictatorial es que se registraron indicadores de inflación a casi diez años del golpe de estado,  superiores al 300%. Aunque hoy Chile registra indicadores económicos “competitivos” es el país más desigual del hemisferio y uno de los más injustos del mundo. En Chile se han mantenido como homenaje póstumo a Pinochet sus leyes racistas y privatizadoras de toda la tierra, las fuentes de agua y el estado; y de todo el sistema educativo que es el más caro del mundo. Piñera recibe como heredad continuada del pinochetismo y de la concertación, un estado racista contra el indígena mapuche y el pasquense, que viven en centros de concentración donde tienen menos derechos que los demás ciudadanos de tipo “latino”.
 
Cada año para cada 11 de septiembre: la sociedad chilena asiste a dos formas de conmemorar el golpe y el genocidio ejecutado por Pinochet y su kombo por órdenes del USA departamento de estado. Una que bebe whisky y sonríe de la dicha al evocar la época dorada de los dictadores. La otra parte de Chile, prende velas y marcha, mientras Chile como estado oficial rinde honores a Pinochet. Pero el gobierno de Sebastián Piñera que se las da de honesto, no sólo manda a encarcelar y hostigar a los líderes sociales que organizan los actos públicos, sino que se escuda en sus medios de propaganda, para cazar incautos y sobre todo, hacer piruetas pinochetistas para tratar de evitar las consecuencias legales y de exclusión: el que a hierro mata, a hierro muere.
 
-- Nicolás Ramón Contreras Hernández,  de Tolú - Sucre. Ciudadano afroabiayalense independentista de la Región Caribe en la República de Colombia.  RED INDEPENDENTISTA DEL CARIBE. Observatorio Independiente de medios y estudios académicos desde perspectiva de género y etnia.
 
Algunas infografías: 
http://www.youtube.com/watch?v=KLu7aAPhxAk – Naomy Klein en su documental la doctrina del Shock demuestra como Chile fue un conejillo de indias programado como genocidio para ensayar las tesis de Milton Friedeman y el USA departamento de estado.
http://agencias.lamula.pe/2013/09/11/chile-el-golpe-y-los-gringos-cronica-de-una-tragedia-organizada/agencias/-  Reportaje de García Márquez sobre el plan golpista y el gobierno Nixon para derrocar a Allende. 
http://www.liberacion.cl/nacional_040312.htm - Pinochet y el nepotismo pinochetista. 
www.lapetus.uchile.cl/lapetus/c1/download.php?id=1218- Estudio sobre concentración de medios informativo
https://www.alainet.org/pt/node/79266
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