Perú en la víspera, el ambiente y Pedro Castillo y el terruqueo
- Análisis
Faltan dos días para que el Perú, con los resultados de la 2da vuelta electoral del domingo 6 de junio, en la que se enfrenta la esperanza de Pedro Castillo contra la mafia fujimorista, ingrese a un periodo de incertidumbre mayor que el que hemos tenido en los últimos 5 años de crisis, protestas, inestabilidad y desinstitucionalización. Pero no sólo el ambiente político y social está crispado, confuso y disperso. También lo está la grave situación por la que atraviesa nuestro territorio, mar, aire, agua y bosques, temas en general poco abordados y con mucho desdeño por los representantes de la mafia fujimorista y su candidata Keiko Fujimori. Por el hecho de ser agricultor, rondero, sindicalista y maestro de escuela en Chota (Cajamarca), el profesor Castillo, que postula por la configuración de izquierda Perú Libre, sí tiene propuestas ambientales y de defensa de los recursos naturales. Es bueno recordarlas la víspera ya que el sábado 5 de junio se celebra el Día Mundial de la Pachamama.
Pese a todo el Profe sigue primero
El tema de las elecciones en la primera vuelta del 11 de mayo, quién es el profesor Pedro Castillo y porqué gano en esa oportunidad, aunque con muy pocos votos (19%) dada la dispersión de opciones, lo mismo que su contrincante Keiko Fujimori (13%), lo he abordado en un artículo publicado por ALAI[1]. Pero ahora el panorama ha cambiado un poco con la intensa y sucia campaña electoral, la presentación de los equipos técnicos, el “terruqueo” permanente contra la izquierda, las cartas pro golpistas de militares retirados en favor de Fujimori, la intervención del brujo de la tribu neoliberal Mario Vargas Llosa desde Quito y Arequipa, la conversación del maestro Castillo con el Pepe Mujica de Uruguay y las multitudinarias manifestaciones castillistas en el Sur Andino, los cerros de Lima y la centro mismo de la capital peruana, en la que se enfrentan dos modelos y estilos diferentes.
El analista Luis Pásara resume así el tema: “El clima de desinterés en el que se votó en abril se ha transformado en las últimas semanas, bajo el estímulo del mecanismo de segunda vuelta y una agresiva publicidad. En todas las encuestas posteriores a la primera vuelta aparece una fuerte polarización de la intención de voto, que solo de manera simplificada puede ser interpretada en el eje izquierda-derecha.”[2]
Señala también que en una dimensión regional: “Fujimori gana en Lima y en algunos puntos de la costa norte; Castillo, en el resto del país, mientras los sondeos muestran que cuatro de cada cinco de sus potenciales votantes viven en el interior. El centralismo limeño y el resentimiento que ha generado históricamente se manifiestan de manera plena en la intención del votante. La otra dimensión es económico-social. Las encuestas sobre intención de voto que atienden a las diferencias según estratos socioeconómicos (NSE), muestran clarísimamente una suerte de lucha de clases electoral: Castillo aumenta su voto según se desciende en la escala social y Fujimori lo pierde.”
La última encuesta “secreta” que absurdamente no puede difundirse en los medios, asunto bastante cuestionable como las encuestas mismas, arrojan que la diferencia entre ambos candidatos, siempre con Castillo adelante, es de 1 punto, lo que se califica como “empate técnico”. Desde el 14 de mayo hasta el 4 de junio, la preferencia por el profesor Castillo ha descendido en 1 punto y la de Keiko Fujimori ha aumentado en lo mismo, llegando a un estrecho margen favorable al Profe de 1 punto, según la encuesta de IPSOS que fue divulgada el día de hoy 4 de junio: el Profe barre en el interior del país entre los más empobrecidos por el modelo neoliberal y la Fujimori en Lima, entre los más ricos y sectores medios aterrorizados.
De ser así el resultado de este domingo próximo, lo que tendremos en el país en los meses que vienen y quizá años se tratará de un “empate histórico” con inestabilidad política y continuada desinstitucionalización, a la que contribuyó enormemente la candidata Keiko Fujimori entre 2016 y 2019, así como movilizaciones en calles y valles, intentos de golpe de Estado, destituciones “legales” y violencia.
Encuesta de IPSOS
El Ambiente que no es medio
El sábado 5 de junio se conmemora el Día Mundial del Medio Ambiente, que prefiero denominarlo Día Mundial de la Tierra o de la Pachamama. Este Día fue establecido por la ONU en una resolución del 15 de diciembre de 1977, pero se celebra desde 1974 en recordación del inicio de la Conferencia de Estocolmo de 1972 sobre el ambiente, dos días después que la Asamblea General de la ONU aprobara la creación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Pero, tal como en el 2011 me encaré un dirigente shipibo-conibo, el ambiente no es “medio” sino completo: agua, bosques, montañas, tierra, flora, fauna y nosotros mismos.
Cada uno de estos días que celebramos, lleva un tema y se determina un país anfitrión, asignados por la ONU desde 1974. El del 2021 se denomina “Reimagina, recrea, restaura” y su anfitrión es Pakistán. Los seis últimos años se celebraron con los siguientes temas: “Biodiversidad” en Colombia 2020; “Sin contaminación del aire” en China 2019; “Sin contaminación por plásticos” en la India en 2018; “Conectar a las personas con la Naturaleza” en Canadá en 2017; “Lucha por la Vida Salvaje” en Angola en 2016: “Siete mil millones de sueños. Un solo planeta. Consume con moderación” en Italia 2015. La de 1974 se realizó en Estados Unidos con el tema de “Solo una Tierra”.
Pero estos bonitos temas dejan mucho que desear con respecto a la realidad de nuestra Casa Común, a juzgar por este diagnóstico de la misma ONU: “Durante demasiado tiempo, hemos estado explotando y destruyendo los ecosistemas de nuestro planeta. Cada tres segundos, el mundo pierde una superficie de bosque equivalente a un campo de fútbol y, tan solo en el último siglo, hemos destruido la mitad de nuestros humedales. El 50% de nuestros arrecifes de coral ya se han perdido y para 2050, podrían desaparecer hasta el 90%, incluso si el calentamiento global se limita a un aumento de 1,5°C.”
La ONU añade que: “La pérdida de los ecosistemas está privando al mundo de sumideros de carbono, como los bosques y las turberas, en un momento en que la humanidad ya no puede permitírselo. Las emisiones globales de gases de efecto invernadero han aumentado durante tres años consecutivos y el planeta está a un paso de un cambio climático potencialmente catastrófico”. Y, por si fuera poco: “La aparición de la COVID-19 también ha demostrado lo desastrosas que pueden ser las consecuencias de la pérdida de ecosistemas. Al reducir el área de hábitat natural para los animales, hemos creado las condiciones ideales para que los patógenos, incluidos los coronavirus, se propaguen”.
El ambiente en el Perú
En el Perú de hoy, a consecuencia de las políticas neoliberales extractivistas, impulsadas sin medida ni pausa desde hace ni 30 años, en los que el mercado y las ganancias se pusieron y se ponen por delante de la vida y la naturaleza, la situación ambiental es devastadora. Es así como el ecólogo Ernesto Ráez nos comparte el diagnóstico en relación con el cambio climático y el ambiente:[3]
- Los bosques, praderas andinas y las capas superficiales e iluminadas de lagunas, ríos y mar peruanos están llenos de organismos minúsculos (cianobacterias, algas microscópicas) y gigantescos árboles y sargazos (macroalgas que producen fotosíntesis) en las aguas, que capturan carbono todos los días, son el principal “sumidero” de gases de efecto invernadero GEI y esta captura de CO2, por parte de la biodiversidad contenida en nuestro territorio, son el principal aporte que podremos ofrecer, para mitigar el avance del cambio climático.
- Pero mientras la naturaleza hace su parte, sostiene Ráez, nosotros venimos realizando un pésimo trabajo ya que dos terceras partes de las emisiones nacionales de GEI corresponden a deforestación y agricultura: la deforestación anual, solo en la Amazonía peruana, ha fluctuado entre 84.000 has (2000) y 178.000 (2014), con una marcada tendencia creciente porque incendiamos pastos y bosques costeños y montanos, todos los años.
- Las operaciones mineras abandonadas que representan riesgos ambientales y que no reciben ninguna atención actual suman casi ocho mil en el Perú y representan el 80% del total. De estos pasivos ambientales mineros (PAM), dos tercios se concentran en ocho cuencas hidrográficas, seis de las cuales pertenecen a la vertiente amazónica.
- Los escandalosos y repetidos derrames petroleros en el Oleoducto Norperuano, como el proyecto minero Conga que prevé la destrucción de cuatro lagunas altoandinas, así como la impune proliferación de la minería informal e ilegal de oro en todo el territorio, y la oferta de lotes de petróleo a lo largo del litoral peruano, dan cuenta de un “modelo de desarrollo” donde lo último que importa es la salud de los ecosistemas y su capacidad de mitigar el cambio climático.
- Los impactos indeseables, no se limitan a los ecosistemas silvestres, sino que prácticamente donde sea que se realicen evaluaciones, encontramos preocupantes niveles de mercurio en la sangre de los habitantes, por lo que muchos pobladores alejados de la metrópoli limeña, han elevado sus voces de protesta contra las consecuencias dañinas de los proyectos de inversión extractiva y de infraestructura que afectan tierras, cuerpos de agua y cabeceras de cuenca.
- Las personas que defienden los ecosistemas silvestres o los derechos territoriales colectivos, corren verdaderos riesgos, especialmente si son pobres y rurales, soportando amenazas, acusaciones, indignidades y atentados contra su propiedad y sus vidas: el Perú es el cuarto país de Latinoamérica con más asesinatos de defensores del medio ambiente.
El ministro del Ambiente, Gabriel Quijandria, es más optimista y al parecer tiene clara la película, habiendo definido cuatro ejes claves en su agenda ambiental: 1) cambio climático con énfasis en la adaptación; 2) la conservación y el uso sostenible de los recursos; 3) manejo de los residuos sólidos, principalmente el plástico de un solo uso; y, 4) el impulso de la economía circular. Pero, como sostiene la plataforma Mongabay en una crónica reciente: “Sin embargo, sumados a los temas en los que se centrará el gobierno hasta el cambio de mando el 28 de julio del 2021, existen otros pendientes ambientales a los que Perú debe ponerle atención y que los candidatos deberían incluir en sus planes de gobierno y su propuesta de agenda ambiental.” [4]
Los principales problemas pendientes son: la continuada deforestación, que en 2019 alcanzó 148,426 hectáreas, el flagelo de la minería ilegal-delincuencial, la gobernanza del agua impactada por los relaves mineros y petroleros, la sobre pesca marítima y fluvial, la no ratificación - por el Congreso - del Acuerdo de Escazú, que incluye un artículo dedicado a los defensores de los derechos humanos en asuntos ambientales, la deuda con la protección marina costera, tanto del Mar de Grau como de la Dorsal de Nazca, dice Vanessa Cueto, de la ONG Derecho Ambiente y Recursos Naturales DAR, en tanto que Renzo Piana, director Ejecutivo de SBC Perú, se pregunta qué sucedió con la creación de estas áreas marinas: “En conservación de ecosistemas marinos estamos muy mal. No hemos cumplido con las Metas Aichi y la investigación para la conservación de zonas marino costeras sigue siendo prioritaria”.
Actualmente existen en el país más de 280 conflictos sociales, 80% de ellos vinculados a las industrias extractivas en especial la minería y el petróleo por la superposición o imposición de actividades extractivas en cabeceras de cuenca, destruyendo lagunas y humedales alto andinos, contaminado los ríos con depósito de metales pesados, destrucción de áreas naturales protegidas desplazamiento de comunidades campesinas, pueblos indígenas amazónicos y pescadores artesanales.
Ambiente, zoonosis y COVID 19
El arrasamiento irresponsable del ambiente, los recursos naturales, los bosques y la fauna silvestre, es el factor más importante de la pandemia global del COVID 19 y sus variantes, que ya ha provocado hasta hoy día 172 millones de contagiados y 3.7 millones de muertos a nivel mundial y, en el Perú, se ha reconocido muy recientemente que llevamos más de 180,000 fallecidos desde que comenzó la pandemia en marzo del 2020, la tasa más alta del mundo.
Existen centenas de artículos y libros científicos escritos sobre la zoonosis y uno de ellos es del catalán Gustavo Ortíz Millánn[5], quien sostiene que: “Una de las hipótesis más fuertes de los epidemiólogos acerca del origen de la pandemia del COVID 19 es que se inició en el mercado de animales vivos de Wuhan, China, un mercado conocido por el comercio de animales silvestres, como mapaches, serpientes, murciélagos, puercoespines, pangolines, salamandras, tortugas y cocodrilos, entre otros … Recientemente, varias investigaciones han afirmado que el genoma del SARS-CoV-2 que afecta a los humanos es muy cercano al de los coronavirus de los murciélagos herradura. Del murciélago pasó muy probablemente a los pangolines y de éstos a los humanos … Hoy en día, tres cuartas partes de todas las enfermedades infecciosas humanas emergentes provienen de animales. Tal vez no todas ellas provengan de contextos de explotación animal –o al menos no tan claramente como las que he mencionado antes –, pero pandemias recientes como la del VIH/sida, Ébola y MERS también tienen un origen zoonótico”
El autor se refiere también a que: “Hay otras dos causas importantes de brotes zoonóticos: 1) Algunas enfermedades epidémicas también tienen un origen ambiental. Algunas influenzas y otras enfermedades están relacionadas con la invasión de los hábitats y el contacto cercano al que se obliga a la fauna reservorio natural con los animales domésticos y, en última instancia, con los humanos. También tienen que ver con la pérdida de biodiversidad y el aumento de la prevalencia de ciertos patógenos en las poblaciones de reservorios. Si la biodiversidad no se deteriora, se diluyen las poblaciones de reservorios entre otras especies y se reduce el riesgo de transmisión de patógenos. 2) La producción animal en sistemas intensivos, es decir, en sistemas que buscan incrementar la producción criando a los animales en el menor tiempo y en el menor espacio posibles. Los animales viven la mayor parte de sus vidas encerrados bajo condiciones artificiales, se ven limitados en la expresión de comportamientos naturales para la especie, con niveles bajos de bienestar, en un estado de estrés crónico, por lo que son más susceptibles a enfermedades, y suelen ser tratados con antibióticos. Todo esto incrementa el riesgo de infección y de que se presenten enfermedades, convirtiéndose en focos de contaminación ambiental y de riesgo sanitario para el humano, incrementándose la posibilidad de transmisión de agentes patógenos resistentes a antibióticos de los animales al humano.”.
La agenda ambiental del Profe
El Perú es un país mega diverso y pluricultural: poseemos 82 de las 104 formas de vida que existen en el mundo. Nuestra ventaja comparativa frente a otros países de la región y el planeta es la reserva genética que es la base de nuestra seguridad y podría ser de nuestra soberanía alimentaria, en especial de la papa y otras especies. Nuestra configuración geográfica con diversos pisos ecológicos y microclimas, así como la biodiversidad nos permite contar con un sistema nacional de Áreas Naturales protegidas con un total de 119 pertenecientes al Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas que corresponden al 16.5% del territorio nacional con una superficie de 21.2 millones de hectáreas, en donde habitan Pueblos Indígenas y Pueblos en Contacto inicial (PIACI), naciones que son desconocidas en sus derechos territoriales y conocimientos ancestrales en armonía con la Pachamama.
La mayor debilidad que tiene la política ambiental nacional es que cuenta con una frondosa legislación ambiental y un sistema complejo de gestión que ha debilitado sus competencias, al quitarle capacidad de decisión para actuar como Autoridad Ambiental, sin que esté sujeta a la agenda “económica” del neoliberalismo extractivista. Un nuevo modelo de gestión ambiental significa la medicación de la ley del Sistema Nacional de Gestión Ambiental, ampliando los espacios de representación regional y local con participación de los actores locales y organizaciones de la sociedad civil de manera que sus decisiones sean vinculantes y estén reconocidas por ley. Esto, acompañado de un proceso de control y fiscalización ambiental en los procesos productivos e industriales y de servicios con un adecuado monitoreo y vigilancia de la sociedad civil.
La agenda ambiental del profesor Castillo propone incorporar como Políticas de Estado una gestión sostenible del país teniendo como paradigma el Buen Vivir o Sumac Kawsay basado en los conocimientos ancestrales y cosmovisión de los pueblos andinos y amazónicos. Algunas de estas políticas que se impulsarían son:
- Reconocimiento constitucional del derecho de la naturaleza y el derecho humano al agua e impulsar ciudades sostenibles y seguras.
- Promulgar una Ley Ordenamiento Territorial OT que sea vinculante, priorizando los servicios eco sistémicos y definiendo actividades productivas e industriales, del agro, la pesca y la minería de acuerdo a criterios sociales, económicos, ecológicos y técnicos.
- Lo anterior permitirá una mayor regulación y evitará conflictos en el otorgamiento de concesiones, contratos y determinación de derechos sobre áreas de alta biodiversidad, como ANPs y territorios con derechos adquiridos con antelación.
- Revisar y aprobar el reglamento sobre criterios de delimitación de cabeceras de cuencas asignando su intangibilidad por ser incompatibles con otros usos.
- Respeto al convenio 169 de la OIT y aplicación de la ley de consulta previa ante actividades extractivas en territorios de PPII o PIACI y aprobación de proyectos que alteren sus medios de vida, consulta previa que debe ser vinculante y extendida, antes de las concesiones, a las comunidades campesinas y costeras ante cualquier proyecto de inversión.
- Ratificar el Acuerdo de Escazú que contempla cuatro procesos centrales para una gestión ambiental inclusiva y democrática: acceso a la información, participación ciudadana vinculante, justicia ambiental y protección de defensores ambientales.
- Reconocer la Región Andino-Amazónica como espacio de desarrollo sostenible basado en el reconocimiento de los saberes y cosmovisión de los PPII en el manejo de su territorio.
- Respeto a la intangibilidad de las ANPs y sus Zonas de Amortiguamiento, así como el retiro gradual de actividades extractivas mineras, petroleras, tala de bosques primarios y carreteras, respetando su categorización.
- Promover e impulsar soberanía y seguridad alimentaria mediante fuerte apoyo a la agricultura familiar para abastecer la canasta básica, tan necesaria en un escenario de pandemia.
- Aprovechar nuestra ventaja comparativa de país con reserva genética, estableciendo parámetros con un enfoque de agricultura orgánica.
- Moratoria de ingreso de transgénicos y progresiva sustitución del uso de fertilizantes químicos y pesticidas que agravan la calidad de suelos, clima y salud de los consumidores.,
- Los beneficios tributarios deben orientarse a la agricultura familiar en primer orden, antes que financiamiento y exoneraciones tributarias que se otorgan a la agro exportación.
- Gobernanza ambiental y territorial con participación de la sociedad civil, comunidades campesinas, rondas campesinas, urbanas y su reconocimiento oficial del Estado.
Consecuente con estas políticas, el Ministerio del Ambiente debe concentrar las competencias ambientales de los demás sectores y establecer sistemas de coordinación, no como ocurre en la actualidad a favor de las mineras, pesqueras y petroleras. Ello supone, en coherencia con la Política de Estado 19 y liderada desde el Ejecutivo, incorporar al MINAM a organismos desconcentrados como ANA, IMARPE y SERFOR. Asimismo, la ley marco de Cambio Climático debe ser un paraguas para un cambio constitucional, en el que cualquier tipo de acción o inversión a realizar debe tomar en cuenta este escenario con enfoque de gestión de riesgo.
Mensaje del Pepe
El jueves 3 de junio, el Profe tuvo una conversación telefónica con el ex presidente de Uruguay, el entrañable don Pepe Mujica. Los principales “consejos” que recibió fueron los siguientes:
- “No caigas en el autoritarismo. Apuesta por el corazón de tu pueblo, permanentemente. Y cuando te equivoques, ten la honradez de decirles: ‘Me equivoqué, sencillamente, hubiera querido otra cosa’. Juégale limpio a tu pueblo, no lo engañes”.
- “Recuerda, si el pueblo te elige y te da esa oportunidad, no tendrás el poder, vas a tener un pedacito, vas a tener una parte de la gestión, tendrás que luchar por ensanchar esa parte y entender que la parte decisiva le corresponde a la fuerza de tu pueblo”.
- “Cuando las fuerzas no te dan porque no tienes los recursos, diles la verdad, háblales la verdad, ponles el corazón porque lo más importante que hay es la confianza del pueblo y es muy fácil perderla”.
- “El mercado es una cosa importante y tiene que funcionar y no hay que atropellarlo, pero el Estado tiene que construir bienes públicos porque se tienen que encargar de los que van quedándose rezagados por mil cosas porque si no la sociedad se hace desigual”.
- “La investigación científica es importantísima y decisiva en el futuro, pero es una planta lenta y hay que tener el coraje, a pesar de la pobreza, de invertir en ella y explicárselo a la gente del porqué, porque un aporte de carácter científico creador se multiplica como una levadura”.
- “Yo sé que las campañas electorales son muy duras, se dicen disparates y hay heridas. Pero en cuanto pasen las elecciones, hay que poner cataplasma a las heridas y hay que levantar un proyecto nacional que trate de unificar en todo lo que pueda a tu Perú”.
Tengo la esperanza, por el bien de los habitantes del Perú, por la protección y buen uso de los recursos públicos y por lo mismo en recursos naturales, que el domingo 6 de junio se inicie un viraje fundamental en el país con el profesor Pedro Castillo a la cabeza.
Lima, 4 de junio 2021
- Hugo Cabieses Cubas es economista, licenciado en la Universidad del Pacífico, experto en temas ambientales, humedales-Ramsar, manejo de bosques, desarrollo territorial sostenible y derechos territoriales de los pueblos indígenas; director secretario del Foro Peruano de Relaciones Internacionales FOPRI; investigador; activista del Foro Social Pan Amazónico FOSPA; ex Viceministro de Desarrollo Estratégico de los Recursos Naturales del Ministerio del Ministerio del Ambiente MINAM (2011).
[1] Ver “Perú: las ojotas y el sombrero vs. la mafia y los audis” en: https://www.alainet.org/es/articulo/212094.
[3] Ver: Ernesto Ráez Luna; Cambio climático en el Perú: contribuciones nacionales, su definición y estado de avance; Mocicc, Lima 2019; ver: https://www.mocicc.org/wp-content/uploads/2019/05/1-MOCCIC-INFORME-RAEZ-V1-ARTE.pdf.
[4] Ver: “Los desafíos ambientales para el Perú” en: https://es.mongabay.com/2021/01/los-desafios-ambientales-para-el-peru-en-el-2021/
[5] Para una ampliación sobre este tema ver el artículo “Pandemias, zoonosis y comercio animal” en: file:///C:/Users/USUARIO/Downloads/Pandemias_zoonosis_y_comercio_de_animale.pdf
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