Otra cumbre del Mercosur con la idea fija del TLC con la Unión Europea
- Opinión
El presidente argentino Alberto Fernández recibió este miércoles la presidencia semestral del Mercado Común del Sur (Mercosur), hasta junio de 2021, en una reunión virtual donde los integrantes del bloque regional reafirmaron su voluntad de acordar un Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea. De la cumbre virtual participaron, además, los mandatarios de Uruguay, Luis Lacalle Pou, de Paraguay, Mario Abdo Benítez, de la república Federativa de Brasil, Jair Bolsonaro, así como el de Bolivia, Luis Arce, y el de Chile, Sebastián Piñera, estos dos últimos como miembros asociados.
“Quiero compartir el sueño de un Mercosur distinto, convertido en nave insignia del desarrollo sustentable, de la innovación tecnológica y, por sobre todas las cosas, de la inclusión social”, señaló. “No hay integración regional exitosa con una integración social fracasada, y no hay una economía regional robusta con una economía interna desnutrida”, dijo Fernández, quien llamó a “superar la globalización de la indiferencia y construir una universalización de la solidaridad”.
Fernández aseguró que “la unidad latinoamericana es un valor que no podemos dejar pasar por alto. Me hago cargo del Mercosur en un momento difícil, pero con mucho entusiasmo porque veo que todos estamos en una misma sintonía”.
Fernández tendrá un trabajo arduo por delante ya que se puso como gran objetivo el relanzamiento del mercado común y para ello realizó las semanas pasadas sendos acercamientos con Lacalle Pou y Jair Bolsonaro. Argentina pretende que durante esta presidencia se termine de cerrar el acuerdo entre el Mercosur y la UE, largamente demorado, bajar los aranceles externos, sumar como miembro pleno a Bolivia –hasta ahora es observador- y modernizar ciertas estructuras dentro del bloque.
A principios de este año la Argentina adoptó una postura proteccionista, mientras sus Uruguay, Brasil y Paraguay negociaban nuevos acuerdos de libre comercio con Canadá, Líbano, Corea del Sur y Singapur, lo que provocó rispideces. Sobre el acuerdo con la UE, Uruguay, intentó avanzar pero chocó con los reclamos europeos que esperan medidas medioambientales -sobre todo por parte de Brasil- que se ajusten al Tratado de París.
Las diferencias con Brasil quedaron expuestas por el canciller brasileño, Ernesto Araujo, quien sostuvo que es necesario tejer acuerdos como los de la UE, pero después se mostró muy duro sobre la situación en Venezuela (Argentina reconoce el gobierno constitucional, a diferencia de los otros tres socios). Resaltó la “sombra maléfica de la dictadura venezolana” en la región, y al gobierno de Nicolás Maduro lo describió como “totalitario”.
Por su parte, el mandatario uruguayo Luis Lacalle Pou, quien entregaba la presidencia, reconoció que “el avance que hubiera querido Uruguay en un principio no fue el logrado” este semestre, en alusión a la postergada ratificación del acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea (UE), cuyas cláusulas no son de conocimiento público.
“Es una posibilidad de agrandarnos, es una posibilidad de tener más peso en el contexto mundial y afirmamos esa vocación en estos tiempos”, dijo.
Como ya se habló durante la reunión de cancilleres, que se celebró este martes también de manera virtual, Uruguay insistió en la necesidad de que los socios del Mercosur respeten que en su seno puede haber “velocidades distintas” y que, en ocasiones, puedan generarse “grados de bilateralidad”.
“Quizá los intereses no sean ciento por ciento común, pero cuando esta corriente de bloques se vuelve hacia este tipo de relacionamiento es importante mantener las bases del motivo de creación del Mercosur”, agregó.
Por su parte, el presidente brasileño Jair Bolsonaro dijo que su gobierno ve en el Mercosur “un aliado en la promoción de la agenda de reformas estructurales” que se están llevando a cabo en su país. Añadió que las diferencias entre los países integrantes del bloque regional en la conducción de la agenda económica y comercial, no deben resultar en situaciones difíciles que pongan en riesgo la agenda común.
De acuerdo con Bolsonaro, la búsqueda de consenso no significa inercia o estancamiento. Actuamos con flexibilidad y pragmatismo para que prevalezcan nuestros puntos de convergencia sobre nuestras divergencias y eso es lo que continuaremos haciendo en 2021”, señaló.
Los acuerdos
Los presidentes resaltaron su máxima voluntad para proceder a la firma del Acuerdo de Asociación entre Mercosur y la Unión Europea, instando a sortear los desafíos que han impedido la finalización de un proceso de más de 20 años de esfuerzo conjunto por un acuerdo amplio, equilibrado y ambicioso.
Confirmaron su voluntad de concluir las negociaciones entre el Mercosur y Canadá y saludaron la flexibilidad para la adopción del criterio utilizado por el grupo para la continuidad de la negociación con la República de Corea y para la modalidad de profundización bilateral de las listas de desgravación del Tratado de Libre Comercio con Israel, resaltando la visión pragmática en beneficio del avance de esas negociaciones comerciales.
Resaltaron el trabajo realizado entre el Mercosur y el Líbano y valoraron la posibilidad de alcanzar un acuerdo en el corto plazo y subrayaron la importancia de continuar explorando oportunidades de eventuales futuras negociaciones comerciales con nuevos socios como Indonesia y Vietnam.
Los mandatarios valoraron la presentación a países de América Central y República Dominicana de una propuesta de Términos de Referencias para acuerdos de libre comercio con el Mercosur con miras a fortalecer la integración regional mediante vínculos comerciales más profundos y confirmaron la importancia de continuar los trabajos con la Alianza del Pacífico para la implementación del Plan de Acción de Puerto Vallarta.
En su declaración, ratificaron la importancia de la defensa y el fortalecimiento de las instituciones democráticas y la plena vigencia del Estado de Derecho, de los principios fundamentales del Derecho Internacional, de la protección y promoción de los Derechos Humanos y el respeto irrestricto de las libertades fundamentales como condiciones esenciales para la consolidación y profundización del proceso de integración regional.
Reafirmaron su compromiso con la promoción del desarrollo económico con inclusión social e indicaron que el diálogo y las acciones concertadas en el marco de las instituciones multilaterales, la cooperación, la solidaridad, el respeto al Derecho Internacional y a los principios y propósitos enunciados en la Carta de la ONU son herramientas fundamentales para abordar los desafíos económicos, sociales, culturales y medioambientales, regionales y globales, para una mejor construcción de un orden internacional justo, inclusivo, intercultural y resiliente.
Los mandatarios subrayaron la necesidad de construir un sistema de comercio justo e inclusivo, que garantice la participación plena y efectiva de las mujeres en toda su diversidad y la igualdad de oportunidades para el ejercicio de actividades comerciales, así como el acceso al trabajo decente y la igualdad de remuneración entre las mujeres y los varones por trabajos de igual valor.
Asimismo, coincidieron en la necesidad de redoblar y coordinar esfuerzos, cooperando conjuntamente en pos de acelerar el cumplimiento de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y reafirmaron su compromiso con una coordinación eficiente y permanente para frenar el avance del coronavirus, principalmente en zonas de frontera.
Expresaron su interés por fomentar la integración física, a través de iniciativas como corredores bioceánicos, la Hidrovía Paraguay Paraná Puerto Cáceres-Puerto Nueva Palmira y el desarrollo de emprendimientos de infraestructura, para potenciar el comercio, las inversiones, la actividad empresarial, el intercambio académico y el turismo, para promover la complementariedad, la conectividad y la reactivación económica intrarregional pospandemia.
Coincidieron con la preocupación global para hacer frente a los efectos adversos del cambio climático y destacaron los esfuerzos para dar respuestas a estos fenómenos, proteger sus ecosistemas, generando acciones de mitigación y adaptación, de acuerdo a sus circunstancias, capacidades y realidades nacionales.
Rubén Armendáriz
Politólogo y periodista, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)
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