La dicha y lo dicho
- Opinión
Después de un 1° de mayo
El vocablo dicha proviene del verbo decir y significa, “las cosas que se dijeron”, por supuesto, significa también, felicidad, buena suerte. A veces, cuando me despedía de algún amigo en Buenos Aires, me decía, suerte. Me iba con la sensación, que me decía, buena suerte, posiblemente, alguno me lo diría sin mucha convicción, pero de todos modos es un vocablo bastante ambiguo, como el me gusta de Facebook
Los romanos creían que la felicidad dependía de algunas palabras que los dioses o las parcas pronunciaban en el momento del nacimiento de un niño o niña, de tal manera que el destino quedaba trazado en la dicta, o la cosa dicha. En el texto cristiano se fundamenta en “estaba escrito”, de tal modo que Judas se carga su culpa gratuitamente, estaba determinado curiosamente fuera de su libre albedrío. Por aquí se habrá afirmado Calvino con su idea de la predestinación.
Pero hoy estos dioses y sus palabras nos resultan inocentes, extemporáneos, pero premonitorias de las cosas que se dijeron, las que se dicen y las que se seguirán diciendo desde la religión hasta el verbalismo de la sociedad secular.
Si existe un colectivo que le atribuye a las palabras la magia de transformarse en lo ya hecho, es el político. Y hoy el hado, el destino, determina el mundo que nos tocará vivir. Las múltiples voces que este primero de mayo hablaron, no redime ni salva en el sentido que planteaba Walter Benjamin de asumir a quienes dieron su vida para dignificar el trabajo y con el ello a los trabajadores. En Chile no más de 8.000 personas salieron a la calle, la mayoría para enrojecerle la cara al presidente de la CUT, que lo único que pensó como valioso es poder fijar el salario mínimo un poco más alto. Su visión corta reduce la tarea sindical al vector reivindicativo donde tras 20 años de una anoréxica democracia con la atomización de los trabajadores, más de 550.000 trabajadores con salarios precarios, datos que sirven solamente a la aritmética de los modelos conservadores para decir que la cesantía ha disminuido, entidades que generan grandes ganancias a empresas a costa de jubilaciones modestas y no haber logrado en estos 20 años una AFP del Estado. Agréguese a ello su absoluto desinterés por la educación gratuita, por la privatización de riquezas de la nación del interés general, para ganancias de empresas privadas. Los estudiantes, hijos de trabajadores les han refregado en la cara la sociedad del lucro, de la cual son cómplices. Como en otros lados, la anacrónica simplificación ideológica en el concepto de lucha de clases.
En España grandes marchas donde no estaban ni el 15% de los parados, pero si dirigentes políticos que durante el último tramo del gobierno del PSOE desviaron el tema hacia otra idea vacía como es la verdadera izquierda y prefirieron el rio revuelto y tuvieron su ganancia de pescadores para que el modelo ideológico euro ganara por paliza. Reducir a los trabajadores al pensamiento único de solamente hablar de salarios, es quitarle la riqueza de ser ciudadanos que tienen responsabilidades en todos los órdenes sociales y culturales, y personales. Enfrentar el símbolo negativo del extranjero que le dio tantos votos a los ultra conservadores de Francia con Marine Le Penn y que hoy Sarkozy comienza a utilizar para llevarse los miles de trabajadores, si trabajadores que votaron por ella.
El todo social no es la suma de las partes, de modo que el todo requiere un escenario de debate, de información, de estudio, multidisciplinario y de amplia participación para enfrentar la droga, el crimen organizado, la niñez y adolescencia a la deriva movida de un lado a otro por partidarios de la represión solamente o por ese sospechoso cartel de los derechos humanos que deja todo tal como está. Los chicos con armas, con drogas, que desertan de los estudios, en una sociedad que solo les ofrece diversión facilista, seguir famosos de cuarta, modelos de cabezas vacías, políticos que llaman oposición a un juego escénico donde la única propuesta es seguir a uno o a otro, Colo Colo o la “U”, Peñarol o Nacional, Barcelona o Real Madrid.
La desnudez física como sensualidad siendo mera sexualidad donde la idea de persona no existe, el mete y saca de la Naranja Mecánica, y el porcentaje mayoritario de estos jóvenes seducidos por el ahora, son hijos de empleados del Estado, de pequeñas y medianas empresas, de profesionales y técnicos que también son trabajadores y la noción de lucha de clases tergiversa la idea de justicia y solidaridad desde donde es necesario el diálogo social.
Porque la seguridad, el bienestar, la dicha, como sentirse bien, no es un destino fatal que pone a muchos en el inexorable hado de la pobreza y a unos pocos que en organizaciones laborales, gremiales profesionales se acomodan en la teatralización del cambio social donde sobre abundan las palabras que son humanas, por la tanto, siempre revisables, siempre mejorables, pero no debe confundirse con un destino inmodificable, porque nuestra especial es mortal, breve, por eso ni las hadas de las que habla P. Krugman, ni los dioses que aman a los pobres redimirán y salvaran a quienes desde los mártires de Chicago han muerto por miles para que encontremos cooperativamente la dignidad del trabajo, de la vida personal, familiar y social. Tarea verdaderamente difícil por eso nos involucra a todos no solamente a un segmento social.
- Walter Dennis Muñoz es periodista
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