Gran, grandiosa, Ana Sofía!

30/10/2011
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A
Anoche, mientras mis ojos se humedecían de emoción al ver el espectáculo de cierre de los décimo sextos Juegos Panamericanos Guadalajada 2011, una y otra vez me atacaba la imagen de Ana Sofía Gómez sonriendo y alzando la Medalla de Oro en su especialidad de gimnasia artística. Una adolescente, una niña en realidad, de 16 años, estudiante del Instituto Normal Central para Señoritas Belén, es la síntesis de esta hazaña memorable del deporte guatemalteco que por primera vez en 15 participaciones logra 7 oros y un total de 15 medallas para quedar en un honroso onceavo lugar de 32 países participantes.
 
Hay que felicitar a los atletas que con su esfuerzo hicieron posible esta estadística, pero la felicitación va también para quienes no lograron nada más allá de su mera participación, pues no cabe duda de que dieron lo mejor de sí en una competencia a la que asisten atletas mejor alimentados y entrenados.
 
Me resulta curioso que la mayoría de medallistas nacionales provenga de las capas populares, que son, por lo general, las menos favorecidas con las políticas gubernamentales, por lo que tienen que esforzarse mucho más para salir adelante. Si no fuera porque el Doctor Juan José Arévalo construyera un estadio y una ciudad olímpica, los deportistas guatemaltecos no tendrían instalaciones para practicar sus disciplinas. Y la infraestructura es clave, como lo es también la educación, los entrenamientos y la alimentación, para el desarrollo de los deportistas.
 
Cuba, siendo un país con grandes limitaciones económicas por el soberbio, inhumano y perverso bloqueo estadounidense de más de cinco décadas, terminó a la cabeza de los países latinoamericanos y caribeños en Guadalajara 2011. ¿Por qué? Porque sus recursos los invierte en el ser humano, porque la infraestructura está en función del desarrollo social, artístico, deportivo y cultural de sus habitantes y porque sus recursos están invertidos en educación, salud y alimentación desde la niñez. De ahí el éxito de Cuba en la salud, la educación y los deportes.
 
Ana Sofía logró dos medallas: Oro y Plata. Y destaco su figura también por el hecho de ser parte de esa inmensa población de niñas y adolescentes que van a las escuelas e institutos públicos que, como el Belén, carecen de instalaciones adecuadas (por no decir dignas) para la enseñanza, pues los techos no resisten el agua cuando llueve, los sanitarios no tienen servicio de agua y los pupitres están en mal estado, al extremo de que muchas niñas tienen que sentarse en blocks y tomar notas con los cuadernos sobre las piernas. Esa es la realidad de la educación pública en Guatemala. Y entonces, que una alumna de un instituto estatal haya logrado sendas medallas enternece y nos llena de esperanza.
 
Ojalá que como pueblo llevemos algún día al poder a un grupo de personas que gobierne también para los sectores populares y las clases medias (no sólo para las elites), pues los triunfos de estos atletas son un grito desesperado por invertir en buena infraestructura, en buena educación y en buena alimentación. Hay un montón de historias al rededor de muchos de estos atletas panamericanos que me han conmovido y que más adelante tendremos que contar para que se sepan, como el caso de la marchista que ganó el Oro y que según me cuentan no tenía recursos siquiera para comprar un par de zapatos de calidad adecuada a la competencia. ¡Y aún así ganó! Porque en el deporte, como en el arte y como en todo el coraje y la determinación son como el aire y el agua que nos mantienen con vida.
 
Oyendo anoche a Diego Torres y a The Wailers en el estadio de las Chivas me dieron ganas de estar allá con una birria y un dulce tepache y hubiera querido que allí se hubieran quedado nuestros atletas, especialmente Ana Sofía, en la clausura tan emotiva de los Panamericanos. Pero anoche mismo puso pie en tierras guatemaltecas esta pequeña gran atleta.
 
¡Imposible no llorar con la escena de bienvenida en el aeropuerto!
 
¡Gracias, Ana Sofía! ¡Grande, grandiosa, Ana Sofía!
 
Guatemala, octubre 31 de 2011       
 
Godo de Medeiros
Escritor
Guatemala, Centroamérica
https://www.alainet.org/pt/node/153659
Subscrever America Latina en Movimiento - RSS