Cada 14 de Julio Francia celebra su Revolución de 1789. 180 años más tarde, Zhou En Lai, entonces Premier de China interrogado sobre la posible influencia de la Revolución Francesa contestó que “era muy temprano para sacar conclusiones”. En Venezuela, dos siglos después de la Revolución Francesa alguna que otra posible influencia se puede advertir, a más de una década de la puesta en marcha la Revolución Bolivariana.

En Francia y para celebrar su Revolución, cada 14 de Julio, se entona La Marsellesa, el himno nacional, con  mayor vigor que de costumbre. El  motivo es que antes de ser himno nacional La Marsellesa fue un canto revolucionario. Entre los voluntarios que luchaban por defender la Revolución, se destacó un grupo que venía de Marsella cantando su fe patriótica y revolucionaria.

Este himno, letra y música del joven oficial Claude-Rouget de L'Isle, fue compuesto en la ciudad de Estrasburgo. El pueblo lo bautizó La Marsellesa y posteriormente fue adoptado como himno nacional. Pero no ha perdido su calidad de aliento a los revolucionarios. Muchas corrientes populares han adaptado sus versos a las peculiaridades de cada país y situación, pero el mensaje es el mismo que unió a los ciudadanos en esa ya lejana Francia libertaria.

Hay algunos hechos históricos, similitudes y situaciones contemporáneas que permiten sospechar seriamente que la Revolución Bolivariana de hoy quizás tiene algo de influencia y herencia de la Revolución Francesa.

Nacimiento de dos revoluciones

Francia. En el Siglo XVIII Francia está dividida en tres clases: el alto clero, la nobleza y el “Tiers Etat” (el pueblo). Los obreros y los campesinos son los pobres. El pueblo se queja de su pobreza y de sus obligaciones tributarias, al contrario de la nobleza y del alto clero (oligarquía de la época) que no pagan impuestos. Evidentemente los ricos y los pudientes privilegiados no quieren cambiar un régimen del cual son sus beneficiarios directos. Por tanto, mientras crece la protesta más se acerca la revolución.

El 5 de Mayo 1789 se convocan los Estados Generales, la nobleza, el clero y el pueblo eligen sus diputados y el pueblo redacta sus Cuadernos de quejas. Los diputados de la oligarquía acceden a juntarse con el "estado llano" en una Constituyente, pero intentan engañarlo mediante la manipulación de votos (un voto la nobleza, un voto el clero y un voto el pueblo independientemente del número de personas que cada sector representa). Los diputados del pueblo que representan 96% de la población no lo aceptan y se declaran en Asamblea Nacional. El rey ordena cerrar su sala de reuniones.

La asamblea entonces, soberana, habilita otro lugar y juran dar a Francia una Constitución. El pueblo se rebela y toma La Bastilla, cárcel emblemática de los desfavorecidos. La Revolución ha llegado.

Venezuela. En 1992 un joven oficial de ejército, negándose a aceptar “pertenecer a un país rico poblado de pobres” y testigo de los privilegios de la oligarquía así como de la abusiva y grosera corrupción de los dirigentes políticos, dirige una rebelión para emprender una revolución. No logra entonces su propósito; es encarcelado.

Pero el pueblo, la ciudadanía pobre, instigado por este ejemplo, despierta y protesta con tanta fuerza que el mandatario de entonces debe ser juzgado, condenado y encarcelado. La verdad verdadera es que la rebelión logró su objetivo de derrocar al poder corrompido.

En 1998, el mismo joven oficial, Hugo Chávez, es elegido en comicios limpios Presidente de la República. Se consagra una Nueva Constitución y se echa a andar un nuevo concepto ciudadano (o categoría política): la democracia participativa con presencua popular. Es la Revolución Bolivariana.

En Paris, en la noche de la toma de La Bastilla, un noble despierta al Rey para informarle de los acontecimientos. “ ¿Es una rebelión?” pregunta el Rey. “¡No, su Excelencia, es una revolución!”.
En Caracas la noche del 4 de Febrero de 1992 fue una rebelión. Diciembre de 1998 es una revolución.

También nacen las contrarrevoluciones

En Francia y para contrarrestar la revolución, la nobleza apela a producir una hambruna y ordena la quema de los campos de trigo. Para retomar el poder conspira en el exterior para acordar la intervención e invasión territorial de potencias extranjeras: Prusia y Austria. Rey Luís XVI mantiene contacto con los soberanos extranjeros y la reina María-Antonieta suplica a su hermano, Emperador de Austria, intervenir contra la Francia en efervescencia revolucionaria. El hermano del rey y muchos nobles que se niegan a perder sus privilegios huyen al exterior.

Se reorganiza la administración del país e inclusive jueces, curas y obispos son elegidos y deben prestar juramento a la Constitución (muchos se niegan y son declarados curas refractarios).

La Asamblea Legislativa asume el poder, debe luchar contra los enemigos de la revolución y demuestra no estar dispuesta a tolerar las tentativas contrarrevolucionarias de emigrantes y refractarios: emite un decreto de Patria en peligro y se inicia el reclutamiento en las plazas públicas de numerosos voluntarios reservistas. Se vota un Decreto contra los emigrantes condenando con pena de muerte su traición a la patria. Los curas refractarios pueden ser expulsados o encarcelados.

Al inicio de Septiembre 1792, Prusia invade Francia con emigrantes y complicidad de notables pero el 20 de Septiembre se enfrenta en Valmy a las fuerzas revolucionarias que estaban seguros los invasores eran “un montón de chancletudos” dispuestos a huir al primer enfrentamiento. Los prusianos son derrotados. La Patria y la libertad se salvan bajo el lema de “La Patrie ou la mort” (la Patria o la muerte).

Dos días más tarde, el 22 de Septiembre 1792, la Convención proclama la Primera República Francesa. El Rey es condenado a muerte por traición y ejecutado el 21 de Enero 1793. Para salvar Francia de peligros internos y externos, la Convención debe apelar al denominado Periodo del Terror. Las Fuerzas Armadas, con un millón de hombres al mando de generales jóvenes y republicanos mantienen el oprden en París y vigilany acallan conspiraciones, El oficial más destacado —que logró mantener el orden en la capital y derrocar las potencias extranjeras— se llama Napoleón Bonaparte.

En Venezuela, y para contrarrestar la Revolución Bolivariana, la oligarquía organiza un sabotaje a la industria petrolera nacional con la intención de paralizar el país; también una huelga de suministros de productos alimenticios, lo  que provoca gran escasez.

Mientras, la oligarquía obtiene apoyo financiero, logístico y la intervención de países extranjeros que presentan al mundo a los revolucionarios bolivarianos como “un montón de pata en el suelo”.

El 11 de abril de 2002 producen un golpe de Estado con participación de la oligarquía, del alto clero y militares estadounidenses; consiguen el reconocimiento oficial de Madrid y Washington; también del gobierno de Chile (para vergüenza de ese país). Hugo Chávez es arrestado y encarcelado. El pueblo sale a las calles y derrota a los golpistas. Dos días más tarde Hugo Chávez es restituido en el cargo que legítimamente ostentaba. La Patria y la libertad se salvan. Oligarcas refractarios huyen al exterior, en este caso principalmente a EEUU, Perú, Costa Rica y Colombia.

Se reorganiza el país y se inicia el reclutamiento de numerosos voluntarios reservistas para defender la revolución con las consigna “Patria o Muerte”.

La Revolución Bolivariana y la Revolución Francesa

Cuando Hugo Chávez incentiva al pueblo venezolano a alistarse en la Revolución Bolivariana retoma y alza las banderas revolucionarias del Libertador Simón Bolívar y del Precursor Francisco de Miranda, los dos principales líderes de la independencia de Venezuela, muy probablemente influenciados por la Revolución Francesa.

Simón Bolívar llegó por primera vez a París en 1802, a trece años  de iniciada la Revolución Francesa y adoptó sus conceptos de “Libertad, Igualdad y Fraternidad”, al punto que condenó de forma enérgica a Napoleón cuando se consagró Emperador. Francisco de Miranda, tuvo una destacada participación en la misma Revolución Francesa llegando a ser comandante en jefe de las tropas del norte con rango de Mariscal de Campo.

Sus recuerdos de la Revolución Francesa los cultivaba cuando en Venezuela se presentaba en uniforme de general francés. Francia retribuyó sus servicios al punto que lo inmortalizó grabando su nombre en el Arco de Triunfo de Paris entre los cien héroes de su revolución, exponiendo su retrato en la sala 1789 del Palacio de Versalles y su estatua en el campo de batalla de Valmy.

Desde el punto de vista histórico, se puede sospechar o inferir que alguna que otra influencia recibió de la Revolución Francesa la Revolución Bolivariana, porque su líder, el presidente Chavéz, retomó mucho del pensamiento de Simón Bolívar y de Francisco de Miranda.

Para quienes están atentos a los lineamientos del actual proceso de la Revolución Bolivariana, es fácil entender que a su manera y en sus expresiones genuinas también prevalecen los fundamentos de “libertad, igualdad y fraternidad”.

El 14 de Julio

Curiosamente la fecha símbolo de la Revolución Francesa, y día nacional de Francia, el 14 de Julio, es también un día histórico para Venezuela por varios motivos, a saber:

14 de Julio 1810

Llega a Londres la primera misión diplomática del continente a Europa. Enviada por la Junta Suprema de Caracas, la misión la encabeza un joven coronel Bolívar con el comisario ordenador don Luis López Méndez y el comisario de guerra don Andrés Bello que actúa como secretario de la misión. El 19 se reúnen con Miranda en su residencia de Grafton Street, Nº 27.

14 de Julio 1811

El 5 de Julio de 1811 el Congreso declaró la Independencia de Venezuela. Pero es el 14 de Julio que se publicó en Caracas, de un modo solemne, el Acta de Independencia, jurada por la tropa e izada por primera vez la Bandera tricolor a la cual se le rinden honores oficiales en el Cuartel San Carlos.  

¿Con un Libertador como Simón Bolívar y un Precursor como Francisco de Miranda, será esta fecha del 14 de Julio una simple casualidad o un mensaje revolucionario más?

14 de Julio 1816

Muere Francisco de Miranda en la cárcel de Cádiz, España.

14 de Julio 1816

El mismo día de la muerte de Miranda. Bolívar desembarca en Ocumare de la Costa pero la acción se convierte en una de las mayores derrotas del ejército expedicionario. Reina la confusión más espantosa. Soublette ha sido vencido en la batalla de Los Aguacates. Los patriotas se desmembran. El Libertador se encuentra sólo en la playa rodeado de enemigos. El marino francés Jean-Baptiste Bideau, al mando del bergantín Indio Libre que ya ha levantado anclas se percata de la situación. Pone un bote al agua, rema hasta la orilla, toma a Bolívar, lo pone en el bote y vuelve al barco.

En una de sus cartas, Bolívar escribe mas tarde: “Fui engañado a la vez por un edecán del general Mariño... y por los marinos extranjeros que cometieron el acto más infame del mundo dejándome entre mis enemigos en una playa desierta. Iba a darme un pistoletazo cuando uno de ellos, M. Bideau, volvió del mar en un bote y me tomó para salvarme”. 

Este 14 de Julio, un mulato francés salvó Bolívar del suicidio para no rendirse al enemigo.

- Jean Araud, escritor francés avecindado en Caracas.