Una más de Clarín, TN y La Nación

Sólo quieren disparar contra el gobierno argentino

13/04/2010
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El Observatorio de Periodismo y Derechos Humanos de la Universidad Nacional de Cuyo reveló cómo esos medios se llevan por delante todo lo que sea, con tal de deslegitimar a Néstor Kirchner y a la presidenta Cristina Fernández.
 
Los diarios Clarín y La Nación, y el canal de noticias Todo Noticias (TN) dedicaron su cobertura del pasado 24 de marzo a un solo objetivo, “construir un sentido de oposición, crítica y deslegitimación de las políticas de Derechos Humanos aplicadas por el Gobierno Nacional desde la gestión de Néstor Kirchner en adelante”, poniéndose al borde de la apología contra el sistema democrático.

Esa es una de las conclusiones a las que arribó el Observatorio de Periodismo y Derechos Humanos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional de Cuyo, a través de un informe difundido el miércoles pasado, con las firmas de sus directores, Ernesto Espeche y Roberto Follari, y sus coordinadoras, Soledad Gil y Jimena Marín.

El Observatorio cumplió con el análisis de las coberturas realizadas por los diarios La Nación y Clarín y por el canal de televisión TN (todo Noticias), en su programa TN Central de lunes a viernes de 21:00 a 22:00, sobre las políticas nacionales en Derechos Humanos en el marco de la conmemoración del 24 de marzo, durante el período que abarca desde el 21 de marzo hasta el 28 de marzo de 2010.

La Nación como el grupo Clarín (a través de la prensa y la TV), se apoyaron en distintos conceptos o ideas-fuerza, con las cuales buscaron justificar su posición y obtener consenso. 

En este sentido, La Nación y Clarín publican piezas periodísticas que generan un sentido común de oposición a las políticas nacionales en Derechos Humanos en el marco de una nueva conmemoración del Día Nacional por la Memora, la Verdad y la Justicia. Y más aún, acompañan estas piezas particularmente destinadas al tema, con otras que presentan una construcción de oposición y deslegitimación respecto de todas y cada una de las decisiones y políticas nacionales. Esto se percibe en las adjetivaciones utilizadas: “dueños de los Derechos Humanos” “confrontación”, “error táctico”, “aprovechadores”, “plaza partida en dos”, “Gobierno Vs. Organismos de Derechos Humanos”, etc.

Particularmente TN, decide no abordar el tema de los DDHH en profundidad. Sin embargo, cuando lo hace, construye el mismo sentido que el diario Clarín, en consonancia con el grupo al cual pertenecen. 

Es un muy alto porcentaje el de las notas que se enmarcan en la referencia temática de crítica a las políticas nacionales en DDHH en el marco de una nueva conmemoración del 24 de marzo. Asimismo, es destacable que el 100 por ciento de las piezas publicadas en la sección destinada a opinión en los dos diarios mencionados, construyan, a través de diversos mecanismos, un sentido de oposición y deslegitimación

Por otro lado, se destaca que las piezas destinadas al tema tuvieron, generalmente un lugar secundario o complementario dentro del periodo observado, excepto el día 25 de marzo, cuando el tema ocupa la tapa de los diarios. Sin embargo, la construcción que se hace de la noticia se basa en la “confrontación”, en “una plaza dividida en dos”, generando oposición a las políticas en DDHH por parte del gobierno nacional. 

Las fuentes a las que los medios recurren son, generalmente, opositoras al actual gobierno y, cuando consultan o toman como fuentes de una pieza periodística a la presidenta, organismos de DDHH, etc., rápidamente son contrastadas y deslegitimadas por una “voz autorizada” de la oposición. Es decir, en cuanto a las fuentes existe en el tratamiento del tema presentado, un desequilibrio que beneficia la construcción de un sentido opositor a las políticas nacionales en DDHH.

El intencionado empleo de las fuentes se ve reforzado en los medios con la utilización de ciertas reglas de la propaganda. Los medios utilizan la regla de transfusión, la cual consiste en generar miedos e inseguridad en la sociedad, ante circunstancias que conlleven cambios. Particularmente en la temática tratada, se hace fuerte hincapié en la “confrontación y divisiones que las políticas del Gobierno Nacional en DDHH generan en la sociedad”: confrontación/desintegración/división.

En este sentido, se apela fuertemente a la regla de orquestación, reiterando continuamente estos conceptos para lograr hacerlos formar parte del sentido común en la comunidad. Por otra parte, estos medios hacen uso de la regla de exageración y desfiguración. La misma, tal como señala su nombre, sobredimensiona detalles irrelevantes o distorsiona hechos y datos para generar actitudes de oposición en la sociedad. Asimismo, se halla la regla de unanimidad y contagio, que consigna como voces autorizadas a profesionales y personajes reconocidos que responden a la posición del medio, para generar mayor aval en dicha postura.

Esta regla es una de las utilizadas en todo proceso periodístico ya que se relaciona directamente con las fuentes que los medios consultan para construir una noticia desde una determinada parcialidad, que presentan como universal. Finalmente, se encuentra la regla de simplificación, la cual consiste en reducir a un grupo de ideas básicas un tema que requiere de una contextualización profunda y abarcadora, para alcanzar una real comprensión del mismo. En este sentido, se oculta y deja de lado que el kirchnerismo anuló las leyes del perdón, inicio los juicios de Lesa Humanidad entre otras cosas. 

En síntesis, los mecanismos desplegados en la construcción de las noticias, respecto de las políticas nacionales en DHH en el marco de una nueva conmemoración del 24 de marzo en nuestro país, enmascaran los intereses económicos, políticos e ideológicos particulares de estas corporaciones mediáticas mostrándolos como universales y/o naturales. Construyen un sentido común con el fin de mantener el status quo. Critican constantemente las diversas políticas del actual gobierno, particularmente las referidas a los Derechos Humanos. Defienden, a través del sentido que construyen, sus intereses empresariales y económicos, ocultándolo mediante mecanismos que manipulan y contienen la deriva del sentido.

La Nación construye sentido afirmando reiteradamente la necesidad de dejar el pasado atrás y seguir adelante. Promulga los conceptos de pacificación, reconciliación, perdón y olvido. Afirma que sólo ellos permitirán desarrollar una nueva Argentina, contra las actuales medidas que la sumergen en un “presente infinito”.

Esta argumentación se nutre, a su vez, de antiguas y nuevas ideas-fuerza. Por una parte, retoma la teoría de los dos demonios, justificando así el terrorismo de Estado e invitando a dar vuelta la página. Otro de sus recursos consiste en citar como ejemplo a seguir la ley de caducidad que implementó en Uruguay su nuevo presidente, José Mujica. La voz de este mandatario se expondrá en numerosas ocasiones, reforzada y avalada con diversas gestiones de “reconciliación” llevadas a cabo por los presidentes de otros países latinoamericanos (Chile, Brasil), hermanados en la triste y oscura historia del terrorismo de Estado y los crímenes de Lesa Humanidad. 

Ligado al recurso de desprestigiar al Gobierno Nacional en sí mismo –de manera que todo lo que propone y desarrolla una presidencia “autoritaria”, “amenazadora”, “avasalladora”, “irrespetuosa de la división de poderes y de la Constitución Nacional”- sólo contiene dejos negativos, La Nación afirma –al igual que Clarín- que el PEN utiliza la defensa de los Derechos Humanos con un fin oportunista y netamente político, buscando alcanzar un mejor nivel de aceptación y aprobación de ciertos sectores de la sociedad. 

La Nación, como en sus orígenes, continúa construyendo las piezas periodísticas respecto de lo sucedido en la última dictadura cívico-militar que sufrió nuestro país y respecto de los DDHH hoy, generando un sentido común de “reconciliación” y basándose en la Teoría de los Dos Demonios. En este sentido, la línea editorial de La Nación no se ha modificado con el tiempo. Fiel a sus principios continúa publicando las reuniones de los militares y a pesar de la historia oscura, “justificando” en sus procesos periodísticos, a través de las fuentes y adjetivaciones que utiliza, la última dictadura ocurrida en Argentina. 

Por su parte Clarín, a través de todos los medios que componen el grupo, hace una defensa de los Derechos Humanos y la Democracia. Respecto de la última dictadura habla de “represores”, “genocidas”, se posiciona a favor de la realización de los Juicios por Delitos de Lesa Humanidad, etc., etc. Sin embargo, critica las políticas del actual Gobierno Nacional en este sentido, tildándolas de “oportunistas” y a aquél de “confrontador”, “tirano”, entre otras.

De hecho construye sentido común en contra de las pruebas de ADN a los hijos de Ernestina Herrera de Noble (la dueña del multimedia) en nombre de los DDHH de los hermanos. Asimismo, basado en construcciones periodísticas que generan un sentido de defensa a los DDHH, Clarín “culpa” y “acusa” al Gobierno Nacional de llevar a cabo acciones contrarias a defenderlos.

Esto se vislumbra fuertemente en el tratamiento del medio respecto de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Para Clarín esta ley “atenta contra la libertad de prensa”, “es censuradora”, cuando en realidad, se trata de una ley que democratiza las frecuencias y se basa en el Derecho Humano a la comunicación de todos y todas. Por su puesto, es una ley que atenta contra los intereses económicos del mencionado grupo ya que no le sería posible mantener la concentración mediática que posee en la actualidad.

En la misma línea entonces, critica todas las acciones del Gobierno Nacional destinadas a garantizar Derechos Humanos, descalificándolo a través de sus construcciones periodísticas. 

Sin duda, la disputa por el poder que tiene este grupo mediático monopólico con el Gobierno Nacional llevan a que sus construcciones periodísticas y sus posicionamientos respecto de las distintas políticas nacionales, generen un sentido común dominante de oposición y deslegitimación de las mismas en la sociedad, enmascarando y mostrando como universal y natural esta parcialidad a través de diversos mecanismos, como vemos en el presente análisis

El Observatorio de Periodismo y Derechos Humanos aplica el modelo teórico-metodológico de la Intencionalidad Editorial, desarrollado por investigadores, docentes y estudiantes de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y de la Universidad Nacional de Cuyo.

Tras más de tres años de trabajos y publicaciones, el grupo de investigación dirigido por Víctor Ego Ducrot, director del Observatorio de Medios de Argentina, de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP, editó el libro “Sigilo y nocturnidad en las prácticas periodísticas hegemónicas…”(Centro Cultural de la Cooperación, Buenos Aires, 2009), el que da cuenta de los principios rectores de esa propuesta teórica y metodológica.
 
Facultad de Periodismo y Comunicación Social. Universidad Nacional de La Plata.
https://www.alainet.org/pt/node/140741
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