Se ha hecho una costumbre que se analice a los nuevos gobernantes después que han pasado sus primeros cien días de gobierno. Se considera que es un período de tiempo que permite vislumbrar el rumbo que seguirán, cómo conducen, cómo cumplen sus promesas, cómo deciden, cuáles son sus ejes de gobierno, cuáles son sus designaciones, cómo les va con su imagen ante la opinión pública, cuáles son sus amigos y enemigos, cuáles son sus puntos fuertes y sus debilidades.

 

Los famosos ‘cent jours' de los franceses es el origen de esta tradición; la historia los inmortaliza en la figura de los cien días que van del 20 de marzo de 1815, cuando Napoleón Bonaparte sale de la isla de Elba, su campaña militar de Cannes a la Borgoña , coronada por el regreso a París, la fuga del rey Luis XVIII y, finalmente, la derrota en Waterloo en junio de ese año.

 

Los famosos cien días son sólo una foto, pero una foto clave. A los cien días de gobierno se acaba ‘la luna de miel con el poder político', se termina el tiempo de gracia que la sociedad concede a sus gobernantes; a partir de ahí, se sabe si sirve o no, si es el cambio prometido, si es más de lo mismo o peor.

 

Faltan quince días para que se acabe ‘la luna de miel con el poder político', pero tal parece que no somos pocos los que hemos comprendido que es peor; ojalá rectifique. Martinelli dijo que iba a gobernar con los mejores, pero no dijo que iba a gobernar con los mejores amigos y familiares; el nepotismo está a la orden del día.

 

El Dr. Miguel Antonio Bernal lo ha venido denunciando desde hace varias semanas.

 

Martinelli ha aumentado su popularidad, aunque todo ha sido realizar espectáculos mediáticos, que no contribuyen para nada a una cultura de paz.

 

Jamás pensé que vería a un presidente dando ‘mazazos' o en un prostíbulo, violando los derechos humanos y el debido proceso.

 

Decidí escribir el artículo, sin respetar la luna de miel, porque me preocupa enormemente el camino que llevamos. Las declaraciones de Mulino son cada vez peores; lo acontecido en la alcaldía capitalina no tiene nombre o, mejor dicho, sí lo tiene, pero no puedo decirlo.

 

Al presentar el proyecto de ley que permitirá penalizar a los menores desde los 12 años -modifica la Ley 40 de 26 de agosto de 1999, sobre el Régimen Especial de Responsabilidad Penal para la Adolescencia-, el ministro de Gobierno y Justicia, José Raúl Mulino, reconoció que "Seremos uno de los pocos países -si se aprueba esta ley- que penalizará a menores desde los 12 años (…)". ¿No se avergüenza de ello?

 

Me molesta enormemente la demagogia; si los políticos no cumplen sus promesas, no podemos aspirar a tener buenos ciudadanos. Durante la millonaria campaña mediática que lo llevó a la Presidencia , Martinelli insistió en que iba a combatir la inseguridad y la pobreza, que disminuiría el costo de la canasta básica. Para esto último, no era necesario que llegara al Palacio de las Garzas; siendo propietario de la principal cadena de supermercados de Panamá, podía haber bajado los precios de la canasta básica alimentaria. ¿Por qué no lo hizo? ¿Por qué no lo hace ahora?

 

La reforma fiscal que se propone realizar el Gobierno, acabará con la clase media, ya que tendrá que pagar más impuestos. Esa reforma contempla la disminución del impuesto corporativo, por lo que la empresa Súper 99 pagará menos impuestos. Exhorto a Martinelli a que publique los estados financieros de sus empresas.

 

Según tengo entendido, Ricardo Martinelli domina el mercado lechero y la producción de azúcar. ¿Es por ello que el azúcar fue excluido de los productos a los que se les rebajó los aranceles de importación?

 

Martinelli se ha adueñado del discurso de la izquierda ¿será porque su objetivo es lograr que la población apoye los cambios constitucionales que él pretende introducir a principios de 2010?