El presidente Calderón se quejó de la raíz ideológica del bloque sudamericano. Pero el Mercosur debe profundizar su integración también en el terreno de las ideas.

Mucha tinta se ha usado para mencionar a presidentes y gobiernos latinoamericanos que actúan como mensajeros de Washington. Tradicionalmente se han mencionado –con mayor o menor acierto- a ciertos gobiernos de Chile y de Colombia como los más antiguos “representantes” de los intereses estadounidenses en nuestra región, aunque presidentes como el argentino Carlos Menem pueden definirse como el paradigma de esta “altruismo pro-poderosos”.

En este caso, actitudes como las que tuvo el presidente de México en su alocución en el Foro Económico Mundial de Davos, Suiza, no hace más que confirmar este tipo de especulaciones. Felipe Calderón criticó con especial dureza al Mercado Común del Sur (Mercosur) por considerar que el bloque sudamericano tiene una esencia ideológica y no económica o comercial.

En primer término, Calderón es coherente con la política de su partido, el Partido de Acción Nacional (PAN). En esto habría que aclarar que el anterior mandatario mexicano, Vicente Fox, fue el primero y único que arribó a la primera magistratura por ése partido. Y por entonces, ya se lo podía señalar como “garante” de los intereses de la Casa Blanca al sur del río Grande.

Por citar un ejemplo, fue público el desencuentro que Fox tuvo con su par argentino, Néstor Kirchner, durante la Cumbre de las Américas en Mar del Plata (2005), Argentina. El mexicano tuvo un fuerte intercambio de palabras con el dueño de casa por la negativa del Mercosur de suscribir el acuerdo conocido como Area de Libre Comercia de las Américas (ALCA), y las relaciones se enfriaron hasta el fin del mandato de Fox, con el cierre de 2006.

Y ahora Calderón continúa con la coherencia. En Davos, en distintas oportunidades criticó la intromisión de lo ideológico en el Mercosur, aunque en ninguno de los tratados constitutivos del bloque se prohíbe esta posibilidad, y, lo más importante, México no integra el mismo.

El Mercosur está compuesto por Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela como miembros plenos. Bolivia pidió oficialmente su ingreso, Ecuador va a hacerlo en breve, mientras que Chile, Perú y Colombia revisten el carácter de Estados asociados. Y el bloque tiene suscripto con México un Acuerdo de Complementación Económica (ACE) que le ha permitido, por ejemplo, incrementar sustancialmente el comercio con los puertos argentinos.

Que el Mercosur sea sólo un bloque comercial es una idea de Calderón, basada en no sabemos qué principio. Y quiere convertirse en el líder de aquellos países que critican la dirección que ha tomado la unión aduanera. Por este motivo es que tuvo un cruce de palabras con el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lulo da Silva, en la ciudad suiza.

Esta “desviación” de los objetivos del Mercosur se lo dijo públicamente a Lula, y lo repitió en una cena latinoamericana a la que llegó sin avisar. Desde el punto de vista del mexicano, según refleja el diario Clarín, “el pasado está ganando la disputa política e ideológica en la América Latina por las nacionalizaciones y las expropiaciones de (el presidente venezolano) Hugo Chávez y del boliviano Evo Morales, a quien Lula había defendido expresamente, y exhortó a crear un nuevo liderazgo en la región”.

La respuesta del brasileño fue invitar a la nación hispanohablante más populosa a ingresar al Mercosur.

El presidente mexicano hizo todos los gestos posibles, con algo de sobreactuación, para demostrar que está parado en el lado contrario a los "populismos" que serían, según su propia definición, el pasado, dice más adelante Clarín.

Así, la voz de Washington en el Mercosur está traducida al español gracias al presidente de México. Hacer de este bloque algo parecido al que su país integra con Canadá y Estados Unidos, el Nafta, donde lo ideológico está bien marcado: sólo se trata de un acuerdo comercial, y donde los mexicanos se quedan del otro lado del muro, parece el objetivo de Calderón.

Lamentablemente para sus ambiciones, los líderes del Mercosur han manifestado en reiteradas ocasiones que pretenden incrementar los lazos políticos y en favor de que se discutan ideas propias.
 

Fuente: Agencia Periodística del MERCOSUR (APM), Mar del Plata / Argentina

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