Uruguay, un poco más lejos del MERCOSUR

El terreno está preparado para el TLC

26/01/2007
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Se firmó el TIFA entre Montevideo y Washington. El ministro de Economía uruguayo afirmó que no se puede descartar ninguna posibilidad hacia futuro. El TLC parece que sólo es cuestión de tiempo.

“Lo que vendrá después no lo podemos saber, no lo podemos anticipar, no lo podemos anunciar ni descartar”. Estas fueron las palabras elegidas por Danilo Astori para evitar afirmar o negar la intención de Uruguay de suscribir un tratado de libre comercio (TLC) con Estados Unidos. Es que ayer, representantes de ambos países le pusieron la rúbrica al Acuerdo Marco Sobre Comercio e Inversión (TIFA, por sus siglas en inglés) en Montevideo, lo que muchos coinciden en definir como el preludio para que en un futuro cercano se firme un TLC.

La firma se concretó a las 13 en la sala de Ministros del Edificio Libertad –sede del Ejecutivo- y contó con la presencia del ministro de Economía, el mencionado Astori y el secretario de la Presidencia, Gonzalo Fernández. Por su parte la delegación del norte contó con la representación de John Veroneau, representante Adjunto de Comercio de los Estados Unidos, Everett Eissenstat, sub representante de Comercio para las Américas; Susan Cronin, directora para el Cono Sur de la Oficina del Representante de Comercio; y Frank Baxter, Embajador de Estados Unidos en Uruguay.

"Ahora vamos a dejar que se seque la tinta y ponernos a trabajar (...) lo que puede venir después, lo iremos analizando paso a paso", agregó Astori. Uruguay, como miembro pleno del Mercado Común del Sur (Mercosur) no puede firmar tratados comerciales por fuera del bloque. El TIFA no alcanza esa definición, por lo que lo suscripto no viola las normativas vigentes, pero incluso en el propio Gabinete del presidente Tabaré Vázquez hay una fuerte división en torno a un acuerdo bilateral con Washington.

El ministro más pro-Mercosur es el canciller Reinaldo Gargano, mientras que Astori es el más propenso al abandono de la unión aduanera integrada, además, por Argentina, Brasil, Paraguay y Venezuela. El Frente Amplio, la coalición que gobierna Uruguay, atraviesa por un fuerte debate interno con respecto a este tema. El miércoles, la Mesa Política del frente no pudo tomar una postura sobre el TIFA, aunque dejó el camino libre al rechazar la propuesta de las bases de no acompañar la firma del acuerdo por 13 votos contra 10, y 5 abstenciones.

Así, Vázquez consiguió consenso “crítico” por parte del órgano partidario y un aplazamiento del debate con respecto al TIFA para después de su propia implementación. Varios dirigentes de la Mesa aseguraron que no se pudo resolver el problema por la demora del gabinete nacional en responder a los pedidos de informe que se realizaron desde fines del año pasado.

Quien no evaluó los dichos fue el representante estadounidense. En declaraciones a la prensa, afirmó sin ruborizarse que “si Uruguay fuera una acción, yo saldría a comprarla”. La Casa Blanca sólo quiere un TLC con la economía uruguaya para meter una cuña en el Mercosur, bloque que se ha demostrado díscolo ante los dictados de Washington. La “tentación” estadounidense también puso su ojo sobre Asunción, otro Estado que se queja por que el Mercosur no es lo que parecía ser.

Según informó este jueves el diario El Observador, el texto del Acuerdo Marco sobre Comercio e Inversión establece en su primer artículo que los dos países promoverán "un clima propicio de inversiones en sus respectivos territorios" para "expandir y diversificar el comercio bilateral de bienes y servicios".

En artículos sucesivos se propone la creación de un Consejo Uruguay-Estados Unidos que se reunirá al menos una vez al año. La primera reunión será en el mes de abril y entre sus cometidos está "identificar oportunidades" para liberalizar el comercio y las inversiones, así como remover barreras comerciales. El acuerdo no establece ningún mecanismo concreto de acceso al mercado, aspecto que se discutirá más adelante.

Debido a los distintos tamaños de las economías y niveles de desarrollo –lo que Estados Unidos produce cada 24 horas, Uruguay lo hace en 500 días- no hace falta aclarar que lo que queda fuera de lo comercial está pensado únicamente en la dirección Washington-Montevideo, y no al revés. Cuando se menciona “identificar las áreas de oportunidades para los dos países”, es claro que se refiere a sectores donde las corporaciones estadounidenses puedan invertir, y no al revés.

Montevideo había rechazado en septiembre pasado una propuesta de la Casa Blanca para firmar un TLC mediante una "vía rápida" o “fast track”, debido a que prefería tener más tiempo para la negociación. Uruguay ya tiene un acuerdo de protección recíproca de inversiones con Estados Unidos, por lo que las tratativas deberán focalizarse principalmente en los aspectos comerciales.

La comisión binacional bipartita, que comenzará a funcionar en abril y se reunirá al menos una vez al año, tratará temas como los subsidios a las exportaciones y los derechos de propiedad intelectual, entre otros asuntos comerciales.

Como lo advirtió Astori, hoy no podemos afirmar si va a haber TLC con Estados Unidos o si Uruguay va a permanecer dentro del Mercosur. Nuevamente el tiempo va a tener la razón, aunque el TIFA tiene un olor a TLC…

Fuente: Agencia Periodística del MERCOSUR (APM), Mar del Plata / Argentina

http://www.prensamercosur.com.ar


https://www.alainet.org/pt/node/118960

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