Los cancilleres del bloque deliberaron durante la primera jornada de la Cumbre. Se puso en marcha la incorporación de Bolivia y se aprobaron fondos por 70 millones de dólares para compensar asimetrías

La reunión ordinaria del Consejo del Mercado Común (CMC), previa al cónclave presidencial del Mercado Común del Sur (Mercosur), se inició con las palabras del canciller brasileño Celso Amorim, quien destacó la incorporación plena de Venezuela, en julio de 2006, como un hecho que propició el fortalecimiento del bloque.

"Hay una percepción clara de que el Mercosur no es sólo una integración del Cono Sur sino de toda América del Sur, y la entrada de Venezuela fue decisiva para modificar esa percepción", aseguró Amorim en el salón principal del Hotel Copacabana Palace de Río de Janeiro.

De esta forma, el canciller remarcó uno de los temas principales de la agenda ministerial: la discusión sobre el pedido del presidente boliviano Evo Morales para ingresar al Mercosur como miembro pleno. El CMC decidió crear una comisión que se encargará de definir, en un plazo de 180 días, la nueva adhesión al bloque bajo las condiciones expuestas por Bolivia, ya que el gobierno de Morales pretende incorporarse al Mercosur sin comprometer su permanencia en la Comunidad Andina de Naciones (CAN).

Un comunicado oficial del CMC detalló que el grupo de trabajo ad hoc estará conformado por especialistas de Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela, más una delegación boliviana, para analizar la cuestión en conjunto y teniendo en cuenta “las necesidades e intereses de todos los países involucrados y la normativa del Mercosur aplicable".

Antes de partir hacia Río de Janeiro, el presidente Evo Morales ratificó su interés en el bloque, aunque al mismo tiempo advirtió que su país impulsará cambios para construir una integración más justa.

“Hasta ahora lo que he descubierto, ya sea en la CAN o en el Mercosur, son instrumentos económicos sólo para los empresarios, para gente pudiente y no para gente pobre”, dijo el mandatario y luego agregó que “si Bolivia va a entrar al Mercosur, es para hacer profundas reformas”.

Sus palabras coincidieron con el planteo del presidente Hugo Chávez, quien desde hace un tiempo insiste con la necesidad de “reformatear el Mercosur” para lograr una integración de nuevo tipo, que abarque a toda América del Sur de manera integral, y no sólo desde el aspecto económico. El mandatario venezolano aseguró, incluso, que el socialismo que se desarrolla en su país será un proceso de transformación que fortalecerá al conjunto del bloque.

Por otra parte, el CMC trató algunas medidas tendientes a resolver las asimetrías existentes entre los países miembros, con el fin de atender los reclamos y necesidades de los socios menores.

Los miembros del Consejo aprobaron, en este sentido, una compensación de 70 millones de dólares, provenientes del Fondo para la Convergencia Estructural del Mercosur (FOCEM). Esta partida para Montevideo y Asunción será destinada a financiar proyectos de promoción social, programas para estimular micro emprendimientos, obras de infraestructura, entre otros.

Sin embargo, surgieron diferencias en torno de la propuesta brasileña de flexibilizar las normas de origen, para que los productos que comercialicen Uruguay y Paraguay en el bloque puedan contar con hasta un 70 por ciento de insumos extrazona.

A instancias de la delegación argentina, encabezada por el canciller Jorge Taiana, se aprobó, por el contrario, la creación de una comisión que deberá analizar las demandas que surjan en cada caso y, en consecuencia, permitir o rechazar las flexibilizaciones de las normas de origen.

En otro orden, el canciller uruguayo Reinaldo Gargano intentó nuevamente incorporar en el temario del CMC el conflicto con Argentina por los cortes de ruta en la frontera común, a raíz de la instalación de la planta de celulosa que Botnia construye a orillas del río Uruguay.

Según confirmó el subsecretario de Integración Económica de la Cancillería argentina, Eduardo Sigal, el planteo uruguayo generó “una discusión importante” entre los ministros de Relaciones Exteriores de ambos gobiernos. Sin embargo, al salir de la reunión del CMC, Taiana sólo dijo que "el gobierno del Uruguay no ha demostrado voluntad real de diálogo, ni de solucionar la controversia con las pasteras, ni de respetar el Estatuto del Río Uruguay".

Por último, los miembros del Mercosur lograron avanzar en las negociaciones para suscribir un acuerdo de libre comercio con el Consejo de Cooperación de los Estados Árabes del Golfo (CCG), integrado por Arabia Saudita, Bahrein, Emiratos Arabes Unidos, Kuwait, Qatar y Omán. Los cancilleres de ambos bloques firmaron una declaración de entendimiento en la cual se establece un plazo de cinco meses para culminar las disposiciones generales del tratado.

Fuente: Agencia Periodística del MERCOSUR (APM), Mar del Plata / Argentina

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