La derecha boliviana vuelve a la carga

Prefectos amenazan con abandonar la Asamblea Constituyente

20/11/2006
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Gobernantes de oposición rompieron el diálogo con el Presidente luego de que el MAS se impusiera por mayoría para aprobar el sistema de votación que le permita redactar una Carta Magna.

Los prefectos de seis de los nueve departamentos (provincias) bolivianos, pertenecientes a partidos de oposición, rompieron ayer el diálogo con el presidente del país, Evo Morales, al que acusan de vulnerar la ley en la Asamblea Constituyente.

La decisión fue anunciada en un comunicado suscrito la medianoche del sábado por los prefectos de Santa Cruz, La Paz, Beni, Cochabamba, Tarija y Pando, en los que viven el 80 por ciento de los 9,4 millones de bolivianos.

Las tres restantes prefecturas -Oruro, Potosí y Chuquisaca- son aliados al proyecto impulsado desde el gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS).

La oposición rechazan el reglamento de la Asamblea impuesto el viernes por la mayoría oficialista, porque establece que los artículos de la nueva Carta Magna serán aprobados por mayoría absoluta, en lugar de los dos tercios que prescriben la Constitución actual.

Bajo este argumento, anunciaron su determinación de romper relación con el poder Ejecutivo nacional y no concurrir a ninguna convocatoria que realice el presidente de Bolivia.

A su vez, los gobernadores convocaron para el próximo jueves, en la ciudad de Cochabamba, una nueva reunión con líderes para lo que ellos llaman “defender la legalidad, la democracia y la unidad de la patria que se encuentra en peligro".

Sin embargo, muchos analistas señalan que la aprobación de un reglamento de debates coloca hoy a la Asamblea Constituyente de Bolivia ante el desafío de perfilar un nuevo Estado plurinacional y sin exclusiones, pero frente a la amenaza de autoridades regionales de dividir al país.

Para el delegado MAS Raúl Prada, al fijar mayoría absoluta para la aprobación de los artículos y los dos tercios para el texto final de la futura Carta Magna, el foro se adentra en la cuestión de fondo: la creación de la nueva República.

Según su visión, ese proyecto debe partir de la crisis actual de la relación Estado colonial-sociedad y responder a los reclamos de los movimientos sociales de refundar un país que reconozca la diversidad y las múltiples formas institucionales.

Según Prada, el viejo Estado y sus arcaicas instituciones hicieron crisis, excluyeron a las regiones y a los pueblos originarios y, finalmente, generaron violencia.

Ante estas propuestas, Prada señaló que no es de extrañar que desde su instalación el pasado 6 de agosto en la sureña ciudad de Sucre, la Asamblea se haya visto acosada por presiones de sectores conservadores y grupos de poder económico que insisten en funcione bajo los viejos moldes.

El constituyente Prada aseguró que desde 2003, con la revuelta social que motivó la salida del ex mandatario Gonzalo Sánchez de Lozada, también colapsaron el viejo sistema y sus defensores, los partidos tradicionales.

Los grupos contrarios al gobierno se aglutinan en especial en el partido político Poder Democrático Social (Podemos), y al jefe de la bancada de Unidad Nacional (UN), del acaudalado Samuel Doria Medina.

Podemos manifestó su protesta por lo que considera una "violación flagrante de la Constitución". Por su parte, Doria Medina, dijo que mantendrá una huelga de hambre junto a siete de sus asambleístas, por lo que llamó avasallamiento de la legalidad institucional.

A su vez, las fuerzas que fueron derrotadas contundentemente en la votación, anunciaron otras acciones legales para impugnar judicialmente, el carácter originario del foro.

Para el presidente Evo Morales, las nuevas amenazas de escisión de la nación andina son parte de una vieja campaña orquestada por quienes vivían del Estado e intentaban confundir a la población.

El mandatario defendió el carácter originario de la Asamblea, manifestando que le otorga poderes absolutos con el fin de decidir sobre la nueva Bolivia que aspira el pueblo y los movimientos sociales.

El viernes, 140 de los 238 constituyentes aceptaron la propuesta del MAS de aprobar con la mayoría absoluta ­50 por ciento más uno­ los artículos de la nueva Carta Magna y con dos tercios ­158 delegados­ el texto completo de la Constitución.

Según analistas, tras el acuerdo político de declarar originario a ese foro, y por tanto reconocerle como poder supremo, con el aval de casi todos los partidos, la oposición radical se ha visto aislada.

Fuente: Agencia Periodística del MERCOSUR (APM), Mar del Plata / Argentina
http://www.prensamercosur.com.ar
https://www.alainet.org/pt/node/118306
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