El presidente de Brasil se muestra confiado en que ganará las elecciones y aseguró que sus adversarios tendrán que esperar a 2010. El presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, aseguró ayer que ganará las elecciones generales del próximo domingo y que sus adversarios deberán esperar a los comicios de 2010. Los opositores "van a tener que aprender que este pueblo aprendió a andar de cabeza erguida y que este pueblo ya es una masa de maniobra", estimó el mandatario, candidato a la reelección en los comicios del 1 de octubre. "Quiero decirles: Vamos a ganar estas elecciones el domingo. Pueden tener seguridad. Si alguien pensó que la campaña presidencial va para la segunda vuelta, va a tener que esperar a 2010", declaró Lula Da Silva en un acto electoral en Sorocaba, en el estado de Sao Paulo. Lula, de 60 años, sigue como favorito en las encuestas para vencer en los comicios en su primera vuelta, aunque su ventaja frente al resto de sus contrincantes ha caído en una semana de dos a tres puntos porcentuales. Su leve descenso en los sondeos se ha debido a la ofensiva de la oposición por el caso de un militante del oficialista Partido de los Trabajadores (PT) detenido el 15 de septiembre por la Policía en un hotel de Sao Paulo cuando trataba de negociar la compra por 770.000 dólares de supuestos informes que certificarían casos de corrupción de candidatos regionales de la socialdemocracia, rivales de Lula. "Pueden hacer denuncia, hagan lo que quieran. Nosotros vamos a ganar con la cara limpia que tenemos", afirmó el actual Presidente brasileño, quien mantiene que todo el caso fue manejado por algunos miembros del PT sin conocimiento ni de su mando ni de la dirección del partido. Las elecciones del 1 de octubre se definirán a través de 21 "toques" o el número de veces que cada elector tendrá que apretar botones con los números que identifican a sus candidatos. Según el Tribunal Superior Electoral (TSE), el 1 de octubre votan 125.913.479 brasileños para elegir un presidente, 513 diputados federales, 27 senadores, 1.059 diputados estaduales y 27 gobernadores. Entre miles de candidatos, el elector deberá apretar en las máquinas electrónicas de votación el número que identifica a cada aspirante: El presidente Luiz Inacio Lula da Silva, que busca la reelección, es el número 13, mientras su rival socialdemócrata, Geraldo Alckmin, es el 45, por ejemplo. A parte de los números, que identifican a cada partido desde su fundación, el elector debe apretar la techa de "confirmar" o "corregir". Un candidato a la presidencia es identificado con dos números, uno a gobernador por otros dos, el senador por tres números, el diputado federal por cuatro y el diputado estadual por cinco. Si a esos números se agrega las cinco veces en que el elector debe pulsar la techa "confirmar", en total son 21 toques. Tal cifra puede aumentar si el elector comete un error y decide "corregir". Con tal danza de números, el TSE ha recomendado que el elector lleve a la cabina una nota con los números anotados de sus respectivos candidatos. La previsión del Tribunal es que el elector gaste, en promedio, unos 40 segundos en votar. Fuente: Agencia Periodística del MERCOSUR (APM), Mar del Plata / Argentina
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