Se las estaban poniendo en bandeja. ¿Qué más podía pedir el FSLN de uno de los suyos --tan suyo que puso en alto al Sandinismo como alcalde probo y eficiente de la más grande ciudad de Nicaragua-- que éste pusiera su popularidad a la disposición de su partido y ofreciera ser candidato a la presidencia? ¿Qué más podía pedir el Frente que tener entre sus filas POR PRIMERA VEZ, desde 1989, a una persona que, a nivel nacional, según las encuestas más acertadas, habría obtenido, para Presidente, los votos, no sólo del sandinismo duro, sino de toda la población? La estrategia de ubicar como candidatos sandinistas a líderes populares, reconocidos y queridos, estuvieran o no dentro de sus filas, funcionó para el Frente en las recientes elecciones municipales. Tener candidatos amplios fue un acierto que le valió una importante victoria. Está visto, no sólo en Nicaragua, sino en el mundo moderno, que la gente vota por personas en las cuales confía. Herty se ganó la confianza de la gente. Herty representa para el sandinismo la PRIMERA real oportunidad de ganar y volver al poder después de la derrota de 1990. ¡Ah! Pero ganar no es lo que quiere, parece, el liderazgo actual del sandinismo. ¿Cómo, si no, se explica que Daniel Ortega, haya estado trabajando tan arduamente en unas Reformas a la Constitución que le restan poder al Ejecutivo, o sea, al Presidente? ¿Tiene lógica que quisiera restarle poder al cargo de Presidente si de veras él pensara volver a serlo? No tiene mucha lógica, ¿verdad? Supongo que Daniel habrá llegado a la conclusión de que la presidencia no es lo que más le conviene. ¿Para qué ser Presidente si, desde abajo y de hecho, él maneja los hilos del poder, sin tener que darle cuentas a nadie? ¿Para qué someterse al escrutinio popular si ahora, con las recientes reformas, la Asamblea podrá decidir hasta quienes serán los ministros? Lo que pareciera perseguir Daniel es la consolidación de un poder que no dependa del amplio voto popular, sino de su mismo porcentaje de voto fiel, acrítico y partidario. Con la Asamblea como está, más su alianza con los liberales, puede seguir mandando como a él parece gustarle: metido en el juego político, manejándose, apuntalando a éste, debilitando a aquel. Para él deber ser apasionante estar en esas maniobras: ser la persona que mueve los hilos. Se ha vuelto muy experto en esto y le dará gusto. Todos somos humanos y nadie está exento de debilidades. (Desafortunadamente, esa debilidad de Daniel ha resultado buena para él, pero funesta para Nicaragua). Pero claro, viene Herty, empieza a proyectarse como una ALTERNATIVA REAL para que el sandinismo --no Daniel, sino el sandinismo-- vuelva al poder, y toda la movida se complica. Yo sé que esto que digo de que Daniel realmente no quiere ganar, les parecerá a muchos demasiado malicioso o maquiavélico de su parte, pero piénsenlo bien: Después de tres derrotas consecutivas, habiendo puesto las bases todo su esfuerzo, con el partido hasta pactando con los liberales para obtener un margen más favorable para ganar, el comandante Ortega no ha podido reelegirse. Demasiada gente en el país POBRES Y RICOS, temen que una presidencia suya vuelva a traer inestabilidad, enfrentamiento con los gringos, divisiones profundas dentro de la sociedad. Sin embargo, a pesar de las pruebas de que el voto por el sandinismo se divide alrededor de la figura de Daniel, éste insiste en no ver lo que ve cualquiera, sea súper sabio o súper sencillo: que otra vez va a perder. Entonces sale la aplanadora de la maquinaria partidaria a argumentar ridiculeces. ¿Cómo no va a ser ridículo argumentar que Herty está inhibido para ser candidato del Frente, cuando recién terminó su gestión como alcalde SANDINISTA? ¿Cómo es que lo inhiben ahora y no lo inhibieron en el 2001? Es realmente terrible, además, ver los intentos de ensuciar su figura con pura demagogia: Herty es burgués, dicen, lo apoya la oligarquía porque "La Prensa" lo alaba... Por favor. ¿Qué acaso Daniel Ortega no llevó de candidato a vicepresidente en 1996 a Juan Manuel Caldera, miembro burgués de la oligarquía nicaragüense? ¿Qué acaso no hay burgueses buenos, según el mismo Daniel lo ha proclamado? ¿Y qué acaso no hay personas humildes que, llegadas al poder, se tornan en agentes corruptos, traidores a sus intereses de clase? Herty ha sido consecuente con sus ideas de cambio. Tiene una larguísima trayectoria dentro del Frente Sandinista, pero ahora, por obra y gracia de que quería poner a la orden del partido su prestigio, PARA LLEVAR AL SANDINISMO A LA PRESIDENCIA, entonces ahora es malo, burgués, oligarca. Para eso, podemos decir que el propio comandante Ortega está casado con la oligarquía. ¿Qué acaso la familia de su esposa no era o es dueña de grandes extensiones de tierras, dueña del Trapiche? ¿Qué acaso ella no se educó en Suiza? Ya estamos muy curtidos, me parece a mí, en Nicaragua para no entender que esas etiquetas no significan más que retórica. Son intentos de engañar a las personas, haciéndoles creer que alguien como Herty --que nunca fue millonario, que ha trabajado toda su vida y que se lució como alcalde haciendo proyectos para los pobres-- ahora es una amenaza para esos mismos pobres. Ya no estoy en el partido Sandinista, pero mis raíces no me las quita nadie. Yo espero que las bases de una organización que, a nivel de sus cuadros en los territorios y en la brega cotidiana, sigue siendo un bastión de los ideales hermosos y los proyectos que soñaron tantos héroes y mártires, piensen bien, analicen y cuestionen esta movida sin sentido de su dirigencia. Que un sandinista honesto, capaz, con una mentalidad moderna y la capacidad de unir a la sociedad, llegue a la presidencia, sería muy saludable para el desarrollo político no sólo del mismo partido, sino del país. El único sandinista que tiene esa oportunidad, en este momento histórico, se llama Herty Lewites. ¿Van a dejarse quitar esa victoria? ¿Por qué?