Las mujeres jugaron un papel crucial en la recuperación de la democracia y la vigencia de nuestra constitución En un barrio del Valle las personas estaban aterrorizadas el sábado a la mañana por temor a la represión desatada el día antes, y un señora anciana salió a la calle dándole vivas al presidente Chávez, eso fue como un detonante, inmediatamente todo el mundo salió de sus casas y empezó a bajar, ríos de mujeres bajaron de los barrios populares espontáneamente cuando se supo que habían tumbado al gobierno y que habían apresado al presidente Chávez. La mayoría de las personas concentradas a las puertas del Fuerte Tiuna exigiendo la libertad del presidente fueron mujeres, quienes acudieron masivamente a pie, con sus hijos, en un momento en el cual no habían garantías constitucionales y se había desatado una feroz represión. Los vecinos de las casas aledañas ayudaban con agua y café a los manifestantes. Lídice Navas, luchadora social, y Nora Castañeda, presidenta del Banco de la Mujer, acompañaron desde un principio y se quedaron hasta el final, pues el pueblo no se retiró de allí hasta saber que había fracasado el golpe y que el presidente Chavez había sido liberado, aproximadamenyte a las 2.00 de la madrugada. Miles de mujeres acudieron a las puertas de Miraflores a defender al proyecto bolivariano todos los días que duró la crisis, sin importarles lluvia, hambre o sueño, ni el peligro que significaba la represión. En todo el país se repitió este fenómeno en diversas escalas, incluso en sectores rurales, en lo que fue la mayor reacción popular y pacífica de los últimos tiempos en Venezuela. Las ministras María Urbaneja, María Cristina Iglesias, Adina Bastidas y Ana Elisa Osorio también dieron muestra de valentía y lealtad en los momentos críticos del 11 de abril. Se quedaron con el presidente Chávez hasta que éste fue apresado, cuando se temía un ataque militar por parte de los insurgentes. Inclusive se ofrecieron a ser detenidas con el presidente en un intento de garantizarle su vida, pero ni Chavez ni los militares golpistas aceptaron su propuesta. También fueron las primeras en retomar el palacio de Miraflores el sábado en la tarde. La presidenta del Instituto Nacional de la Mujer, María León, fue un ejemplo de coraje y compromiso con el pueblo, llamando a la resistencia al Frente Bolivariano de Mujeres. Las diputadas de la Asamblea Nacional también resistieron dignamente negándose a abandonar el hemiciclo aún cuando la guardia nacional los rodeaba y amenazaba con desalojarlos. No podemos nombrarlas a todas, pero basten estos pocos ejemplos para demostrar que sin las mujeres, no hay revolución. Por último, queremos hacer mención de la gran cantidad de mujeres que asistió a la marcha de la oposición, sin duda alentadas por un deseo sincero de un mejor país, pero que fueron lastimosamente manipuladas por una dirigencia irresponsable que las utilizó como carne de cañón cuando desviaron la marcha hacia Miraflores, sabiendo que una confrontación violenta era inevitable. Tuvieron los muertos que buscaban, inclusive una señora embarazada, lamentamos profundamente los muertos no sólo de ese día sino también todas las víctimas de los días posteriores, que dejan viudas, huérfanos, madres desconsoladas y un país que trata de recuperarse de profundas heridas. Sigamos adelante, el futuro nos espera, una Venezuela justa, igualitaria y de todos los venezolanos. María Centeno, artista plástica venezolana.