Logros sociales en una década de luchas

Venezuela real, oposición virtual

15/05/2011
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Un repaso por algunos de los avances en la calidad de vida de las mayorías en la república bolivariana desde el ascenso de la revolución encabezada por Hugo Chávez Frías.
 
No hay peor ciego que aquel que no quiere ver, dice un refrán de mi tierra. Todos los días vemos y oímos cómo el registro informativo de los medios de comunicación privados (impresos, radiofónicos, televisivos y de páginas web) retratan una Venezuela en llamas por los cuatros costados.
 
Según la crónica diaria de la gran prensa este es un país al borde de una crisis política, económica y social de proporciones cataclísmicas, sólo comparable con el desastre nuclear y natural de Fukushima en Japón o de los países invadidos militarmente por las fuerzas imperiales, como Afganistán, Irak y más recientemente Libia.
 
Pero la realidad es muy distinta de aquello que reflejan los medios o que tercamente quieren propagar como una verdad inobjetable; aquella que no es más que su verdad, la que les conviene porque hace juego a sus agendas inconfesables, y la única a la que dan tribuna.
 
A pesar de que se han exigido -y vaya que lo han hecho- en la tarea sistemática de sembrar vientos para cosechar tempestades, en los últimos diez años las políticas sociales y económicas ejecutadas por el gobierno del presidente Hugo Chávez exhiben logros tangibles, cuantificables y verificables.
 
Estos avances en la lucha contra la pobreza, la exclusión y el hambre son recogidos en innumerables mediciones estadísticas de organismos nacionales e internacionales, así como en numerosas encuestas y sondeos de opinión también de alcance nacional e internacional.
 
Desde la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), pasando por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés), la Organización Panamericana de la Salud, hasta la UNESCO y muy recientemente la encuestadora Gallup International, todas ellas insospechables de chavismo, socialismo o cualquier tipo de postura progresista, han emitido informes, estudios e investigaciones donde se certifica que este país consiguió un salto cualitativo y cuantitativo sustancial en términos de mayor acceso a la alimentación, la salud, la educación, la cultura y la recreación.
 
El cuadro que describen esos estudios habla de mayor bienestar, de incremento en los niveles de calidad de vida y de un esfuerzo titánico por saldar la enorme deuda social acumulada. Mismo esfuerzo realizado para que las consignas del buen vivir, que se resumen en la célebre frase del Padre Bolívar cuando señalaba que “El mejor sistema de Gobierno es aquel que proporciona la mayor suma de felicidad posible”, se conviertan en letra viva y eje rector de una nueva realidad y no en mera retórica politiquera.
 
Los sondeos coinciden en reflejar que en diez años de Revolución Bolivariana hubo una disminución de la pobreza y de la pobreza extrema. Igualmente se produjo un incremento de los índices diarios de ingesta calórica, una disminución de la tasa de mortalidad infantil, mayor acceso al agua potable, a los medicamentos, exámenes y tratamientos. La UNESCO certificó la erradicación del analfabetismo y la CEPAL confirmó la disminución de la odiosa brecha que separa a los más ricos de los más pobres.
 
Para decirlo en pocas palabras, la gente pobre, los nadies –como los designa Galeano-, ahora comen más y mejor. El pollo, la carne de res, el pescado, la leche y demás alimentos clave en una dieta balanceada y nutritiva dejaron de ser artículos de lujo para convertirse en elementos cotidianos de la mesa del venezolano.
 
No resulta extraño, entonces, que Venezuela ocupe el sexto lugar en la medición de prosperidad realizada por Gallup en 2010. Entre 124 países Venezuela quedó al lado de Finlandia, superada sólo por Dinamarca, Suecia, Canadá y Australia. El 64 por ciento de los venezolanos considera que su situación es próspera o está en vías de serlo. Otro estudio reciente va en la misma dirección, pero esta vez se trata de la IV Encuesta Nacional de Presupuestos Familiares (IV ENPF) que realizaron el Banco Central de Venezuela, el Instituto Nacional de Estadística, la Universidad de los Andes (ULA) y la Corporación Venezolana de Guayana, entre los años 2008 y 2009.
 
Entre los resultados que arrojó la IV ENPF se destaca que el 96,2 por ciento de la población come tres o más veces al día, y además detalla que el venezolano medio incluye diariamente en su dieta alimentos de alto valor proteínico como la leche, el pollo, la carne de res, la harina de maíz y el pescado, entre otros. En un mundo donde privan los absurdos y las injusticias, donde hay más de mil millones de hambrientos y se destinan sumas astronómicas al irracional gasto militar, estos logros no pueden ser considerados poca cosa.
 
La Revolución Bolivariana avanza a pesar de todos los obstáculos y planes desestabilizadores. Podemos pensar, entonces, que nuestro destino es vencer, porque vacilar sería perdernos.
 
Agencia Periodística de América del Sur (APAS)
 
https://www.alainet.org/fr/node/149745
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