Lo que deben conocer y tratar los cancilleres en la 42 º Asamblea General de la OEA en Cochabamba
31/05/2012
- Opinión
Bienvenidos a Cochabamba, todos los representantes temporales de los países americanos reunidos en importante asamblea convocada a organizar la futura Nación Humana de Estados americanos, prolegómeno de la futura gran Nación Humana Universal.
Esta ocasión será propicia para tratar los temas superiores como la Seguridad Alimentaria y otros grandes temas de significación: la paz y la concordia a coexistir entre todas las naciones, el desarme de toda violencia fratricida, la eliminación de la drogadicción y el narcotráfico degradante de la condición humana, la solución pacífica de todas las controversias, el cumplimiento de los Tratados Internacionales respetuosos y la revisión de los Tratados lesivos como el de 1904 en Bolivia, el cuestionamiento a todas las injusticias históricas como la guerra no declarada de Chile invadiendo el Litoral boliviano clausurando su derecho marítimo, el término de la ignominia colonizadora de Inglaterra sobre las Malvinas argentinas, el respeto a los derechos humanos y a la dignidad de persona de todos los ciudadanos cualquiera sea su condición biológica, cultural y étnica, la conservación y protección del medio ambiente y los recursos naturales contenidos en los países emergentes codicia de las grandes transnacionales del pervertido sistema, el retiro de las bases militares del imperio y sobre todo, de los obstáculos a la democracia mellada a partir de los gobiernos totalitarios.
Lo que deben conocer los actuales asistentes a la Magna Asamblea es que la conciencia profunda de nuestros pueblos despierta al requerimiento de la libertad, de la felicidad y del bien común. Atrás quedaron los tiempos de la explotación, la esclavitud, la violencia económica, social, cultural y política.
En Bolivia aún persisten los síntomas agónicos de la insanía: transgénicos alimentarios venenosos, biocombustibles para los vehículos, negocios infames de autos-chatarra, explotación inmisericorde de seres humanos, comercio de órganos y tráficos de niños, mujeres y tejidos vitales, aumento en la siembra de coca permitida favoreciendo el narcotráfico, la delincuencia y la violencia ciudadana, el desconocimiento de la actividad científica en salud y educación tendiendo al cambio de sistemas anacrónicos en el acto médico; en el diagnóstico y en aplicación de la justicia mediante hojas de coca, el racismo clásico atenuado pero excitado a partir de sindicatos sembradores de coca colonizadores, sectarismo secante implantado en el oficialismo parlamentario aprobando leyes inconstitucionales, intervención político partidario en todas las instituciones reemplazando concursos y merecimientos, irrespeto a la CPE sobre todo a la protección de parques y derechos indígenas. Finalmente corrupción institucionalizada progresiva, ausencia de autonomía en los Poderes del Estado rompiendo todo el equilibrio y la armonía democrática.
Es imprescindible que las conclusiones y manifiestos de la magna asamblea de la OEA en Cochabamba se pronuncie sobre todas estas deformaciones sociales:
“Mar para Bolivia con Soberanía”.
Coca cero no sólo en los parques contaminados sino cero y para siempre en todo el territorio de Bolivia, Perú y Colombia.
No a la carretera que lesione el TIPNIS (Territorio Indígena del Parque Isiboro Sécure) entre Cochabamba y el Beni existiendo alternativas.
No a la tortura, violencia y daño físico a los marchistas y ciudadanos que reclamen sus derechos constitucionales. (Mallku Khota, Bolivia. ElPinar, Perú. La Araucanía Chile).
No a la persecución política de los opositores.
No a las confrontaciones de clases sociales.
No al desprecio de la intelectualidad y al gesto vengativo de la cultura universal.
No a Pascua Lama en Chile, ni Mallku Khota en Potosí.
No a las Mega-represas del Brasil en nuestro río Madera.
No a la explotación minera de transnacionales contaminantes.
No a la destrucción del Amazonas.
No a las Bases Militares amenazantes de EEUU en Latino América.
No al negocio y tráfico de las armas de guerra.
No a la polución contaminante.
No al concepto de “Desarrollo Económico” concebido por el sistema de los imperialistas del norte.
No a la inseguridad ciudadana.
No a la pobreza y a la injusticia social.
No al daño de la Madre Tierra, ser viviente con amplios derechos, de sus recursos naturales para el provecho de reducidos capitalistas.
No al bloqueo criminal de EEUU sobre Cuba, el país de la dignidad.
No a las prisiones fascistas como Guantánamo.
No al retorno del Plan Cóndor en ningún país del mundo.
No a ningún Pinochet, Videla, Strossner, Bánzer o sus pretendientes emuladores.
No al capitalismo neoliberal privatizador contrario a la ética política social.
No a la represión urbana comandada por entrenadores norteamericanos en Chile.
No a toda la estulticia y la maldad del capital transnacional en nuestros países genuinos, salvaguarda de la pureza atmosférica y la existencia planetaria.
Lo pide, con humildad y respeto, un ex Senador de Bolivia.
Gastón Cornejo Bascopé
https://www.alainet.org/es/articulo/158333?language=es
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