Análisis económico o retórica política
- Opinión
A propósito de la crisis financiera que soporta la economía de los Estados Unidos y de las inevitables repercusiones que ejerce sobre la economía mundial, en el Ecuador se escuchan una serie de voces, tanto desde las filas del gobierno como la oposición que, a pesar de revestirse de una aparente seriedad analítica, revelan una debilidad teórica y práctica tal, que es evidente que no son más que parte de la retórica política útil para congraciarse servilmente con el Presidente Correa, o, con las fuerzas que se oponen a la acción del gobierno del Presidente Correa.
Una primera aseveración desde las más altas esferas gubernamentales señala que la crisis financiera de los Estados Unidos no afectará al Ecuador, puesto que han adoptado todas las medidas para “blindar al país”. Afirmación que desestima un principio teórico básico conocido por cualquier iniciado en economía: la existencia de variantes y variables, esto es de elementos que podemos controlar y otros que escapan al control nacional. En consecuencia, quienes sostienen la tesis del blindaje, parecen estimar que todos los fenómenos económicos son susceptibles de su control, lo cual linda con lo tragicómico. Tanto como las que señalan que la crisis de los Estados Unidos no nos afectará, desestimando olímpicamente todas las imbricaciones que son parte de la globalización, la cual, por cierto no es más que la etapa actual de concentración y centralización de capital a escala mundial, global.
La gravedad de esas aseveraciones radica en que desconocen que la crisis norteamericana, es ocasionada principalmente por una espiral especulativa[1] -posibilitada por la sobreacumulación de capital[2]-, como lo afirma Nomi Prins, jefe del grupo de analistas europeos de Bear Stearns, y quien también trabajó para Lehman Brothers, cuando señala que: “Se trata de tomar deuda en exceso, de abusar del apalancamiento y pedir dinero prestado para ir por más riesgo y volver a pedir más dinero, una y otra vez, de
Si ello es así, a cual sesudo funcionario se le puede ocurrir afirmar que ha blindado al país en contra de la crisis especulativa, puesto que ello significaría que ha adoptado, entre otras, todas las medidas para impedir que los recursos que mantiene el sistema financiero y los ecuatorianos en el exterior, sean incluidos en las actividades fraudulentas de las entidades financieras norteamericanas antes mencionadas.
En esta misma línea el Presidente del Directorio del Banco Central del Ecuador, ante el anuncio de que la economía ecuatoriana ha crecido en un 2.4 por ciento en el primer semestre del presente año, muy orondo afirma que, sobre esa base el PIB del 2008 se elevará al 6.2 por ciento[4]. Afirmación que no tiene sustento alguno, ni histórico ni real. Históricamente, por cuanto, todas las series indican que, salvo casos muy excepcionales, el crecimiento del segundo semestre no es mucho mayor que el del primer semestre. En términos reales por cuanto desestima la incidencia que la crisis de los Estados Unidos tendrá sobre las remesas y, en consecuencia, principalmente sobre el sector de la construcción. Decrecimiento que seguramente no será compensado con los créditos hipotecarios, dado lo inicial de este positivo emprendimiento. A lo dicho debe agregarse las aseveraciones del propio presidente Rafael Correa, quien afirmó en el programa radial del día de ayer sábado 4 de octubre, que la producción petrolera de las empresas transnacionales se ha reducido en porcentajes importantes, por lo que las conminó a elevar su producción por lo menos a los niveles del año anterior, lo cual tampoco es posible de lograrlo en lo que resta del año, por obvias limitaciones técnicas.
Desde la orilla de la oposición, las afirmaciones son del mismo orden que las emitidas por las autoridades de gobierno. Entre las perlas expuestas vale citar una que rebasa todo entendimiento teórico. Un analista económico afirma, según el diario El Comercio que la economía ecuatoriana no crecerá al ritmo planteado por el Presidente del Banco Central, por cuanto el crecimiento del 2.4 por ciento alcanzado en el primer semestre “tiene como base el alto precio del petróleo”[5]. Afirmación que solo se explicaría si proviene de un error del diario o del desamor al gobierno de Correa. No de otra manera puede explicarse que un profesor de economía de
A la breve reseña sobre las “críticas” de la oposición, podría agregarse aquellas que sostienen que la “economía ecuatoriana es inviable” por el déficit fiscal que, según su criterio, contendría la proforma presupuestaria del 2009, puesto que ellas son el producto de reducir el análisis económico a las variables financieras, desestimando la visión holística que exige que el análisis económico contemple tanto las variables reales como las financieras y monetarias. Perspectiva que, igualmente permite reconocer cual es el instrumental teórico que apuntala el análisis, como los modelos de desarrollo que se privilegia. Actuar parcelando el análisis, a más de incorrecto y anti ético es improductivo, a menos que el objetivo a lograrse sólo sea la oposición a ultranza, el canibalismo político.
[1] Nomi Prins, sostiene que la espiral especulativa fue viabilizada porque: “En 1999, el presidente Clinton y su Secretario del tesoro, Robert Rubin (ahora asesor en temas económicos de Obama), fueron los principales promotores de la derogación de
[2] "La sobreacumulación de capital provoca que una gran masa de éste no se invierta en la producción y se transforme en capital ficticio, usurario, de préstamo. Este capital es inyectado en forma de créditos que terminan provocando un endeudamiento generalizado, tanto en los países adelantados como en los atrasados (...) Si esto se generaliza, el endeudamiento, que en sí mismo no es más que un epifenómeno de la crisis económica, puede convertirse en un factor adicional de crisis y en su expresión más espectacular". Véase las Tesis de
[3] "El proceso de internacionalización de la economía (…) sumado a la rapidez de las comunicaciones, permite un ritmo vertiginoso de obtención de plusvalía, reparto de la ganancia y acumulación y sobreacumulación de capital”. Vease LIT-CI Op. Cit.
[4] Véase: “”La economía creció 2.4% en el semestre”, Diario El Comercio, edición del 4 de octubre del 2008, página 7.
[5] Diario El Comercio, Op. Cit.
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