¡Basta ya! De tratar de confundir a la política con la politiquería

¡Basta ya! De que los cínicos politiqueros nos traten como si todos fuésemos ignaros o cretinos.

¡Basta ya! De pretender que nos olvidemos que la ideología de las diferentes clases sociales impone una línea política y la adscripción a la misma.

¡Basta ya! De presentarnos sus intereses personales como intereses colectivos

¡Basta ya! De tratar de convencernos que su lucha por alcanzar el poder político o su cercanía a él, no tiene otro objetivo que lograr posiciones para un rápido e ilegal enriquecimiento.

¡Basta ya! De tratar de convencernos que la corrupción es un problema de malos cristianos y no consubstancial al capitalismo.

¡Basta ya! De presentarse como profundos investigadores de la corrupción para ocultar que no son más que correas transmisoras de la información que les proporciona la inteligencia extranjera.

¡Basta ya! De abandonar supuestas convicciones políticas e ideológicas para transitar libremente entre ellas.

¡Basta ya! De tratar de convencernos que los cambios de camisetas es una conducta normal

¡Basta ya! De llenarse la boca de invocaciones a la moral, la ética y la deontología, para tapar sus bajezas

¡Basta ya! De los esfuerzos que despliegan para que olvidemos que la Democracia Cristiana y los Social Cristianos, son opositores ideológicos y políticos desde sus orígenes.

¡Basta ya! De tratar de convencernos que la alianza entre el democristiano Rodrigo Paz, y la socialcristiana Cinthya Viteri no es una alianza contra natura.

¡Basta ya! De tratar de presentarnos como normal que un Andrés Páez ex dirigente social demócrata, supuestamente defensor del Estado de Bienestar, se pase a las filas del neoliberalismo que lucha por desmantelarlo.

¡Basta ya! De tratar de convencernos que no es inmoral que un Ramiro Gonzales, antes dirigente de la social democracia, se pase a las filas de la unidad social cristiana.

¡Basta ya! De tratar de presentarnos que el troskista Fernando Villavicencio, procede bien cuando se alinea con la ultradederecha de Guillermo Lasso.

¡Basta ya! De presentarnos como normal que Mónica Chuji, Rómulo Acacho, Vicepresidente de la CONAIE y Marcelino Chumpi, prefecto de Morona Santiago, se pasen de las filas de Pachakutik a la Unidad de la ultraderecha.

¡Basta ya! De presentarnos como dogma que los indios son de izquierda tan solo por ser indios.

¡Basta ya! De presentarse como defensores de la Patria cuando están al servicio de intereses foráneos transnacionales.

¡Basta ya! De vendernos que el aperturismo bobo, antes malo, hoy se ha trucado en bueno.

¡Basta ya! De tratar de convencernos que el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial se han suavizado, por lo que es indispensable negociar con ellos.

¡Basta ya! De tanto esfuerzo por que olvidemos que la tragedia que vive el pueblo griego obedece a la acción del FMI.

¡Basta ya! De tratar que olvidemos los efectos nefastos que soportamos por las reformas estructurales del FMI, implementadas por el social cristiano Febres Cordero y el demócrata cristiano Oswaldo Hurtado.

¡Basta ya! De tratar de embaucarnos con las viejas propuestas de “Pan, Techo y Empleo”.

¡Basta ya! De proponernos planes mágicos, taumatúrgicos, buenos para captar votos de incautos, pero que nunca se cumplen, en vieja práctica politiquera del “yo hoy te ofrezco, mañana busca quien te dé”.

¡Basta ya! De sugerirnos que la eliminación de la SENESCYT y de las Escuelas del Milenio, no tienen como objetivo volver al gran negocio de la educación, y a las superadas escuelitas rurales.

Finalmente. Para terminar este incompleto rosario de desdichas:

¡Basta ya! De los esfuerzos para que nos rindamos ante la información que proporcionan las encuestadoras.

¡Basta ya! De tratar de convencernos que las encuestadoras no privilegian a los candidatos que les pagan para que los coloquen en los primeros lugares.

 Quito, 30 de octubre del 2016