¿Se puede desintegrar el Gobierno de Bolsonaro?

Si se perfila una situación como esta, la de una estampida general del gobierno, será necesario, con todas las precauciones, salir a la calle para terminar de preparar el escenario para el impeachment, como golpe final a este gobierno que aún sobrevive en Brasil.

13/05/2021
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Se preguntan de todos lados: ¿cuál es el límite para que sobreviva un gobierno como el de Bolsonaro? Un gobierno que comete delitos de responsabilidad a diario, de la forma más impune. Un gobierno que degrada la función de Presidente de la República. Un gobierno que no protege a los brasileños frente a la pandemia. Un gobierno que proyecta la imagen de un país sin leyes, ni autoridades públicas alrededor del mundo.

 

Se sabe quiénes siguen apoyando al gobierno: los grandes empresarios, porque lucran con su política económica, que elimina toda forma de regulación del mercado por parte del Estado. Porque ganan dinero con las privatizaciones. Los medios económicos, por las mismas razones y porque ideológicamente se adhirieron al neoliberalismo y no preguntan cómo este modelo es antinacional, antidemocrático, injusto y promotor de la desigualdad.

 

Grupos evangélicos, por su fanatismo religioso, que proyectan para el PT la imagen del diablo, del infierno, de todos los males que atentan contra la religión, la familia y sus valores. Los militares, que vieron el vacío del personal del gobierno como una posibilidad de ocupar un gran número de cargos, tanto en el Palacio de Planalto como en todos los ministerios, con asombrosa cantidad de miles de ellos en cargos que nada tienen que ver con su formación.

 

¿Pero es eso suficiente para mantener un gobierno? ¿Si este gobierno tiene cada vez menos apoyo de la población? ¿Un gobierno que  choca con las necesidades básicas de la población para defenderse del virus pandémico? ¿Un gobierno que cede el país a los intereses de Estados Unidos y el presidente incluso besa la bandera estadounidense?

 

Un gobierno suele caer cuando es derrotado en las elecciones o cuando es derrocado. Puede ser derrocado por un impeachment o por una rebelión popular o incluso por un golpe. En condiciones normales, habrá elecciones en octubre del próximo año, un tiempo extraordinariamente largo debido a la catástrofe humanitaria que Brasil está viviendo. El impeachment político necesitaría importantes movilizaciones populares que expresen el rechazo generalizado del gobierno, hecho imposible por la aguda situación de la pandemia. O un juicio político, que el gobierno intenta defenderse comprando el apoyo del Centrao y de parlamentarios individuales. Una rebelión popular parece descartada, ya sea por la falta de movilizaciones populares necesarias, bien por la falta de una propuesta estratégica en ese sentido, o por la relación de fuerzas militares absolutamente desfavorable para el campo popular.

 

Pero, aun así, ¿puede este gobierno desintegrarse, por el abandono de quienes lo apoyan, por diferentes motivos?

 

El primero de los ejes de apoyo que puede llegar a abandonar al gobierno, a pesar de las distintas ventajas concretas que recibe, es el Centrao y otros sectores de apoyo en el Congreso. Se dan cuenta de que, sobrevivir al apoyo electoral, tener los nombres de sus mandatos vinculados a un gobierno cada vez más impopular que no defiende las necesidades de la gran mayoría de la población, puede que ya no les convenga, porque pone en riesgo sus mandatos. Una primera ofensiva de Lula les bastó para darse cuenta de que hay vida política después del gobierno de Bolsonaro, para darse cuenta de que puede valer la pena distanciarse de este gobierno.

 

Los militares pueden, ante una situación de estampida generalizada de apoyo político del gobierno, darse cuenta del desgaste que significa para la FFAA mantener el apoyo de un gobierno tan degradado y cada vez más aislado, puede ser muy grave para el futuro de la institución y si ponen la posibilidad de abandonar sus puestos, especialmente los puestos en el Palacio de gobierno.

 

Si se perfila una situación como esta, la de una estampida general del gobierno, será necesario, con todas las precauciones, salir a la calle para terminar de preparar el escenario para el impeachment, como golpe final a este gobierno que aún sobrevive en Brasil.

 

https://www.alainet.org/es/articulo/212232
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