El 30 de mayo nuevamente Trump volvió a desestabilizar a México. Tras su amenaza de imponer unilateralmente aranceles a los productos mexicanos “hasta que hagamos algo para frenar la migración ilegal”; el dólar se colocó de nuevo alrededor de los $20 y la Bolsa Mexicana perdió 2% en su apertura.¹

Pese a ello, hubo gente en México que criticó la carta de respuesta enviada por López Obrador, afirmando “Trump no la va a entender, él sólo comprende muestras de fuerza, por lo que responder con medidas espejo hubiese sido lo ideal”.

Personalmente no me sorprende que la mayoría del espectro político y casi toda la "comentocracia" mexicana siga dando visos de incapacidad para entender a Donald Trump; pero lo que sí me parece increíble es que no conozcan siquiera ni a su propio país.

Pero, por principio de cuentas es preciso aclarar la falacia de que Trump es completamente impredecible. En realidad existen dos formas habituales en su comportamiento que aquí han pasado por alto: la primera es que siempre que se halla en una dificultad política interna activa la “fuga hacia adelante”, empujando a la opinión pública estadounidense hacia sitios menos hostiles para él; y la segunda que ya adelanté cuando analicé la disputa con Huawei: siempre golpea primero para obligar a su rival a entablar negociaciones en términos desventajosos.

Mas, la mayor locura ni siquiera es la incapacidad para entender a Trump, sino menospreciarlo y creer que sus acciones no son razonadas sino guiadas por impulsos; a lo cual me pregunto: ¿un Jefe de Estado que tiene a su disposición a servicios de inteligencia y think tanks de primera línea como los estadounidenses, dejaría de usarlos simplemente por capricho?

No me parece cuerdo, no lo es y en la UNAM lo demuestran. Según el coordinador del LACEN-UNAM, Trump sabe que México podrá resistir con apuros la primera ronda de aranceles (5%), pero la segunda etapa que entraría en julio con la subida a 15% pondría al país en una situación de recesión económica, y ya ni decir la tercera fase prevista para octubre que alcanzaría el 25%.²

Y es que resulta un tanto obvia tal situación. Imagínense: si China, la mayor economía mundial que cuenta con 1,300 millones de habitantes, las mayores reservas monetarias globales, la tercera reserva de armas nucleares y está al otro lado del Pacífico se cimbra con las amenazas de Trump; ¿cómo le irá al desmantelado y súper entregado México que depende en más del 80% de Estados Unidos en sectores tan sensibles como granos básicos y energéticos?

Porque aquellos que pugnan por “medidas espejo” como primera respuesta que debe adoptar el país, o son muy ignorantes o muy cándidos al obviar dos detalles elementales: al hacerlo, México estaría entrando en la dinámica propuesta por Trump, misma que agitaría el nacionalismo de las bases que apoyan al magnate (no olvidar el momento político que vive ese país de cara al proceso electoral presidencial del próximo año); y que el tamaño de la economía estadounidense le daría una capacidad de resistencia mucho mayor, sin mencionar que mientras México exporta insumos primarios o manufacturas de bajo valor agregado, importa maíz y frijol, refinados de petróleo y gas natural.³ ¡La columna vertebral de nuestra alimentación y movilidad, nada más!

Por tanto, sabiendo que Trump y la cúpula estadounidense sí entienden los mensajes, la referencia a Juárez - Lincoln y Cárdenas – Roosevelt hecha por AMLO en su carta de respuesta es genial, porque no está hablando de cuatro personajes políticos, sino de dos momentos históricos determinantes para el ascenso hegemónico de EU en los que ambos se beneficiaron gracias al trabajo conjunto: la Guerra de Secesión y la expulsión de los franceses de México; la Segunda Guerra Mundial y la posición de México frente a las potencias del Eje.

En otras palabras, cuando AMLO alude a esos personajes y momentos históricos está aludiendo a la disputa hegemónica que mantiene actualmente con China, cuestión que supera por mucho las estériles demandas comerciales. Y por si no estaba suficientemente claro, el Canciller Marcelo Ebrard deslizó a través de Twitter una fotografía en la que se veía a sus espaldas un anuncio de Huawei, misma que usó para informar el inicio de las charlas con Pompeo y Kushner.⁴

Redondeando: lo primero que se me vino a la mente fue aquella frase célebre del estratega chino Sun Tzu, quien hace 2,500 años afirmó: "si no puedes ser fuerte, pero tampoco sabes ser débil, serás derrotado".

P.D.
Será una prueba de fuego para Marcelo Ebrard, el presidenciable número 1 del gabinete. Veremos cómo andan sus reflejos en este momento decisivo.

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