Es turno de reformar los impuestos

01/11/2017
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Jactándose de haber mejorado el Gasto Público, sin mencionar que gran parte se lo lleva el pago de los intereses del endeudamiento externo, el ministro de Hacienda Nicolás Dujovne afirmó que ahora “es el turno de enfocarnos en los Impuestos”.

 

Luego que el presidente Mauricio Macri adelantara, este lunes, lineamientos generales de las reformas tributaria, previsional y laboral, hoy su ministro de Hacienda dio a conocer sucintamente algunas de las propuestas que forman parte del proyecto de reforma tributaria.

 

Según el funcionario, esta reforma busca hacer que el sistema impositivo sea más “equitativo” y resulte más “amigable” para el contribuyente. Y persigue el objetivo de promover y aumentar la inversión, la eficiencia y la competitividad. Para el ministro, lograr esos objetivos redundará en la creación de empleo.

 

Los cambios están pensados para ser implementados durante los próximos 5 años y en forma gradual. Esa “gradualidad” persigue, según Dujovne, transitar en forma paulatina la baja de varios impuestos y la baja del déficit, dos variables aparentemente contrapuestas. “Seremos graduales porque tenemos que bajar el déficit" y porque “debemos cumplir las metas fiscales".

 

El ministro afirmó que esta reforma le dará un camino previsible al sector privado el que podrá evaluar el impacto impositivo de acá a cinco años. Por eso, según su opinión y la del gobierno, se generarán condiciones para que vengan más inversiones y las mismas generarán más empleo.

 

El proyecto abarca cambios en: Contribuciones para la Seguridad Social, Impuesto a las Ganancias de sociedades y personas físicas, IVA, Impuestos al Crédito y Débito bancarios, Impuesto sobre los Ingresos Brutos, Sellos, Impuestos Internos, a los Combustibles y a la Transferencia de Inmuebles.

 

Como “impuesto al trabajo” denominó el ministro a los aportes que hacen los empresarios para la jubilación futura de sus empleados y los haberes de los actuales jubilados. La medida que se establece es definir un mínimo no imponible hasta el cual los empleadores no deberán aportar. El importe es $ 12.000. O sea que por los trabajadores que perciban un bruto de hasta ese importe el empleador no aportará nada. Y si lo supera, aportará por el excedente. Según el ministro esta baja en los “costos laborales” redundará en la baja del trabajo en no registrado (recordemos que las diferentes rebajas a los aportes patronales durante el menemismo y kirchnerismo no solucionaron ni los problemas de empleo, ni la baja en el tercio de trabajadores que siguen sin estar registrados).

 

También planteó la necesidad de trabajar en una fórmula de ajuste de las jubilaciones que modifique la actual y que sea cada 3 meses y no cada 6. No definió líneas para esa fórmula que deberá ser parte de la reforma previsional, también en danza. Aunque el presidente Macri había dicho en su conferencia de prensa de este lunes que la idea era tomar la inflación para realizar los ajustes.

 

Detalló luego diversas modificaciones que hacen al Impuesto a las Ganancias comenzando con rebaja gradual de la tasa para las sociedades que es actualmente del 35%. Ese porcentaje es el más alto de la región y del mundo, aseguró Dujovne, argumentando que es uno de los factores por los que no vienen inversiones productivas porque “no somos competitivos” y el capital que ingresa es “móvil”, término utilizado para no decir "especulativo".

 

El proyecto prevé su reducción al 30% para el 2019 y al 25% para el 2021. La condición para poder liquidar a esas tasas es que las utilidades no se distribuyan sino se reinviertan.

 

También establece el pago de ganancias sobre algunas rentas financieras que hoy están exentas si sus titulares son personas físicas (las personas jurídicas no gozan de exenciones sobre las rentas financieras). Estarán gravadas al 15% las utilidades que obtengan por la tenencia de instrumentos financieros emitidos en dólares o indexados; y si son en pesos, a 5%. Este último porcentaje se irá ajustando gradualmente a medida que baje la inflación para llegar a equiparse con el 15%. “Si está gravado el salario es equitativo que se grave la renta” de las personas físicas, afirmó el ministro.

 

Por otra parte la reforma deroga el Impuestos a la Transferencia de Inmuebles que es hoy el 1,5% y lo abona quien compra la propiedad. Este gravamen se reemplaza por un impuesto que gravaría con 15% la ganancia en la venta del segundo inmueble del que se es propietario, ya sea que se utilice para vivienda o que sea una inversión. La utilidad se determina ajustando por inflación hasta la fecha de venta, del valor al que se había comprado. Dujovne aclaró que este impuesto sería para las operaciones cuya venta corresponda a un inmueble comprado a partir de la entrada en vigencia de la reforma.

 

Respecto al Impuesto al Crédito y Débito bancarios - instaurado por Domingo Cavallo cuando fue ministro de Economía de Menem y nunca derogado por los gobiernos posteriores - Dujovne aseguró que es “anti crédito” y “anti-bancarización”. Lo que prevé el proyecto es hacer lo mismo que actualmente rige para las pequeñas y medianas empresas, que es poder computarlo en un 100 % como pago a cuenta del impuesto a las Ganancias. La idea es que todas las empresas puedan hacer lo mismo en un proceso de 5 años. O sea, no se eliminaría pero si se computaría como pago a cuenta de Ganancias.

 

Con relación al Impuesto al Valor Agregado (IVA) la reforma incluye la aceleración en la devolución anticipada del mismo sobre las compras para inversiones. Dujovne precisó un plazo que no debía pasar los 6 meses, a partir del cual la devolución seria automática.

 

También detalló la modificación de alícuotas de impuestos internos. Algunos ejemplos dados por el funcionario refirieron a los productos electrónicos que pasarían del 17% actual al 0% en el proceso de los cinco años, con el objetivo de ser similares a los valores internacionales. Los autos y las motos de gama media bajarán de 10% al 0% mientras que los de alta gama y las aeronaves subirán de 10% al 20%, todo gradualmente en cinco años. Se refirió también al aumento de los impuestos que gravan las cervezas, el vino, las bebidas de alta graduación alcohólica y las gaseosas azucaradas. También dijo que se cambiará el esquema de cobro del Impuesto que pagan los cigarrillos, sin precisar más al respecto. De la misma manera subirán los de los combustibles para paliar el efecto invernadero que provocan las emisiones de gases.

 

Con las provincias queda seguir negociando para que, tal como hicieron ya la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y las provincias de Buenos Aires y Córdoba, bajen la tasa del Impuesto sobre los Ingresos Brutos, Sellos y se eliminen los gravámenes de aduanas interiores (tránsito entre provincias) definidas como retenciones por extraña jurisdicción.

 

Tuvo además una mención para los trabajadores autónomos que siempre reclaman por ser discriminados respecto a los trabajadores en relación de dependencia. Afirmó que el proyecto prevé equiparlos, subiendo en forma paulatina las deducciones para liquidar el Impuesto a las Ganancias de los autónomos hasta equipararlas con las que permiten descontar para los sueldos en relación de dependencia.

 

Para terminar afirmó que el costo fiscal de las reformas sería el 1,5% del PBI pero que como contrapartida se iniciaría el camino de la baja de la evasión fiscal y del crecimiento económico con lo cual este efecto “resultará neutro al cabo de 5 años”.

 

El ministro de Hacienda afirmó que las reformas serían llevadas este mismo día a los jefes de bloques parlamentarios. También serán trabajadas con los gobernadores de las provincias porque algunas de ellas tocan directamente las recaudaciones provinciales. La intención del gobierno es presentarlo en dos semanas al Parlamento.

 

Martes 31 de octubre de 2017

 

http://www.redeco.com.ar/nacional/gobierno/22520-es-turno-de-reformar-los-impuestos

 

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/188988?language=es
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