Sin noticias de Libia

03/03/2015
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Como una pieza de la mejor relojería, exacta e indetenible el Estado Islámico avanza por el territorio libio sin más preocupaciones que tejer alianzas y ganar adeptos. Las bravuconadas del presidente egipcio el general Abdel Fattah al-Sisi, han quedado del otro lado de la frontera, pareciera que las amenazas del Rey Abdala II de Jordania tampoco les importan.
 
El Estado Islámico se extiende como un djinn caprichoso, travieso y sanguinario, sin que nadie intente ponerle resistencia. Tal como lo hizo en diciembre de 2013 cuándo se retiró de Siria, tras la disputa con el Frente al-Nusra, por la que tuvo que mediar el líder de al-Qaeda, Aymán al-Zawahirí, cuándo todavía pertenecían a esa organización y eran el Daesh o el Estado Islámico para Irak y el Levante (EIIL) los hombres de Abu Bakr al-Baghdadí, el actual Califa Ibrahim, se refugiaron en Faluya y Ramadi, para resistir casi medio año a las incursiones del ejército iraquí, cuándo explosionaron ya como Estado Islámico, tras adjurar de al-Qaeda, iniciaron  un demoledor Blitzkrieg, que hubiera envidiado el mismísimo Führer.
 
No solo arrasaron a las endebles tropas de Bagdad, sino que se hicieron con casi todo el norte iraquí, y ciudades claves como Mosul, al-Tikrit, Kirkuk y otros sectores de la provincia norteña de Salah al-Din y Diyala al este del país, regiones productoras de petróleo del que el Estados Islámico ha sabido dar buena cuenta con la infinita colaboración de empresas turcas e israelíes que introducen el petróleo robado en Irak y Siria en el mercado legal.
 
Estado Islámico avanzó por Irak y Siria casi a su antojo frente a la mirada atónita de Occidente, que los dejó hacer, más allá de los inocuos bombardeos de la nueva alianza de Estados Unidos, que en si no ha logrado nada. Y sacándoles el cuerpo al ejército de Bashar al-Assad y a las milicias de Hezbollah, con quienes nadie en su sano juicio quisiera enfrentar.
 
Tal como avanzaron en Medio Oriente lo hacen ahora en Libia, con una diferencia, los califatos de Ibrahim, saben muy bien que no podrán avanzar mucho más de lo que lo han hecho en Siria e Irak. Los vecinos de aquellos territorios cuentan o con potentes ejércitos o con aliados poderosos: Israel, Turquía, Irán, Jordania, Kuwait y Arabia Saudita, los tres primeros son naciones militarmente muy poderosas como para intentar avanzar sobre ellas, cuentan con ejércitos altamente entrenados y con gran poder de fuego, las tres siguientes son naciones íntimamente ligadas a los interés en la región de los Estados Unidos y atacarlas a ellas sería meterse directamente con Washington.
 
Sin esos límites el Estado Islámico ya instalado en Libia, contempla horizontes casi infinitos. Estado Islámico se ha hecho fuerte en la ciudad costera de Derna de cien mil habitantes, ubicada casi en el ángulo noreste del país, y desde allí ha comenzado su avance al resto del territorio, si bien se desconoce la red que han tejido los califados de Ibrahim, se sabe que la región del suroeste apunta a convertirse en el nuevo epicentro bélico.
 
Más allá de los ataques puntuales al hotel Corinthia, en Trípoli donde se produjeron once muertos, el atentado a la embajada iraní que no dejó víctimas y la matanza de veinte y un cristianos coptos egipcios en la cercanía de Sirte, su presencia parece extenderse en dirección a las fronteras, al tiempo que no dejan de plegárseles milicianos de otras organizaciones salafistas como las brigadas al-Battar o Ansar al-Sharia, pertenecientes a al-Qaeda para el Magreb Islámico (aQMI)
 
Estado Islámico hasta ahora solo ha reconocido en Libia tres wilayat (provincias de un califato) en las que ejerce el gobierno imitando las formas rigurosas que ya han establecido en Siria e Irak.
 
A la inversa de al-Qaeda, que nunca ha intentado establecerse en un territorio, más allá del particular caso de Afganistán, los hombres del grupo fundado por Osama bin Laden, siempre han atacado y se han replegado y cuándo se posicionan en alguna región, como en el caso de Siria, no intentan gobernar, sino resistir para avanzar o en todo caso no retroceder. Al-Qaeda no ocupa territorios, su geografía tiende al ancho y el largo de su línea de combate. Estado Islámico al contrario ejerce la premisas de “dominar y gobernar” y “permanecer y expandirse” (baqiya wa tatamaddad). 
 
Invitados a la fiesta
 
En Libia, Estado Islámico está colonizando la sureña provincia de Fezzan, con una extensión similar a la de Francia, pero solo que con medio millón de habitantes. Desde Fezzan los califatos de Ibrahim, pueden filtrase a Níger, Chad y Sudán, países de gran inestabilidad política y con una inmensa mayoría musulmana.
 
Tanto los gobiernos de Níger y el Chad están en franco enfrentamiento con el grupo nigeriano Boko Haram, que aún mantiene su fidelidad a al-Qaeda, y ha atacado, desde el sur las posiciones de ambos ejércitos
 
La inestabilidad política en estos países quedó demostrada tras el episodio de Charlie Hebdo, cuando miles de manifestantes agraviados por la revista satírica salieron a manifestarse contra los católicos. En esas jornadas se produjeron casi una docena de muertos y se incendiaron diez iglesias. En esas manifestaciones se detectaron miembros de Boko Haram.
 
No sería improbable que Estado Islámico, intente seguir estableciéndose en el interior de África y que en una alianza con Boko Haram, intentaran operar en pinzas tanto sobre el Chad, como contra Níger.
 
Toda esa larga faja que va desde Nigeria hasta Somalia, y los países que atraviesa se encuentran en conflictos, República Centroafricana, Mali, Sudán, Sudán del Sur, Etiopia, Eritrea, en cada una de estas naciones existen diferentes movimientos salafistas que de vincularse territorialmente constituirían la base de un califato verdaderamente temible.
 
Toda esa zona es también epicentro de las multimillonarias inversiones chinas que ya han avanzado lo suficiente como para que Beijing, las abandone por miedo a unos cuantos “iluminados”, sin duda China tiene esta contingencia en su agenda estará preparando un respuesta acorde. Situación que a Estados Unidos y sus socios no les inquieta por ahora, pero siguen con muchísima atención.
 
Siguiendo la línea del Mediterráneo hacia el oeste, Estado Islámico busca extenderse y sobrepasar las fronteras de Libia, en Argelia, ya ha establecido la Wilayat al-Jazair. En septiembre último irrumpió mediáticamente la nueva organización Soldados del Califato o Yamaat Yund al-Jilafa, con el secuestró de Herve Gourdel, un turista francés en el área montañosa de Tizi Uzu, en la región de la Cabilia a un centenar de kilómetros al este de Argel quién finalmente fue decapitado, algunas fuentes informaron que Gourdel, en realidad era un agente francés pero la especie no fue confirmada. En Argelia todavía está muy fresca la memoria de la guerra civil que asoló el país en 1992 y dejó cerca de doscientos mil muertos, a raíz de haber impedido a los sectores salafistas del Frente Islámico de Salvación (FIS) quienes se impusieron en elecciones municipales pudieran asumir sus cargos. Como para complicar más la situación en 2006 el Grupo Salafista del Predicación y Combate se había declaró vasallo de Osama bin Laden.
 
 La herida entre los islamistas extremos aún no ha cicatrizado y la presencia de un grupo como Estado Islámico puede reactivar el conflicto. El ejército en diciembre pasado mató al líder de Yamaat Yund al-Jilafa, Abd al-Malik Guri.
 
Túnez, es otro país donde el integrismo ha llegado a situaciones extremas. El país más pequeño del Magreb, ha hecho el mayor aporte de milicianos al Estado Islámico. Desde allí ha llegado el mayor número de combatientes extranjeros para servir al Califato, según las estimaciones dos de cada diez hombres del califa son tunecinos.
 
A pesar de que las autoridades han detenido cerca de nueve mil jóvenes intentando abandonar el país para enrolarse en diferentes grupos de al-Qaeda o Estado Islámico. El flujo continúa imparable. A los tres o cuatro mil que hoy combaten en Siria e Irak, hay que sumarles aproximadamente dos mil que luchan en Libia, unos seiscientos ya muertos en combate y cerca de otros seiscientos que retornaron al país.
 
Además Túnez en 2012 recibió a cerca de mil quinientos combatientes de aQMI que huía del norte de Mali, tras la operación del ejército francés. Muchos de los salafistas, después de atravesar Níger y el Chad se habrían refugiado en la sierra de Chaambi de donde han protagonizado distintas operaciones contra patrullas del ejército.
 
Como prueba de la cantidad y calidad del armamento que cuentan los salafistas es importante anotar que el grupo Ansar-Dine que operaba en el norte de Mali, antes de huir frente al avance de las tropas francesas abandonaron, doscientos veinte toneladas de armas y municiones y más de doce toneladas de nitrato de amonio para fabricar explosivos. Nadie sabrá nunca cuánto se llevaron.
 
Por otro lado, Marruecos, aliado fundamental de los Estados Unidos en la región, cuenta también con un importante movimiento fundamentalista que han tenido mucha presencia  en la guerra de Siria, aunque la inteligencia marroquí, la siniestra D.T.S., asesorada por la CIA y otros servicios occidentales, tiene bien encorsetado al movimiento salafista.
 
El aQMI considera al rey Mohamed VI uno de sus mayores enemigos, por eso se empeña en reclutar a jóvenes marroquíes. Si bien escaso el movimiento salafista existe en Marruecos Brahim Benchekroun, quién fue prisionero en Guantánamo, fundó la brigada Harakat Sham al-Islam que actúa en Siria aunque la idea es trasladar la lucha a Marruecos.
 
África está entrando en zona de inestabilidad, replica las problemáticas de Medio Oriente y de Occidente, tan igual a los tiempos de la Guerra Fría, cuando el mundo llevaba allí todos sus problemas, sin dejar ninguna solución.
 
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Guadi Calvo: Escritor y periodista argentino. Analista internacional especializado en África, Medio Oriente y Asia Central. Colabora con diferentes medios escritos y radiales de América Latina. Dirige en Facebook: Línea Internacional.  https://www.facebook.com/lineainternacionalGC?ref=hl,
Revista Hamartia; Revista Archipiélago » (México), A Plena Voz » (Venezuela), Radio Madre (AM. 530) y Radio Grafica (FM 89.3) Radio Cooperativa AM 770. Colabora con Rebelión y El Correo de la Diáspora argentina; América Latina en Movimiento.  
 
Foto: RT 
 
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