Jaque a la democracia

22/05/2011
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Este hecho, de enormes proporciones es un claro desafío histórico que podría obligar a un profundo replanteamiento de las estructuras sociales y políticas en el mundo occidental.
 
El Movimiento 15-M en España, se ha tomado las principales ciudades de ese país en un llamado a la reflexión y a manifestar su indignación colectiva, a través del cual millones de personas han salido a protestar contra la politiquería, la corrupción, la falsa democracia y los derechos civiles.
 
El objetivo inicial de la manifestación, como continuación de otra que se realizó el pasado mes de abril, y que había sido convocada por jóvenes universitarios, era desafiar las medidas económicas adoptadas por el gobierno, así como el recorte de libertades civiles y convocar a una jornada de reflexión ciudadana. El lema era: sin casa, sin pensión, sin trabajo, SIN MIEDO!. Sin embargo, los organizadores de la marcha no tenían previsto que las personas empezarían a acampar en las plazas; y tampoco la masiva respuesta que recibirían por parte de una ciudadanía que se identifica plenamente con sus propuestas y su indignación. Ahora, conscientes de la fuerza de su acción, alguno de los convocantes se atreve a declarar que en efecto "esto es una revolución!". A medida que se han ido reprimiendo las manifestaciones en algunos sitios de España, -ayer los detenidos superaban los veinte-nuevas personas han ido acudiendo a la Puerta del Sol en Madrid y han empezado a llamar la realización de manifestaciones similares en otras ciudades del país.
 
Los manifestantes, además de cuestionar las políticas económicas, denunciar falta de garantías democráticas y los elevados índices de corrupción, ahora intentan obstaculizar el proceso electoral del próximo 22 de mayo. La Junta Electoral de España ha prohibido que la protesta se sostenga los días sábado y domingo; pero contrario a ello, pese a que el Movimiento analiza la situación y todo indica que persistirá en su acto de desobediencia civil y resistencia, se siguen sumando miles de personas en todo el mundo. De sostenerse esta masiva manifestación, desbordará la capacidad de respuesta del Gobierno.
 
Con el llamado a protestar y a expresarse públicamente contra una realidad social y política, indecorosa, injusta y que alberga la criminalidad y la corrupción, se encienden los corazones de las juventudes en todo el mundo; la inconformidad es masiva y se hace evidente. Pocos, muy pocos ciudadanos realmente se sienten representados por sus gobiernos; pocos muy pocos confían en la transparencia de los procesos democráticos, en la idoneidad de sus candidatos y en los poderes constituidos; el pueblito se cansó de padecer gobiernos despóticos, injustos, que roban a manos llenas, que imponen normas arbitrarias en detrimento de los sueños y libertades de las mayorías. Hoy ese pueblo hastiado de padecer penurias, de soportar la corrupción rampante de sus gobernantes, y de vivir en shock sometidos al miedo y la noción de una falsa seguridad, desafían a sus gobiernos. Este acto podría expandirse, como en efecto está sucediendo, por todo el continente, incendiar América, y por fin, convocar a un cambio profundo en las estructuras de poder.
 
Un grito de indignación que recorre el mundo
 
El Movimiento 15-M es sinónimo de esperanza para buena parte de las juventudes. Su grito ya no es sólo su grito. Ahora pertenece a millones de personas de diversas nacionalidades.
 
Como una llamarada incontenible que se extiende, cruzando valles, llanuras, montañas y océanos, los gritos de los españoles rompen la fronteras  y retumban en el corazón americano y europeo; en el corazón vibrante de millones de personas que, compartiendo la misma indignación ante la misma afrenta de que hemos sido objeto durante larguísimos años, y que se consolidó bajo un modelo sociopolítico y económico rapaz, excluyente y criminal que ha sido incapaz de responder a las demandas más apremiantes de la mayorías, hoy muchos sienten que este grito emancipador es un llamado  a la libertad, y un compromiso al que se debe responder con valor y generosidad. La indignación es masiva y se toma las calles españolas; el ejemplo empieza a ser replicado en muchos lugares, lejanos, cercanos pero unidos por un mismo sentir: llegó la hora, y los poderes corruptos y despóticos tiemblan mientras empieza a germinar la semilla de la esperanza y la libertad.
 
¿Qué pueden hacer los gobiernos cuando los pueblos masivamente se levantan y desafían al régimen vigente? ¿Su único recurso será acudir a la represión brutal de millones de personas que se toman las ciudades de manera simultánea? Hoy no se pide masivamente la libertad de un preso político, tampoco una rebaja en los tiquetes del metro, ni transparencia electoral. Hoy se pide mucho más. Lo que se exige es un cambio profundo en el sistema político y social; el advenimiento de un nuevo modelo, un estadio superior que garantice la plena realización del ser humano y la conquista de sus más elevados anhelos. ¿Ante ello, qué pueden hacer los gobiernos? Los injustos tiemblan; los dueños del poder político tendrán que agachar la cabeza y reconocer que el verdadero poder, en efecto, emana del pueblo; de ese mismo pueblo mancillado, manoseado y engañado, que hoy se levanta y pide lo que jamás le debió haber sido arrebatado ni negado. Hoy el pueblo español, como una luz en la oscura noche de las tempestades, de levanta y exige justicia y libertad!!!
 
Ante los hechos que estamos presenciando, ya los detentores del poder político no podrán mirar para otro lado como solían hacer - declara uno de los manifestantes en ciudad de México- ni llamar a sus guardias para que como perros rabiosos salgan a intimidar o a matar a su mismo pueblo. Acá, soñamos, dormidos y despiertos, rogamos y esperamos que este desafío, que nace en la Puerta del Sol como un buen augurio de renovación, se extienda por todo el continente europeo; logré incendiar a esta América indómita y vibrante, y entre todos, por fin unidos como un solo pueblo conquistar una nueva dimensión para la humanidad; una donde reine la libertad, la justicia y la solidaridad”.
 
Propuestas de cambio
 
La recuperación del Estado interventor es imprescindible; así como contrarrestar las políticas que se vienen implementando dentro de una política neoliberal, herencia de la Escuela de Chicago, y que tienen que ver con la desregularización del Estado, el recorte en la inversión social y de las libertades civiles. Los manifestantes, quizás no tienen muy claro el rumbo de sus acciones, pero sus quejas de indignación tienen un amplio sustento que deberá ser objeto de debate en las altas esfera del poder español.
 
Hasta el momento no se sabe lo que pueda suceder; como dijera ayer el mismo gobierno de España, la situación es impredecible. Los jóvenes analizan sus propuestas e intentan darle un sustento a cada una de sus demandas; pues es cierto que el apoyo masivo que han recibido los tomó por sorpresa y aún no saben bien, como responder con eficacia a las expectativas que su acción ha generado en diversos puntos del mundo.
 
Sea lo que suceda, es un hecho histórico; en el que además de conjugarse con acierto el uso de la tecnología, de las nuevas redes sociales, se suma el espíritu de cooperación y la fuerza de la indignación que logra expandirse más allá de las fronteras y convocar acciones en lugares lejanos, de personas que comparten la misma problemática y el mismo hastío frente al mal uso de la democracia, su degradación y la corrupción de sus dirigentes políticos.
 
Un elemento interesante de esta masiva convocatoria es que no se reconocen liderazgos individuales. Por ejemplo a la acción que se desarrolló en Bogotá, y a la cual acudieron no más de 60 personas, se hizo evidente que la forma de llamar a la acción, se centra particularmente en el uso del facebook y el twitter. Nadie asume el liderazgo de manera clara, y todos permanecen unidos por un mismo ideal, y rechazan tajantemente ser identificados con algún partido político, a los que consideran depreciables. “No somos de izquierda ni de derecha, somos sólo ciudadanos hastiados con nuestra realidad de injusticia, manifestando nuestra indignación, y exigiendo el respeto de nuestros derechos y transformaciones profundas en el sistema de gobierno”, afirmó uno de los asistentes a la concentración que el viernes 20 de mayo se realizó frente a la Embajada de España en Bogotá.
 
¿Las protestas en España lograran imponer una real democracia?
 
"Ya tiene una consecuencia muy fuerte porque evidencia un amplio rechazo de diversos sectores contra la gobernabilidad, la gestión administrativa, la clase política. Las inquietudes pueden ser inconexas pero hay un sentimiento común de hastío y de avanzar en la democracia. Con las redes sociales el ciudadano ya no es un sujeto pasivo sino activo. Si los partidos quieren seguir teniendo legitimación tendrán que acercarse más a los ciudadanos", comenta a BBC Mundo Javier Rivero, editorialista del diario independiente Diagonal[1].
 
De las asambleas generales, en plena calle, han salido algunas propuestas que se han multiplicado en las decenas de pancartas que empapelan el corazón de Madrid: reforma electoral, listas abiertas o circunscripción nacional, entre otras.
 
"Son propuestas defendibles por separado pero imposibles cuando se mezclan. Las listas abiertas significarían que cada ciudadano elegiría los candidatos que más le gustan de cada partido componiendo su propia ensalada. El tema se complica con una circunscripción única: cada votante tendría que seleccionar 350 candidatos para el Congreso entre miles de candidatos de los que no sabría nada. En la práctica se votaría a las listas confeccionadas por los partidos", señala Pedro J. Ramírez, director del diario El Mundo, en su editorial.
 
"Que legislen lo imposible y que este viernes se vayan a casa en cumplimiento de la ley. Es mejor que aquello sea un ágape ateniense a que se convierta en un foco de intimidación violenta.", puntualiza el director.
 
La prohibición de la Junta Electoral de prolongar la manifestación durante el fin de semana, mientras pasan las elecciones del domingo, al parecer la medida no será acatada por los manifestantes, lo que hace impredecible saber lo que pueda suceder, aunque muchos descartan que pueda producirse una acción violenta por parte de la policía, no sólo porque las manifestaciones con masivas, sino porque lo ojos del mundo están encima; y a ningún gobierno le convendría, menos en proceso electoral, desatar una acción represiva, menos aun cuando en las plazas se encuentran niños y personas de la tercera edad.
 
“Alrededor siempre han estado las furgonetas de la policía esperando una orden que no llega para el desalojo de la emblemática plaza. Durante estos días la plataforma web Actuable, surgida en la acampada, ha reunido más de cien mil firmas que, según afirman, "reflejan un debate social sin precedentes, que va más allá de cualquier político y que sólo plantea alternativas viables en una situación de crisis".[2]
 
"No tengo claro que surja un partido que canalice este descontento. Ahora bien, la sociedad es mucho más exigente gracias a las redes sociales. A través de ellas se están derribando barreras que se creían inexpugnables. Da igual que sea en El Cairo o en Madrid porque la sensación es la misma: detrás hay personas que sienten que se están quedando fuera del sistema", opina Rivero.
 
Tanto en la Puerta del Sol como en otras ciudades de España las cámaras han enfocado diferentes rostros y generaciones en las protestas. "Esa es uno de los aspectos más interesantes de esta protesta. El concepto de ciudadanía incluye por igual al desempleado, al estudiante, al jubilado, al inmigrante. Mientras los partidos no entiendan ese lenguaje, mientras no haya una relación de igual a igual, no va a ver conexión. La sociedad no quiere la relación clientelar de la temporada electoral, está demandando otra cosa", puntualiza el analista.
 
Más allá de Sol
 
El espíritu de denuncia y revolución que empezó el pasado miércoles con una acampada en la madrileña Puerta del Sol se reproduce ya en más de sesenta ciudades españolas e incluso en 15 internacionales, según cuentan los mismo organizadores en su página de recuento de concentraciones (tomalaplaza.net). Y no parece que vaya a disminuir, más bien al contrario. Así, según sus datos, hay acampadas, concentraciones y protestas en todas las comunidades españolas (consulta el listado completo aquí).[3]Las manifestaciones se han extendido a Bilbao donde se reunieron 800 personas; en Valencia, 1.000; en Sevilla, 500. Hubo también cientos de personas en plazas de Granada, Santiago, A Coruña, Vigo, Pontevedra[4].
 
Por ejemplo en Mallorca, cerca de 600 personas han coreado"¡Viva la revolución!". En la Plaza de Granada aumenta la presencia de personas, incluso de la tercera edad. En Cádiz, más de 600 ciudadanos indignados, entre jóvenes, adultos mayores y desempleados, se han reunido en la céntrica Plaza del Arenal Jerez de la Frontera haciendo sonar las cacerolas en señal de protesta por el elevado costo de la vida y la reducción arbitraria de los salarios. También en la Plaza Juan Casinello de la ciudad de Almería, cerca de 300 personas, han acordado mantener la concentración e incluso extenderla hasta la Plaza de la Leche. Igualmente en Sevilla, capital de Andalucia, un promedio de mil personas se han reunido frente al conjunto arquitectónico Metropol Parasol, en pleno centro de la ciudad, para aprobar un documento que recoge la definición del "movimiento" y sus principales reivindicaciones.
 
Los manifestantes están también muy orgullosos de que sus reivindicaciones se hayan extendido a otras ciudades europeas como Boston, Brighton, Buenos Aires, Bristol, Dublin, Edinburgh, Florencia, Graz (Austria), Lisboa, Budapest, Berlín, Atenas, o Montpellier, donde se han convocado concentraciones frente a las Embajadas y Consulados españoles. Esta madrugada la protesta ha llegado también a Ciudad de México y a Bogotá, Colombia.
 
¿Será un mayo del 68? Se preguntan los analistas españoles
 
Las protestas de los indignados dividen a los sociólogos. "Los especialistas estamos desconcertados, no podemos hacer un pronóstico", dice Javier Elzo[5].
 
El embrión del Movimiento 15-M es el distanciamiento del centro de poder y la ciudadanía. Es lo único en lo que los sociólogos consultados coinciden. Hay quien ve en las protestas un nuevo Mayo del 68 y otros, una gran fiesta callejera[6].
 
“El sociólogo y profesor de la Universidad de Deusto Javier Elzo, especialista en el comportamiento y los valores de la juventud, reconoce que las protestas han descolocado a los expertos: "Los especialistas estamos desconcertados, no podemos hacer un pronóstico", dice. "La sociedad actual se caracteriza por una gran volatilidad. Es capaz de crear un movimiento de la noche a la mañana y esa velocidad de reacción unida al vertiginoso efecto contagio a través de la Red complica el que podamos encuadrarlo". "¿En qué quedó la indignación de los estudiantes franceses que se levantaron el año pasado por la reforma del sistema de pensiones?", se pregunta el sociólogo. "¿En qué va a quedar todo esto? Tengo más preguntas que respuestas".
 
"Hay una clara similitud con las revueltas árabes", opina Jaime Pastor
 
“Jaime Pastor, profesor de Sociología de la UNED y experto en movimientos de masas, es entusiasta: "Se trata de un acontecimiento con mayúsculas y la prueba es la repercusión que está teniendo a nivel internacional. Estamos ante el nacimiento de un nuevo tipo de movimiento social autónomo de partidos y sindicatos", explica. "Algunos se muestran escépticos porque están pidiendo al 15-M un programa como el de cualquier partido a los cuatro días de nacer", protesta Pastor. "Eso sería construir la casa por el tejado y asentarse en los mismos principios que critican. De momento ya han logrado la fuerza social y esta simbólica protesta ha servido para que gran parte de la población abandone el individualismo".
 
El sociólogo además ve una "clara similitud" entre las revueltas árabes y el 15-M. "Ambas han surgido de las redes sociales juveniles y han encontrado un vehículo de expresión en la ocupación simbólica del espacio público", explica. "Allí se enfrentaban a una dictadura real y aquí tenemos una democracia de baja calidad, sometida a la dictadura de los mercados".
 
Pastor, de la UNED, cree que las protestas sí pueden prolongarse más allá del domingo. "No se trata de una reacción anárquica porque la asamblea se autogestiona mediante comisiones de trabajo y han creado tablas reivindicativas", explica. "Estas bases que están construyendo pueden servirles para mantenerse después de las municipales, aunque pierdan intensidad. De hecho, ya se están discutiendo iniciativas para junio".
 
La otra gran incógnita, que no gobierno, manifestantes o académicos logran responder, es si estas protestas tendrán algún efecto en las elecciones municipales como lo tuvieron hace siete años las manifestaciones del 11-M. Javier Elzo cree que no: "Entonces los españoles sabían que les estaban mintiendo ante un hecho muy concreto. Ahora nadie nos engaña. Sabemos lo que tenemos y queremos otra democracia".
 
Ortega tampoco cree que vaya a tener algún efecto: "Los políticos no han trastocado su campaña en absoluto. La prueba es que Camps sigue hablando, nadie lo ha silenciado aunque protagonice muchos de los carteles que piden que se termine con la corrupción política".
 
En opinión de José Álvarez Junco, doctor de Historia del Pensamiento, de Movimientos Sociales y Políticos de la Complutense, los políticos deberían estar preocupados: "Si se produjera un voto en blanco masivo, como en la novela de Saramago [Ensayo sobre la lucidez], los partidos deberían entenderlo como un acto de repulsa y probablemente eso provocaría un shock, pero será algo pasajero que se disolverá con el tiempo, como sucedió con Mayo del 68. Ahora existe una distancia entre los políticos y la ciudadanía que los candidatos no saben llenar, no hay formas de democracia directa y los partidos perpetúan a la misma gente en el poder, sin que se produzca ese relevo generacional que pide el pueblo. Hay muchos motivos para la protesta, al margen de la crisis", concluye.
 
Fermín Bouza, catedrático de Sociología y especialista en tendencia de voto, cree que esta vez las protestas afectarán a los socialistas: "El PSOE es el que va a pagar los platos rotos. Este es un momento que ya conocemos. En el año 2000, cuando se preveía que el PP iba a sacar mayoría absoluta, los votantes de izquierda se retiraron porque estaban descontentos con los socialistas y al final eliminaron las alternativas y allanaron el camino a la derecha. Puede que esta vez suceda algo similar". "Este nuevo movimiento puede triunfar a medio plazo precisamente porque no hay una propuesta concreta", continúa. "Es abstracto, como el Mayo Francés. Puede que después de las elecciones cese la agitación, pero no el espíritu del 15-M. Lo que perdurará será la idea de que hay que repensar la política".[7]
 
El Inspirador de la Manifestación
 
El pequeño libro¡Indígnate!de StephaneHessel se ha convertido en el manual de inspiración para las manifestaciones pacíficas que se han tomado la principal plaza de Madrid. Hessel, de 93 años y ex-combatiente de la Resistencia Francesa, publicó su libro el año pasado y su versión en castellano se lanzó en Madrid a finales del pasado mes de marzo. En su obra invita a las nuevas generaciones y a la ciudadanía a indignarse, a no resignarse, a hacer uso de su libertad para combatir al nuevo fascismo de nuestro tiempo: el terrorismo financiero, la privatización de lo público y la dictadura del mercado.
 
Algunos párrafos de su alegato libertario y pacifista:
 
“La razón de la resistencia, es la indignación. Se osa decirnos que el Estado no puede asegurar los costos de estas medidas ciudadanas como Salud o Educación. Pero… ¿Cómo puede faltar dinero para mantener y prolongar estas conquistas si la producción de riquezas ha aumentado considerablemente después de la Liberación, período en el que Europa estaba arruinada? Por el contrario, el poder del dinero, tan combatido por la Resistencia, no ha sido nunca tan insolente, tan egoísta, con sus propios servidores hasta en las más altas esferas del Estado. Los bancos, a partir de ahora privatizados, se muestran pendientes de sus dividendos, y de los elevados salarios de sus dirigentes, no del interés general. La distancia entre los más pobres y los más ricos no ha sido nunca tan importante; y la carrera por el dinero, la competición, nunca tan animada. El motivo de base de la Resistencia era la indignación. Nosotros, veteranos de los movimientos de resistencia y de las fuerzas combatientes de la Francia libre, llamamos a las jóvenes generaciones a hacer vivir, a transmitir, la herencia de la Resistencia y sus ideas. Nosotros les decimos: ¡Tomad el relevo, indignaos! Los responsables políticos, económicos, intelectuales y el conjunto de la sociedad no deben renunciar, ni dejarse impresionar por la actual dictadura internacional de los mercados financieros que amenaza la paz y la democracia”.
 
- Maureén Maya es Periodista e investigadora social
Fuente: Semanario Virtual Caja de Herramientas Nº 255, Semana del 20 al 26 de Mayo de 2011. Corporación Viva la Ciudadanía.


[1] Revista Semana; ¿Cuál será el impacto real de las protestas en España?, Bogotá, mayo 20 de 2011
[3] El País; “El Movimiento 15-M mantiene el pulso ante el veto a las manifestaciones”. Nota de Fernando Garea, Inés Santaeulalia, Francisco Javier Barroso, Naiara Galarraga, SamiraSalehy Carmen Pérez-Lanzac, Madrid, mayo 19 de 2011
[4] El País; “El espíritu de la acampada de Sol se reproduce por las ciudades españolas”. Madrid, mayo 20 de 2011
[5] Ídem
[6] El País; “De fiesta nocturna a Mayo del 68”. Por Aurora Muñoz; Madrid, mayo 20 de 2011
https://www.alainet.org/es/articulo/149926?language=en
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