Con ocasión del Día Internacional de los Derechos Humanos

10/12/2010
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  • Opinión
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La situación de los derechos humanos en Guatemala dista de ser la deseable para una sociedad democrática. Las causas estructurales -que aún siguen intactas-, también impiden el avance vigoroso del proceso orientado a la construcción de la paz justa y duradera: la impunidad, la corrupción, la violencia, el hambre, la injusta distribución de la tierra y de los ingresos, el racismo y la discriminación hacia los pueblos indígenas. En nuestro país no se protegen ni se hacen respetar con la firmeza, la convicción y la ética que se requiere los derechos humanos fundamentales. Guatemala como Estado delante de los compromisos asumidos en el ámbito de los derechos humanos, durante largos períodos ha sido intolerante e irrespetuoso. A la fecha hay un clima en el que se percibe la agudización de la violación a los derechos humanos fundamentales, entre estos el Derecho a la Vida Humana — requisito básico para el ejercicio de todos los demás derechos —, un derecho violado a diario por la creciente violencia y pobreza y en donde el Estado por acción u omisión tiene responsabilidad.
 
En ese marco la Fundación Rigoberta Menchú Tum manifiesta:
 
1.       Su indignación por las condiciones en las que la mayoría de la población vive y que atentan contra los derechos humanos fundamentales: el derecho a la vida en primer lugar. En ese sentido lamenta la creciente persecución, intimidación, amenazas, ataques y asesinatos de líderes, lideresas y personas relacionadas con la defensa de derechos humanos y de los recursos naturales tanto en el campo como en la ciudad.
 
2.       Su profunda preocupación por la sistemática violación de los más elementales derechos humanos colectivos de los pueblos indígenas, como la consulta, el consentimiento libre, previo e informado, la tierra y el territorio, la no discriminación, etc., que por acción u omisión el Estado de Guatemala comete, al implementar medidas o políticas en favor de intereses económicos sectarios asociados con megaproyectos de minería e hidroeléctricas. En este caso lamenta la irresponsabilidad del gobierno de Guatemala respecto al cumplimiento de las medidas cautelares dictadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que, entre otras cuestiones, ordena la suspensión de las operaciones de la Mina Marlin en San Miguel Ixtahuacán y Sipacapa, San Marcos, manteniendo de esta manera en riesgo y amenaza la vida, la integridad y la salud de estos pueblos.
 
3.       Su profunda preocupación por los constantes, crecientes y recientes hechos que atentan contra la vida e integridad de miles de personas en Guatemala, enlutando familias y comunidades, y colocando la situación de la sociedad en general en un clima de tensión y desprotección. En particular lamenta el asesinato de la socióloga Emila Quan encontrada ayer sin vida en el departamento de Huehuetenango.
 
4.       Su preocupación por la ausencia de políticas públicas -en lo que corresponde- eficientes y coordinadas orientadas a la promoción y respeto de los derechos humanos, que implican protección eficiente, investigación adecuada y sanciones justas a los responsables, reparación y medidas de no repetición.
 
Por todo lo anterior, la Fundación Rigoberta Menchú Tum:
 
1.       Exige al aparato del Estado de garantice el respeto pleno de los derechos humanos y prevenga las violaciones a los mismos por acción u omisión. En particular pide al gobierno de Guatemala cesar las constantes violaciones que generan sus políticas ilegítimas e incoherentes en la realidad multicultural y multilingue del país, las cuales atentan contra la vida de las personas y los pueblos en su sentido amplio.
 
2.       Demanda al gobierno de Guatemala y al Ministerio Público la pronta investigación y persecución penal de los hechos de violencia y asesinatos de defensores de derechos humanos y en particular el reciente asesinato de la socióloga Emilia Quan.
 
3.       Llama a la población, a los gremios y organizaciones, a los sectores y pueblos que conforman a la sociedad guatemalteca, a persistir en las luchas y esfuerzos que hagan emerger en cada habitante del país, un sujeto de derechos con capacidad de ejercer una ciudadanía plena, de hacer posible la justicia social y la vida en democracia, de cumplimiento real de los derechos humanos, individuales y colectivos, políticos, económicos, sociales y culturales.
 
4.       Honra hoy la memoria de quienes han ofrendado su vida por la causa de los derechos humanos, la democracia y la paz.
 
Guatemala 9 de diciembre de 2010
 
https://www.alainet.org/es/articulo/146163
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